Con grave merma, supongo, de la Iglesia católica. Ahí va otra ristra más de artículos que no son precisamente elogiosos. Ni tampoco hay que creer a pies juntillas todo lo que dicen. Pero creo que es bueno que conozcamos lo que se publica y que la Iglesia ha dado ocasión a que todo eso salga a la luz. Cerrar los ojos no conduce a nada. O a lo peor. Es absolutamente necesario conocer lo que ocurre y reclamar, a gritos, el cese de tanta inmundicia.
A mí Berríos como Costadoat y otros más me parecen basura jesuítica pero no por ello debemos ocultar lo que dicen.
http://m.elmostrador.cl/noticias/sin-editar/2018/06/25/malos-dias-para-la-iglesia-hasta-en-la-opera/
Don Paco Pepe, lo leo todos los días y encuentro siempre muy acertado su punto de vista, pero creo que en lo de Chile, soy chilena, lo veo bastante perdido. Lea el artículo que salió en Infovaticana https://infovaticana.com/2018/08/14/el-desplome-de-un-cardenal/ de Gonzalo Ibáñez Santa María. Cuando hablamos de democracia cristiana, no tiene nada que ver con la europea, es muchísimo más progresista. Ningún sacerdote democrata cristiano europeo se hubiese honrado de acompañar feliz a Fidel Castro durante dos meses como lo hizo el Cardenal Silva Henríquez el año 1971, ahora son más izquierdistas.
Los «laicos» que hablan por la Iglesia de Chile son generalmente afines a la democracia cristiana, progresistas de izquierda, partidarios ahora del aborto, eutanasia y homosexualismo. Por lo tanto, son en realidad apóstatas en el sentido que ud. y yo les damos. Una muestra son estos textos que son parte de cartas que le enviaron al Papa: «para Jesús lo esencial para la salvación es la ortopraxis, no la ortodoxia. Ello implica revertir los actuales énfasis desde la pureza doctrinaria a la pureza (nunca plenamente alcanzable) de la praxis» o «La Iglesia no debe dejar de motivarnos hacia el ideal que nos propone Jesús. Sin embargo, tiene que reconocer que hay una diferencia entre el ideal a que Jesús nos llama – aspirar a lo máximo – y lo mínimo que se le debe exigir a un feligrés, simplemente por ser persona.»; «La vida sacerdotal es suficientemente exigente, casi heroica, para exigir además la soledad afectiva del celibato. Nos parece que es tiempo de volver a la práctica de antaño en Occidente y vigente hasta el día de hoy en los ritos orientales de nuestra propia iglesia católica, que los sacerdotes, al menos los diocesanos, puedan ser casados.» Si quiere la carta completa, se la mando. Ellos son partidarios de Berrios, Costadoat, etc.
En definitiva, cuando se habla de «laicos» se refiere a éstos, casi todos democratacristianos conspicuos, incluido Alberto Etchegaray (y su mujer), organizador de la venida del Papa Juan Pablo II y ex Ministro de Estado D.C.
Por otra parte, ninguno de los diarios a los que se refiere son católicos, sino que son fieles al N.O.M., o sea contrarios a Jesucristo y la verdadera Iglesia.
Los amigos que dejó el Bergoglio aquí son por ejemplo Fernando Montes S.I. que protegió a pederastas jesuitas mientras hablaba pestes contra Karadima, una doble moral, también es D.C.
Un santo sacerdote jesuita que ya murió contó que el día que salió Bachelet de presidenta la primera vez, en la Residencia de San Ignacio brindaron con champagne.