| 27 enero, 2022
¿De qué importe económico estamos hablando? Igual de 100 euros al año como mucho. ¿Y por ese importe se monta esa escandalera?
Alguien no está en sus cabales.
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“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Toda la Iglesia de Almería patas arriba y en contra de estos inútiles… será así, no saben dirigir y liarán problemas sin parar… que ganas tenemos de estar pacificos y que de por favor la igleisa reconozca el error tan grande que han hecho en enviarnos a este obispo y las actuaciones de los curas que han provocado esta situación. Este viacario que dice mentiras ya que en la entrevista de la tele dijo otra cosa, el del clero desaparecido…
Pero. ¿no era el nuevo obispo de Almería el obispo desatanudos?
Pues el tiempo que lleva en esa diócesis parece que se ha dedicado a todo lo contrario…
Está todo dislocado y esto parece un manicomio. Ya lo comenté con anterioridad. En este pueblo solo van a misa, un matrimonio y sus hijos. Todos los demás, enfadados, no van y todo por un bar, vinazos, wiskys, cocacolas y cervezonas. Así va el mundo: una fábrica de orates sin remedio.
Quitando el hecho concreto de Topares hay que reconocer que la Iglesia en España va a empezar a tener un problema con estas situaciones en los próximos años en casi todos los pueblos, Y hablo con total conocimiento de causa (muchos años viviendo y participando en distintas parroquias de pueblo). Cuando los pueblos eran socialmente católicos se construyeron dependencias y salones que usaba todo el pueblo para distintos menesteres (ahí nacieron los famosos teleclubs: la única tele que había por entonces en un pueblo). Hoy los pueblos de nuestra querida España no son católicos: las nuevas generaciones ni piensan ni creen como católicos. Pero se mantienen las costumbres católicas. Y ahí tenemos salones dentro de las parroquias o anexas a ellas siendo usados por hermandades y cofradías del pueblo creadas en torno al patrón que les importa un rábano lo católico y que además permiten cosas como las que me encontré en un pueblo: usando dichos salones para clases de yoga a las mujeres del pueblo, con su gurú espiritual y todo. Los párrocos no suelen hacer nada porque no se quieren echar al pueblo en contra pero me consta que usos extraños a lo católico (e incluso usos contrarios) de salones parroquiales están muy extendidos. No digo que la solución sea lo que ha pasado en Almería pero, ¿no sería bueno que las diócesis empezaran a plantearse cómo solucionar esto antes de que España entera se llene de Topares? Porque si no hay más casos es porque todos callan.
He visto las entrevistas a don Marcelo en los enlaces anteriores. ¿Se hubiera metido don Marcelo en un charco como el de Topares? ¿Si el nuncio actuara como don Marcelo, con amor a la Iglesia, no cogería su coche se acercaría raudo, hoy mismo, a Almería e intentaría pacificar Almería porque lo de Topares se va a transformar en un avispero de toda la diócesis? Si la situación no va a mejorar lo mejor es cambiar a este obispo y se trae a otro obispo en su lugar para iniciar con buen pie. El obispo auxiliar de Madrid Martínez Camino es un obispo con edad, experiencia y que sabe llevar la cruz de la indeferencia con su situación. En los años que le quedan como obispo tranquilizaría la situación de Almería y sería un obispo que atendería a Almería.