El caso Cipriani en Specola

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Juan Luis Cipriani - Wikipedia, la enciclopedia libre

El cardenal no negó la existencia de las sanciones, pero cuestionó la veracidad de la acusación . Los hechos relatados por Domínguez, según Cipriani, «son completamente falsos». «No he cometido ningún delito ni he abusado sexualmente de nadie, ni en 1983, ni antes ni después». «En agosto de 2018 me comunicaron que me había llegado una denuncia que no me fue entregada. Posteriormente, sin haber sido escuchado, sin haber sabido más y sin que se abriera un proceso, el 18 de diciembre de 2019 el Nuncio Apostólico me comunicó verbalmente que la Congregación para la Doctrina de la Fe me había infligido una serie de sanciones, limitando mi ministerio sacerdotal y pidiendo que tenga residencia estable fuera del Perú. También me pidieron que permaneciera en silencio, cosa que he hecho hasta ahora».«El 4 de febrero de 2020 tuve una audiencia con el Papa Francisco y el Santo Padre me permitió retomar mis funciones pastorales. Lo demuestra mi vasta actividad pastoral desarrollada en estos años, predicando retiros espirituales, administrando los sacramentos, etc. Durante estos años fuera de Lima viví en Roma, dedicándome a mis funciones de cardenal miembro del Dicasterio para las Causas de los Santos hasta que cumplí 80 años, cuando me retiré de toda ocupación en la Curia romana y me trasladé a Madrid.»

A Cipriani no le gustó la filtración que podría haberse originado en el Vaticano. «Es grave que se publiquen parcialmente informaciones que parecen provenir de documentos reservados de la Santa Sede que ni siquiera tengo en mi poder».  «Desgraciadamente, no es la primera vez que un cardenal es acusado falsamente, con historias llenas de detalles sangrientos». Una probable referencia al vergonzoso proceso al cardenal George Pell en Australia.  Su sucesor en Lima, el cardenal Carlos Castillo Mattasoglio, se ha posicionado abiertamente contra Cipriani. Alumno de Gustavo Gutiérrez, Castillo fue uno de los profesores removidos de la docencia de teología en la Pontificia Universidad Católica del Perú por orden del entonces arzobispo Cipriani que consideraba sus posiciones no suficientemente ortodoxas.Castillo parece que tiene  necesidad de atacar a su antecesor en una “Carta al Pueblo de Lima” escribió «ya que en los últimos meses, luego de investigaciones serias y precisas, hay personas y de las instituciones que se niegan a reconocer la verdad de los hechos y de las decisiones tomadas por la Santa Sede, invitamos a todos a reflexionar en un camino de conversión que implica el abandono de las vanas justificaciones, de la atribución y del rechazo de la verdad, que, cuando se acepta humildemente, «aceptado, nos hace a todos libres.» El actual arzobispo elogió luego la labor de Francisco en la gestión de los abusos, contradiciéndose: fue el propio Papa Francisco quien permitió a su predecesor volver a ejercer su actividad pastoral. La Conferencia Episcopal Peruana sintió  la necesidad de sumarse.un comunicado que reconoce “la sabia decisión del Santo Padre de unir justicia y misericordia, aceptando que el Arzobispo Emérito de Lima deje el ministerio episcopal al cumplir los 75 años e imponiéndole algunas limitaciones ministeriales”.

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Cipriani no se quedó callado y quiso responder a estos ataques de sus hermanos explicando que «en ambos casos mi reacción fue de sorpresa y dolor por la injusticia con la que dan por sentados hechos no probados sobre mí». Dijo que había «firmado, declarando al mismo tiempo por escrito que la acusación era absolutamente falsa», quejándose también de no haber podido defenderse. La reacción del episcopado peruano ante la grave acusación contra su más famoso exponente ha causado desorientación entre los fieles. Apenas unos días después, en una difícil asamblea plenaria de obispos peruanos que vio la sorpresiva elección como nuevo presidente de monseñor Carlos García Camader, obispo de la “pequeña” Lurín, consagrado obispo por Cipriani y ya su auxiliar en Lima, se impuso al cardenal Castillo, gran favorito en vísperas de la elección, que pagó cara su defensa de la obra blasfema María Maricón, destinada a ser acogida por el ahora «su» Pontificia Universidad Católica del Perú.  En medio de todo esto, lo que verdaderamente está en juego es la credibilidad de la Iglesia. Sin duda estamos haciendo buena al denostado Santo Oficio y a los tribunales de la inquisición. Es una injusticia no defender a las víctimas, sin duda. Es una injusticia condenar a inocentes y mucho más si esto se hace sin juicio justo y sin posibilidad alguna de defensa.  ¿La información salió del Vaticano? Y si es así ¿por qué ahora?»

https://infovaticana.com/blogs/specola/las-nulidades-del-papa-francisco-aparcados-en-el-vaticano-el-papa-debe-morir-el-caso-contra-cipriani-reforma-educativa-en-estados-unidos/

Es sistema que sigue el Vaticano es mucho más propio de una dictadura bananera o de la monarquía absoluta que de un Estado de derecho. La denostada Inquisición era mucho más garantistas que la barbaridad jurídica que ha establecido la Santa Sede.

 

Comentarios
3 comentarios en “El caso Cipriani en Specola
  1. Castillo es el que ha repuesto «María maricón», lo cual ya es un indicio de por donde van los tiros. Si Castillo fuera comedor y bebedor habría acusado a Cipriani de glotón y de borracho. Sin duda su acusación contra Cipriani es una proyección de la falta que le resulta más verosímil por su propia inclinación.

  2. Aquí el Código de Derecho Canónico se ha convertido en Código de Torcido Anticanónico, por obra y gracia no del Espíritu Santo sino de cierto ñor de Roma, especialista en retorcimientos, esguinces y contorsiones varios.

  3. El Episcopado Peruana estaba peleado en dos facciones antes de su actual Presidente, Obispo de Lurín, una parte de Lima. El anterior Presidente de la CEP fue MIguel Cabrejos, Arzobispo de Trujillo, enemigo de Cipriani. Cabrejos esperaba alcanzar el Arzobispado de Lima y he de suponer que cuenta con bastante poder en la Conferencia, pues ha sido Presidente varias veces.
    Esta no es la primera chapuza cometido por Bergolgio. Hace unos años, un personaje mandó una denuncia falsa a él contra unos sacerdotes en Granada. Después de una investigación de la Guardia Civil, todos ellos menos uno fueron exonerados. El que tuvo que enfrentarse con un juicio. El juez lo exoneró mandando al falso acusador pagar una indemnización de 60,000 euros y el costo del juicio. Un obispo chileno fue destituido por Francisco pese a que ganó dos juicios civiles, pues Bergoglio no es trigo limpio en relación con casos de abusos sexuales. Ya en Buenos Aires, apoyó a un sacerdote llamado Grasso, que me parece sigue en la cárcel. Además creó otra chapuza contra un maestro en Guipuzco, y varios más casos. Este es el tipo de desorden que es común en el Pontificado actual. La verdad y la justicia han acabo en la cloaca. Condenar a un cardenal sin tener la oportunidad de defenderse, es una barbaridad. Si hacen eso con un Cardenal, ¿qué tipo de justicia puede esperar un sacerdote?

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