| 18 marzo, 2019
Un libro que parece de lectura obligatoria.
Un pastor que no es mercenario y que cuida de sus ovejas.
Defendiéndolas de los lobos.
“No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado.” (Lucas 8, 17)
Buen dia , alguien tiene informacion sobre su nuevo libro ? la tarde se aproxima y el dia se acaba ?
quisiera conseguirlo en argentina
cualquier informacion que me pudieran dar seria de mucha ayuda
Gracias !
Durante una estancia en la hospedería del monasterio cisterciense de Santa María de Huerta coincidí con una religiosa que no se deparaba del segundo libro del cardenal Sarah: «Silencio». Nada más regresar, lo compré de inmediato y todavía estoy disfrutando releyéndolo. Merece la pena leer a Sarah. Dice las cosas claras con una elegancia y exquisitez encomiables. Al contrario del papa jesuita y sus esbirros que usan la vulgaridad y el insulto para criticar a quienes no piensan como ellos. Ya he encargado su nuevo libro.
El mejor comentario que he leído, sobre el libro y entrevista al cardenal Sarah, según mi criterio, lo ha hecho María Ferraz en su blog -Religión la Voz Libre- . Se pueden leeer las luces y sombras que se deducen de sus palabras. Verdaderamente, al cardenal Sarah, le silenció su jefe Bergoglio y cuando insinúa o señala parte de la causa de los males en la Iglesia, no nombra a quien es el origen de mas de un 50 por ciento de este desastre. Y tiene un nombre, y ese es Bergoglio. O sea, que al pan, pan, y al vino, vino. Y a cada uno, lo suyo.
Pues es que de ésto se trata aquí, ni más ni menos; gracias a Dios que alguien habla por fin del demonio, entre tanto ruido mediático; además coge palabras del Papa Francisco también, oye.
A este hombre me lo llevaba yo a predicar por los pueblos, que no hacía falta que uno abriese la boca ya, desde luego; qué maravilla leerle.
Y qué importante la figura de Judas y su justicia social y patriótica en la Escritura, de cara a nosotros hoy.
De todas formas, yo creo que muchos incluso en la Iglesia, seguimos eligiendo que suelten a Barrabás en vez de a Cristo todavía.
«Facta, non verba».
Dios prospere y guarde al cardenal Sarah. Por cierto, ordenó a mi amigo Curro Nieto el año pasado en Roma.
Es un obispo que en cada frase inspira confianza, hablando a nuestro corazón y a nuestro cerebro.
Leyéndole se percibe que la Iglesia es algo permanente. Afortunadamente son muchos los obispos y sacerdotes que son verdaderos guías.
Lo que no entiendo es por qué quienes pueden no hablan más. Este grandísimo cardenal es de los pocos que no guarda silencio ante lo que sucede en la Iglesia.
Ahora mismo en RD están criticando a Msgr. Zornoza. Entonces es un buen obispo.
Tendrían que abundar más los cardenales así. Los mejores cardenales son los de su continente. No hay uno malo. Todos defienden a la Iglesia aunque alguno como el cardenal Turkson haga equilibrios.