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El cardenal Omella, arzobispo de Barcelona, anima a celebrar el Corpus y a participar en la procesión

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Seguro que en la página diocesana aparece también en castellano pero yo no lo encontré. Asó que os lo enlazo en catalán:

https://www.esglesiabarcelona.cat/actualitat/vine-a-la-celebracio-de-corpus/

Omella tiene bastantes cosas buenas y es normal que se las reconozcamos.

Comentarios
12 comentarios en “El cardenal Omella, arzobispo de Barcelona, anima a celebrar el Corpus y a participar en la procesión
  1. Me alegra esta entrada, con la excusa del Corpus muchos podemos expresar lo que de verdad sentimos y pensamos de Omella. Una primera constatación es que Omella tiene un pasado turbio, nadie malinterprete, no digo que haya tenido una vida oculta, pero si afirmo que da la sensación de que su posición de poder no siempre ha sido empleada ni orientada hacia el bien. No se si alguna vez llegaremos a descubrir toda la verdad sobre la defenestración de Ureña, las preguntas son muchas pero de entre todas destacan dos: Era Ureña realmente culpable de las acusaciones, veladas o desveladas que se le hicieron? y aún una segunda. Hubiera tenido el mismo final sin una «generosa contribución» de Omella a su descalabro?
    Otra muy reseñable y que veo que va quedando injustamente disuelta va sobre lo que apunta Ivan Serrano. Cañizares y Omella litigaron y con ganas sobre Mallorca, al final el mañico se llevó el gato al agua imponiendo su candidato en detrimento del propuesto por el Metropolitano. Las razones son comprensibles, Omella prefería tener a dos obispillos jóvenes y maleables, Gordo y Vadell, mucho más manipulables que el airado, eternamente cabreado y dictadorzuelo de opereta que es Taltavull. A Omella le salió bien. La Santa Sede, quizá con la ayudita del muy poderoso p. Arana trató bien a su querido Juan José y de un plumazo ascendieron a Taltavull convirtiéndolo en titular mallorquín y sometiendo a la mayor de las Baleares a la agonía más cruel. No parece que Omella tenga por ello remordimientos, bueno, si no los tuvo con Ureña por acusaciones mucho más graves no iba a tenerlos porque el menorquín fuese a Palma, a fin de cuentas lo que hizo Omella fué mandarlo de vuelta a las islas de las que nunca debió salir d. Sebastián. Y así acaba esta historia, me parece muy bien que D. Juan José anime a la participación del Corpus. Agradecería además que se posicionara, uno no puede ser a la vez el Cristo y el soldado que clava la lanza en el costado. O lo uno o lo otro, pero las dos cosas según convenga no parecen posibles.

  2. Con lo cual Ureña era inocente,pero tuvo que hacer frente a cosas que le llegaban de otras diócesis ( vecinas) cuyo primer Obispo fue Omella y el conocía bien …y aquí entra a mi entender un desastre de curas gays ,que había que ocultar por la trascendencia de quien eran ,pero Omella sigue de Cardenal ,los homosexuales con novios y en medio un sinfín de inocentes ,mire Sr Cardenal el Corpus es el día de la Caridad por excelencia ,de ser auténticos de dejar de tapar por amor a los hermanos Caridad y Justicia es lo del día del Corpus

  3. Manolo:
    No hace falta hemeroteca. No entiendo su crítica a unos escritos irreprochables: la crítica o elogio debe centrarse en las actuaciones y no en las personas, que unas veces realizamos o decimos cosas que pueden ser elogiables y otras no.
    Creo que no tenemos derecho a juzgar a las personas y en cambio estamos obligados a valorar objetivamente, con arreglo a un criterio ético, las actuaciones y expresiones si queremos saber adonde vamos y hacer partícipes a nuestro prójimo de lo que puede ser peligroso o beneficioso.

    1. Sr. aro
      Si vuelve a leer mi comentario anterior, podrá ver que no juzgo que la opinión de la Cigüeña sea diferente ahora que hace años. Lo que he destacado es que antes sobre Omella era todo malo, y ahora se le cita como hombre ejemplar hasta cuando estornuda.
      Le podría enviar los enlaces de tantos y tantos obispos que han escrito para el día de Corpus, cosas semejantes e incluso mejores que Omella.
      Y he dado mi opinión de que así como hace años la Cigüeña se cebaba con Omella y los tres de Zaragoza, ahora ha pasado al bando contrario sin previo aviso. Y eso me extraña.
      Después de la querella criminal interpuesta contra Omella, citarlo hoy como ejemplo de amor a la Eucaristía, cuando es lo que han hecho la casi totalidad de los obispos españoles, es algo que me ha llamado la atención. Y por eso lo he comentado.
      Referente a lo que usted dice de que se juzgan actitudes y no personas, estoy totalmente de acuerdo. Por eso me fijé en la actitud de la Cigueña y la comenté, dejando mi parecer.
      A Omella no le juzgo. Parece ser que ya lo va a hacer la justicia civil, y con indicios de delito sobre su espalda.

  4. El pasado día 20, jueves de Corpus tradicional, lo pasé en Braga, donde presencié la procesión que me emocionó como nunca una procesión. Fue bastante sencilla pero me pareció espontanea y multitudinaria por su participación popular. Me sorprendió que en una ciudad que no llega a los 200.000 habitantes, participaran bastantes más de 10.000, cosa que no recuerdo haber visto en ninguna procesión en España. La ciudad de Braga que había conocido hace muchos años de manera superficial, me sorprendió agradablemente por su monumentalidad y por su agradable y magnífica urbanización. Al día siguiente viernes, a primera hora de la mañana visité 3 iglesias donde un número apreciable de fieles (60-80 ?) de varias edades, aunque mayoritariamente mayores, estaban rezando el rosario. Para el que no conozca Braga, merece la pena dedicarle un par de días. Por cierto la diócesis parece ser una de las más antiguas del mundo con su primer obispo S. Pedro Rates, nombrado por Santiago en el año 45, según la tradición.

  5. ESTO ES: ¡¡UNA VERGÜENZA!!
    Pero dónde estamos, en la Edad Media o con la Inquisición. En donde uno acusaba a otro de falso converso, y era quemado.
    No señores, esto no es así. Así no es la Iglesia. La Iglesia es la familia del Cristo, su camino para llegar a la casa del padre. A mi me puede gustar o no, la forma de ser de un Cardenal o de un pobre ex-cura de Epila. Pero lo que no puedo aceptar es la mentira. La mentira me aleja del santo padre creador. La mentira hace más fuerte al enemigo de Cristo, Satanas.
    Corren malos tiempos para los hombres, y la Iglesia no ayuda, todo lo contrario. Esta bien en repudiar todo aquello que nos aleje del buen camino, el camino a Cristo. Esta bien que luche la Iglesia por esto que digo, e intente lavarse de los escándalos y no los encubra… pero yo hice un juramento en mi comunión y lo repetí en mi confirmación “qué renunciaba a santanas y a la mentira “. Hoy día del Corpus Christi, día del sacrificio pido que se analice esta reflexión. Porque yo no comulgo con las ideas del ex-cura de Epila, pero lo que no quiero es que se crucifique otra vez a un cristiano inocente.

  6. Si uno tira de hemeroteca, puede ver como La Cigüeña era crítica con Omella y los tres implicados de Zaragoza en la defenestración de Mons. Ureña. Pero desde que los tres de Zaragoza le pusieron una demanda judicial a la Cigüeña, todo cambió. Les pidió disculpas publicamente, y a otra cosa mariposa. Incluso en un comentario reciente en este blog, que ponía a los tres de Zaragoza de ineptos, la Cigüeña aclaraba que eso era una percepción particular del comentarista. En fin… Pero lo que está claro es que la Cigüeña no es la misma con Omella ahora que hace 4 años. Y está en su derecho de cambiar de opinión, por supuesto que sí. Lo que ocurre es que en otros casos, cuando cambia de opinión, lo explica y da sus razones. En el caso de Omella, pasó del negro al blanco sin argumentar nada. No me extrañaría que todos esos documentos con falsas acusaciones contra Mons. Ureña que volaban sigilosamente de Zaragoza a Roma, hayan llegado a manos de la Cigüeña y le hayan… confundido. O le hayan advertido que «cuidadito». Ojalá todo lo que está ocurriendo ahora con Omella sirva para sacar a la luz la verdadera trama contra Mons. Ureña. Porque esa trama se alimenta de la difusión del chisme de que a Ureña le cesaron por innumerables delitos de sexo y malversación. Pero si eso hubiese sido así, la justicia civil tendría que haber intervenido por esos delitos. Y no ha sido así. Más bien todo ese chisme que incluso Omella va pregonando de viva voz, es la escusa para sus arbitrariedades.
    Espero el juez civil que lleva el caso contra Omella, siga rascando en todo esto, y a ver si llega hasta el fondo de la cuestión. Quizás todavía podriamos ver a Juanjo Omella en la cárcel.

    1. Dado los tiempos que corren, no me extrañaría que fuera al juzgado. Pero recordar que “supuestamente” la justicia en España no es igual para todos. Y no quiero referirme al caso Urdangarin, o si.
      Espero que haya justicia, aunque se habrá el cielo.

  7. Que un sacerdote, y más si es obispo, arzobispo o cardenal anime a la celebración del Corpus es lo logico y normal. Así pues no considero, d. Francisco, que pueda considerarse, la petición de Omella como algo heroico, ni mucho menos. Diría casi que va en el sueldo.
    Por otra parte recordarle a D. Juan José, que la celebración del Corpus supone la Pasión, el Sacrificio de Cristo para darnos Vida eterna.
    La dirección, por tanto, es sacrificial para alcanzar la salvación.
    Me pregunto que sacrificio hace mons. Omella.
    Ayer mismo aparecian muchisimos comentarios en este mismo blog y desde luego no eran nada positivos.
    Mas bien daba la sensación, y creo que acertada, de que Omella ha sacrificado a muchos, pero reservándose él. O sea, que el no se ofrece como victima pero ha generado muchisimas. No es sólo el caso de Ureña Pastor, sino tambien su reto a Cañizares que sometió a Mallorca ensalzando a Taltavull, auténtico estorbo para el mañico y que en la isla se lo deben zampar por su ambición.
    Sr. Cardenal, anime Ud. a la participación del Corpus, pero por favor revise en su debe y en su haber la santidad que necesita Ud. para merecer la divina misericordia. No olvide que sus victimas lo acusarán en juicio inapelable donde únicamente el amor será puesto en valor, y donde la ambición o la mentira supondrán un auténtico lastre.

    1. Yo estuve en la celebración del Corpus dos o tres veces enla paza de la Catedral de Barcelona cuando era arzobispo Don Marcelo González. Iban sobre diez mil personas. Con Jubany fu igual hasta que en 1978 suprimió la procesión, diciendo que podría ofender a los que tuviesen otras creencias. El Cardenal Carles Gordo la recuperó pero, el mal estaba ya hecho.

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