por La Cigüeña de la Torre | 31 marzo, 2015
Nomina del Prefetto della Congregazione per l’Educazione Cattolica Il Santo Padre Francesco ha nominato Prefetto della Congregazione per l’Educazione Cattolica l’Em.mo Card. Giuseppe Versaldi, finora Presidente della Prefettura degli Affari Economici della Santa Sede. A los seis meses y unos días de haber presentado la renuncia por haber cumplido 75 años el Papa ha aceptado la renuncia a este cardenal polaco más inútil que un vendedor de katiuskas en el desierto del Sahara. Le sucede el ya cardenal Versaldi. Muy torpe tendría que ser, y no me lo parece, para hacerlo peor que este polaco. Salvo error por mi parte pasa a ser el emérito más joven del Sacro Colegio puesto que hasta hoy ostentaba el cardenal Monteiro de Castro que es año y medio largo mayor que él. No soy ningún entusiasta del cardenal portugués que siempre me pareció más corto que las mangas de un chaleco pero al lado de Grocholewski casi resulta un genio. Me parece que la marcha, con aspecto de patada en su purpurado trasero, es una excelente noticia eclesial.
Soy nuevo en este foro pero me interesan especialmente las circunstancias del gobierno de la Santa Sede. Cuando se califica de inútil a Grocholewski de qué hablamos. ¿De su gestión en su último cargo o de su carrera total? Pregunto si se trata de un caso de mal encaje en un cargo o es una persona incapaz pero leal y fiel a amigos influyentes que lo van colocando. Fenómeno este típico de los partidos y, por desgracia, parece ser también del Vaticano.
No me parece correcto decir que se desfenestra a alguien —cualquiera sea su eficacia para el cargo— que renuncia por límite de edad. Es tendencioso y desprestigia al autor.
Sandro Magister habla de «manifiesta ineficacia» de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede que dirigía el Cardenal Versaldi:
http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1351002?sp=y
Pues fue nada menos que mons. Buxarrais, quien en 1989 lanzó un rapapolvo a las escuelas católicas de su diócesis (Málaga), por la relajación en que habían caído, situación extrapolable a muchas Iglesias particulares. ¿Qué le está pasando a la escuela católica?
¿Y qué pasa con la clase de Religión? Cuando un servidor tenía 13 años, le enseñaron que es más que una asignatura, es una vida. ¿Se puede decir ahora lo mismo?
Y el cardenal Giuseppe Versaldi, flamante nuevo prefecto de la Congregación para la Enseñanza Católica, ¿contribuirá, en efecto, a dar impulso misionero o militante, esto es, evangelizador, a una escuela católica que es, en general y salvadas las honrosas excepciones de rigor, en palabras que una vez escribió el forista mexicano Capeto, «nido de corrupción, nepotismo o tráfico de influencias, fábrica de agnósticos y de ateos».
La escuela católica no evangeliza, salvadas, repitamos, las excepciones de rigor confirmantes de la regla. En primer lugar, porque la inmensa mayoría de sus educadores ni católicos militantes son; hasta podrán ser buenos profesionales en Matemáticas, Dibujo, Geografía o Historia, pero al no ser católicos, pues no evangelizan. Y como resulta que muy a menudo los pocos religiosos y religiosas que van quedando en las escuelas o colegios católicos tampoco evangelizan especialmente…
Pero igual este cardenal Versaldi es un gigante de la fe, un enamorado de Jesucristo y de su Iglesia y todo esto contribuirá a que la educación católica recupere su pulso o pulmón de plataforma verdaderamente evangelizadora, militante, hasta el extremo de convertir en innecesarias y sobre todo desmentidas por los hechos las palabras del forista Capeto:»La escuela católica es nido de corrupción, tráfico de influencias, promoción de mentalidad mundana, agnostizante y ateizante».
El cardenal Monteiro fue quien como nuncio en España hizo campaña a favor de ZP en las elecciones de 2008, tomándose un caldito de propaganda zapateril. ¿Quién movía los hilos? ¿Qué loby del Vaticano? ¿el económico, el político, el masónico? ¿o un grupo de origen español que debe pertenecer a los tres lobys?
Dicen que Francisco impondrá a todas las comunidades Eclesia Dei el misal de 1965.
La mejor noticia es que no ha sido nombrado Prefecto Víctor Manuel Fernández.
Este polaco no era más inútil porque su vagancia le impedía practicar.De Versaldi no sé nada.No acabo de entender por qué un sitio tan minúsculo como el Vaticano necesita un prefecto para la economía, otro para el patrimonio, otro para gobernador y otro, el cardenal Pell, como una especie de vigilante y, por si era poco, todos cardenales y casi todos italianos.Mientras, los patriarcas de los melquitas, de los armenios, de los caldeos y de los greco-católicos de Ucrania, por ejemplo, no están en el colegio cardenalicio, pese a su testimonio apasionado de amor a Cristo y a su Iglesia.Esto es una tomadura de cabello.Eso, por no hablar de doce países africanos de mayoría cristiana sin purpurado alguno.El tontificado de Su Bavieridad Germánica fue funesto para la universalidad de la Iglesia.
Caspitas, que cara de mala leche!!!!!!!
Estos últimos nombramientos -en Culto Divino un ratzingeriano, en Educación Catolica un Bertoniano- me llevan a pensar que Bergoglio empieza a recoger velas y a darse cuenta de que necesita el apoyo de las distintas familias curiales para poder reinar.
No sé…el neo prefecto es hombre de Bertone, me da que T.B. aún tiene mucho, mucho peso en la Curia.
Recordemos que Bergoglio se la tenía jurada a este Cardenal, desde que se negó a dar el placet a la nominación hecha por el entonces arzobispo de Buenos Aires de Tucho Fernández al cargo de Rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina.
El Cardenal Zenón Grocholewskiestaba en Roma desde 1972, tiempos de Pablo VI, en que empezó a trabajar en la Signtura Apostólica, de la que era Prefecto el Cardenal Dino Staffa. Ha pasado por varios cargos, es miembro de varias Congregaciones Romanas, Canciller de la Gregoriana y Presidente del Instituto de Música Sacra -para mí un tanto raro, pues estuve en una Misa que ofició en 2007 para los estudiantesde las Universidades Romanas, y canta fatal- A pesar de que tenga los 75 años recién cumplidos, era Prefecto de la Educación Católica, desde 2001, cuando Juan Pablo II lo nombró Cardenal, o sea que llevaba 14 años en el cargo, y eso habitualmente no se da, y en el caso de Su Eminencia Grocholewski, postula un relevo.