| 14 noviembre, 2024
Dicen que interpretando a Santa Marte. Si así fuere, ¿para qué le nombró?
A medida que se sucedían las elecciones de los diferentes cargos, varios de los obispos presentes en la asamblea episcopal argentina comentaban su sorpresa por la clara decisión de excluir al arzobispo de Buenos Aires, Monseñor Jorge García Cuerva, de toda candidatura. De hecho, no fue votado como titular de ninguna comisión; ni siquiera de aquellas que son absolutamente prescindibles. Es evidente que no faltaron los gestos y las palabras de Roma para que ello sucediera.
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La marginación de García Cuerva quedó aún más en evidencia con la elección del obispo auxiliar de Buenos Aires, el también «villero», monseñor Gustavo Carrara (¿próximo arzobispo de una estratégica diócesis?), como titular de la comisión de Cáritas. Son conocidas las diferencias entre ambos; y se da por descontado que Carrara hoy goza de mayor preferencia desde Santa Marta.
Uno de los participantes de la plenaria, próximo al retiro, comentó: «García Cuerva es rechazado por buena parte del clero porteño, por su manejo discrecional y poco ‘sinodal’. De hecho, con sus últimos nombramientos y traslados de párrocos y formadores del seminario, ha dejado un tendal de descontentos. No le será fácil gobernar. Máxime frente a las crecientes dificultades económicas y administrativas, que amenazan con el cierre o fusión de no pocos colegios parroquiales, por la caída estrepitosa de la natalidad porteña. De hecho, según el último censo nacional, hay en la capital argentina más mascotas que niños. No le alcanzará a García Cuerva contar sólo con el favor de su selecto grupo de curitas jóvenes. Le hará falta la experiencia del clero adulto y mayor que, en la práctica, ningunea».
Es tal el nivel de irrelevancia del episcopado argentino que la elección ni siquiera tuvo destacado espacio en los medios de prensa. «No contamos para nada -concluyó el veterano prelado-. Hemos renunciado al anuncio y el testimonio de Jesucristo. Y eso se traduce en deserción e irrelevancia. Pero, claro, seguimos con el cuento de las ‘primaveras’, hoy también llamadas ‘sinodales’. ¡Cuánta falta de fe y de virilidad!»
Un artículo mala leche, escrito por una mente siniestra o paga por alguien. El que sabe y conose al Arzobispo de Buenos Aires puede dar fe del tremendo trabajo que está haciendo y que es querido y amado por muchísima gente. No hay más que palabras de agradecimiento y gratitud. Es el mejor Arzobispo en la historia de la arquidiócesis de Buenos Aires.
Sospecho que fue «ninguneado» porque estaba demasiado claro que era un peronista furibundo. Se viralizó un vídeo que lo mostraba dando un sermón abiertamente peronista. Y aún así el Papa lo nombró. La estrategia de la que sospecho es que el Papa Francisco quiere inmiscuirse en la política argentina, de manera oblicua para hacer la vida imposible al gobierno anti socialista y no peronista del Presidente. Tal vez los nuevos dirigentes eclesiásticos tienen una «ficha más limpia». Y serían confiables. Yo puedo ser tonto, pero los tontos que hay hoy en nuestro País no son lo son todos todos todos.