Confieso que a mí el arzobispo castrense me cae bien. Lo he dicho en varias ocasiones. Ganándome incluso alguna reconvención de dos o tres amigos. No soy ningún experto en Don Juan del Río ni tampoco tengo muchos conocimientos de como lleva su arzobispado personal. Pero eso en sí ya es una recomendación porque de como llevan otros los suyos me llegan numerosas noticias. Y el 99% malas. Claro que es muy español criticar lo malo, o lo que a uno le parece malo, que alabar lo bueno. Por los motivos que sean, y me parece muy importante el que he señalado, todos los días me llegan noticias, en su inmensa mayoría malas o pésimas, de muchos obispados. A veces incluso de diócesis que tienen al frente a excelentes obispos. Noticias que me obligan a un esfuerzo de discernimiento aunque no pocas ni lo precisan por no tener la menor entidad. O sólo tienen la del exabrupto de personas que, por los motivos que sean, con fundamento o sin él, odian a su obispo. Si es que el odio tuviera fundamento alguno. Con Don Juan la lista de agravios es cuasi inexistente. Pues por algo será. Y tengo constancia de que hay militares que siguen el Blog. Yo no tengo amigos obispos de lo que presuma. Nadie habrá encontrado pistas de ello por lo que escribo en el blog. Por supuesto que hay obispos que me caen bien y otros que me caen mal. Pero la gran mayoría de los que me caen bien, y se me nota, no tienen la menor relación personal conmigo. Admiro, por ejemplo, a unos cuantos obispos franceses y jamás intercambié una palabra con ninguno. Ni con el Patriarca Moraglia, el cardenal Müller, el arzobispo Chaput… Al arzobispo del Río le conozco. En una ocasión debí estar media hora con él y después nos veríamos, como mucho, media docena de veces más en saludos de uno o dos minutos. Y voy a referir la entrevista larga, la de la media hora. Había ido a la despedida del nuncio en España Monteiro de Castro. Hasta es posible que para asegurarme que se despedía. Terminada la misa me retiraba camino de mi coche y vi que por la misma calle que yo subía bajaba solo el arzobispo castrense. Al que yo le había dedicado alguna crítica, no me acuerdo sobre qué, aunque tampoco demasiado dura. Al cruzarnos le saludé y, hasta es posible que con alguna mala intención por mi parte, me identifiqué. La respuesta por su parte fue tan simpática, tan desprovista de agravios, que al rato de charlar en la calle le propuse ir a tomarnos una cerveza, cosa que aceptó sin vacilación alguna, y, tras ella, le acompañé hasta su domicilio en muy grata conversación. A mí me desarman las personas que devuelven bien por mal. Y Don Juan fue una de ellas aunque me parece que el mal no era muy grave. En ese encuentro el arzobispo supo que ambos teníamos algo en común. Él un miembro de su jurisdicción y yo un hijo. A partir de ese encuentro, algunos esporádicos, amabilísimos todos por su parte, de minuto o minuto y medio, y hasta ha tenido el detalle de habiéndose encontrado alguna vez con el militar bajo su jurisdicción, estuvo amabilísimo con él y con su padre no presente. Pues cómo para tenerle manía personal. ¿Manía ideológica? He visto, a partir de nuestro primer encuentro, varias misas suyas por televisión. Todas dignísimamente celebradas, con homilías irreprochables, siempre naturalmente con acento andaluz, próximas, adecuadas, sólo dignas de felicitación. En su catedral castrense, cuando la misa se celebra desde allí, alguna la he visto hasta en un barco de la Armada, se ve numerosa asistencia e incluso generales y almirantes que van de uniforme. Y que dan la impresión de que esa jurisdicción personal tiene detrás una realidad visible. Me consta también que en arriesgadas misiones de nuestro Ejército el capellán está y se hace notar. Y hasta una de las procesiones de la Semana Santa madrileña, ya de notable popularidad, la del Cristo de los Alabarderos, tiene un considerable carácter castrense. Pues todo ello me da la impresión, puedo estar equivocado, que es impulso de Don Juan del Río. De su simpatía personal, su mano izquierda, su estar donde debe incluso en situaciones políticas más complicadas, mostrándose cordial con todos y consiguiendo, posiblemente gracias a eso, un notable respeto para su jurisdicción, con todo lo que ella significa. Y una vez más me he ido por los cerros de Úbeda. Porque de lo que he querido hablar era de una pastoral del arzobispo sobre la paz. De la que he sabido gracias a mi colega de Blog Tomás de la Torre. Es una pastoral seria, de medio centenar de páginas, no una de esas cartitas semanales con las que nos obsequian nuestros obispos, que no lee prácticamente nadie y que, lo peor, es que nadie se pierde nada con no leerlas. http://infovaticana.com/el-olivo/2015/01/13/el-castrense-y-juan-manuel-de-prada/ A mí la paz, ciertamente que importantísima, me da pereza. La quiero, rezo por ella, pero no me animo a leer tratados o pastorales sobre la misma. Igual paso de la recomendación de Tomás. Pero he leído los párrafos que él transcribe de la misma y me parecen espléndidos. Pues una vez más, Don Juan, me alegra mucho encontrarle. Y animo a quienes sean de la paz menos aburridos que yo que entren en el enlace que Tomás incluye. Y para que no todo sean flores a su persona una reserva, caso de que tenga fundamento. Se dice que es usted el responsable de un nombramiento en la Iglesia de España que está resultando pepino. Todos nos equivocamos, yo muchísimo, pero si eso fuera así, usted también. Salvo que cambie el chiquito. Con Juan del Río los responsables de los nombramientos en la Iglesia de España han roto un molde. Parecería que las condiciones para ser obispo eran ser antipático, introvertido, lejano, ausente… y valenciano. Pues el arzobispo castrense es otra cosa. No el único pero sí representante de un género que desgraciadamente escasea. Ojala se prodigue más.
El arzobispo castrense Don Juan del Río
| 19 enero, 2015
Hay cosas que me cuesta entender, como la inquina que se le tiene a D. Javier Martínez por parte de ciertos portales.
D. Juan sería un magnífico Arzobispo no solo de Granada si no de cualquier diócesis de Europa. Pero de pitonisos estamos bastante bien en este país.
Dice Don Paco Pepe «Y para que no todo sean flores a su persona una reserva, caso de que tenga fundamento. Se dice que es usted el responsable de un nombramiento en la Iglesia de España que está resultando pepino. Todos nos equivocamos, yo muchísimo, pero si eso fuera así, usted también. Salvo que cambie el chiquito»… Me huele que este párrafo va por el ínclito Mazuelos, a quien dejó en Jerez y ha resultado de lo peor del episcopado español: sin magisterio, sin personalidad y sin nada.
Para mi el Santo Padre es un profeta de nuestros tiempos, sin embargo, no asi el Sr. Jorge que va metiéndose con las madres y parece que quiere probar su medicina. Yo soy el cuarto de seis, conozco familias de 13, 8, 4…todos estos hijos son fruto DE LA FE DE LOS PADRES !! Los acogen como un DON!! No como una exigencia y esta es la verdad, a mis padres nadie les puso una pistola para tenerme a mi, ni fue fruto solo de la pasión, sino que se fiaron de que Dios les daria lo que era bueno para ellos…¿por qué unos tienen 1 hijo y otros 12? ¿Es uno mas cristiano que otro? No!! Dios en su amor pensó asi!! ¿Quién puede juzgar la pedagogia de Dios?, espero que llame a esa pobre mujer, si es verdad, y le pida perdón. Si acepta la crítica al no hablar en una enciclica, exhortación, homilia…creo que puedo expresarme asi, si fuera verdad. Me cuesta creer que lo sea, prefiero pedirle yo perdón Sr. Jorge (Papa Francisco) al ser usado por los medios… No sea ambiguo!! La paternidad responsable es generosa!!
Perdonen que hable asi, pero cuando te tocan a una madre…
Esperamos mañana una entrada con lo de los conejos… Madre mía, será para compensar lo del puñetazo.
Te lleva mucho tiempo discernir? Vamos, como la víspera del nombramiento del Papa Francisco. Se ve que estabas poseído del mal espíritu. Qué fatuidad y qué necedad la tuya. No llames discernimiento a lo que no es ma´s que prejuicio y anormalidad cerebral.
Ningún comentario sobre el excepcional viaje de Francisco? Sólo el de la llegada?
Tengo ententido que don Juan del Río estuvo a punto de salir hace tiempo del arzobispado castrense, quizás a Madrid, y que su sustituto en el mismo iba a ser don Celso Morga. Pero parece que todo se complicó…
Se habla mucho de Vidal y Bastante en el caso de pederastia en Granada, sacado oportunamente cuando los obispos estaban reunidos en asamblea. Alguien les pasa la información sobre el caso de ese joven, ahora miembro del Opus.
Quizás hoy se puede apreciar quien maneja el caso. El medio de Apezarena, socio del Opus que anunció «la conquista del trono» quince días antes de la abdicación de Juan Carlos, El Confidencial Digital hablando del cambio del obispo de Granada, y otros en cadena:
«La situación de don Javier Martínez podría desencadenar cambios inminentes en el mapa episcopal de Andalucía»
http://www.religionconfidencial.com/diocesis/Cambios-inminentes-mapa-episcopal-Andalucia_0_2420757901.html
xom:
Las fuerzas armadas no llegan actualmente a unos efectivos de 130.000, pero los familiares de los militares están en la misma situación que estos y por supuesto los retirados. El CNP, por supuesto que no forma parte de las Fuerzas Armadas, pero creo que a efectos del Arzobispado castrense están asimilados a estos y al menos les prestan algún tipo de asistencia.
Si efectivamente el CNP estuviera de alguna forma bajo la jurisdicción del arzobispado castrense o asimilado, el número de fieles sería de cerca de un millón. Ello sin que sea incompatible con una especie de jurisdicción doble con la diócesis de residencia, en al que seguramente llevarán la práctica religiosa.
Don Paco, De nuevo la CEP borra a Mons. Livieres de la lista de Obispos http://realidadcatolica.blogspot.com/2015/01/de-nuevo-la-cep-borra-mons-livieres-de.html
El «cetro» al que Usted se refiere, palurda Pitusa, es un báculo. Un ornamento litúgico que la Santa Iglesia de Dios sólo permite usar a los obispos y a otras pocas personas. Se trata de un bastón que recuerda por su forma al cayado , un palo largo terminado en corva que todavía hoy usan los pastores para agarrar a las reses -especialmente las ovejas- que se desmandan y van camino del despeñadero.
Y no, no es de oro. El de la foto, que yo he tenido personalmente en las manos, es de un metal -probablemente una aleación de hierro y níquel- sometido a algún proceso de dorado. Quizá sepa -aunque la lerdez de su pregunta me anima a sospechar que lo ignora- que el ser humano emplea desde antiguo lo dorado para revestir objetos y personas de especial dignidad. Justo la que corresponde a un objeto sagrado, como el báculo de un obispo.
Pues yo soy de dos pocos amigos que te reconvienen de tal simpatía hacia Juan del Río. Y tengo motivos sobrados para ello.
Una pregunta sobre algo que ignoro y que quizás pueda contestar alguien: ¿la Guardia Civil está bajo la jurisdicción castrense?
En caso afirmativo, como supongo, la importancia del arzobispado es considerable en términos de fieles bajo su influencia, pues alcanzaría al menos a unos 350.000 de las fuerzas armadas + otros 350.000 de la Guardia Civil, ya que incluye al personal en activo y retirados y sus familias.
Vidal coloca a don Juan en Granada. ¿Qué opina usted de tal nombramiento? ¿Mejoraría a don Javier Martínez o no? ¿Sería preferible a otro que suena mucho, Adolfo González, o no? ¿Es más cercano a Osoro o a Cañizares?
¿El cetro que lleva en la mano el obispo es de oro?