| 02 octubre, 2018
Es un dicho consagrado el de que nadie es profeta en su tierra pero datos objetivos parecen extender ese alejamiento a otros lugares. Desde Chile a la misma Plaza de San Pedro cada vez más vacía.
El análisis de Wanderer es demoledor y parece responder a la realidad.
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http://caminante-wanderer.blogspot.com/2018/10/stanno-tutti-bene-i.html
A que en el mismo cite a esta cigüeña en dos ocasiones sólo puedo responderle con mi sorpresa agradecida.
Me parece muy buen post el de Wanderer. Real e informado. Sobre san Juan Pablo II también creo que lleva razón. Su canonización o no, no entro a valorarla porque no soy quién y, por supuesto, valoro todo el bien que hizo; las canonizaciones rápidas «subito», nunca han sido el marchamo de la Iglesia que, incluso con santos muy milagreros después de muertos, no ha solido hacer excepciones (no sé si habrá habido algun/os casos. Que haya sido grato a Dios no lo dudo, pero muchos de sus gestos llamaron negativamente la atención. Ahora, conocido públicamente datos que no teníamos los católicos de a pie, queda la perplejidad. La vía tomada después del Concilio, de no querer condenar nada ni a nadie, ha sido nefasta. Es verdad que se insistió mucho durante el pontificado de JPII en hacer lo positivo: promulgar documentos, el Catecismo, etc. etc. Pero esta pedagogía, tan de moda y blandiblu, no llega a buen puerto; lo positivo es lo principal y alentar a lo bueno, pero hay también que poner ciertos temores y cortapisas para que el mal avance, sino por ahí el mal crece. Mater et magistra, la Iglesia, sabe también de correción por fuerza del amor de caridad real, no «bonito» sin más.
El ataque de Wanderer contra san Juan Pablo II es desmesurado, injusto, y desde luego carente de fundamento. Si su objetividad con Francisco es la misma, poco crédito merece, pese a su evidente esfuerzo argumentativo.
Demoledor.Claro que Su Polaquismo Cracoviense tampoco sale guapo en el análisis.
Los pecados se juzgan a cada uno, un Papa no es responsable de los pecados de los demás, ni siquiera de inoperancia, cuando estan escondidos. Ahora se han hecho públicos y sí es responsabilidad de las jerarquias remediarlo en la médida que puedan. No sabemos lo que conocia Juan Pablo II de esto, asi pues no se le puede juzgar. Por mi parte no me cabe la menor duda de que no tenia ni idea de lo de Maciel ni del resto, aqui los unicos responsables son los protagonistas y los que taparon todos sus crímenes.
Nadie puede borrar todo el bién que él hizo, muchas personas se decidieron a seguir a Jesucristo gracias a lo que el trasmitia, y gracias a sus viajes gente de todo ese mundo lejano y aislado como Africa recibieron su alegria y ánimo .
Algunos cánceres permanecen ocultos muchos años, la persona hace vida normal, e incluso apesar de examenes médicos no se ven hasta el final.
Este que padece ahora la iglesia es el que tenemos que mirar como solucionar, lamentar el pasado es una pérdida de tiempo, menos acusaciones y más oración y santidad es lo que seguramente está esperando Dios de nosotros para renovar su Iglesia.
En el caso de Maciel el problema era que TODAS las denuncias contra él hasta el siglo XXI habían sido desestimadas porque en TODAS ellas los denunciantes se retractaron. Sumando esto a que en su Polonia natal era habitual el desacreditar a sacerdotes incómodos con acusaciones sobre su vida privada (p.e. Jerzy Popieluszko) —haciendo así más fácil que Wojtyla creyera que todo era una conspiración para desacreditar a Maciel—, a que Juan Pablo II era incapaz de pensar mal de un sacerdote, tan elevada era su visión del sacerdocio; y a que Maciel tenía muy buenos protectores (el nefasto y corrupto Sodano —que parece querer convertirse en ejemplo viviente de que hierba mala, ¡pero que muy mala, oigan, pésima! nunca muere— y el amigo personal de Juan Pablo II Stanislaw Dziwisz), culparle de todo lo que pasó con Maciel me parece una grave injusticia.
La crisis de la Iglesia está provocada conjuntamente por Bergoglio, quien a mi juicio es antipapa, y por las fuerzas que lo ayudaron a usurpar la silla de Pedro y hoy lo sostienen. Dichas fuerzas internas eclesiales son las mismas que combatieron al santo polaco y a Ratzinger cuando estaban en la cumbre de la Iglesia; hoy conforman el partido bergogliano. Un sólo ejemplo, entre varios: Religión Digital y su troupe.
Hay otros, sin embargo, que se sacaron la careta y se muestran ahora con su rostro real. Es lo único positivo de este «papado»: permite saber indubitablemente quienes son los enemigos de la sana doctrina católica. Bergoglio pavimenta que salgan del closet.
Juan Pablo el que besó en público el Corán, alabó imprudentemente a Maciel, firmó nombramientos como el de Bergoglio, dispuso de más años que la mayoría de Papas de la Hª y los gastó en fastos ilusorios y pirotecnia viajera -¿de qué han servido los al menos 6 que hizo a España?-. Con muchas diferencias hay muchas analogías entre él y Rajoy. Encarnan ambos a su manera una gran oportunidad perdida y eso sólo desde el sentimentalismo se puede negar. ¿Pero es que el estado en que dejó la Iglesia después de uno de los pontificados más largos de la historia es como para proclamar sus virtudes heroicas EN CUANTO PAPA? Aparte del citado beso al Corán, Jornadas intereligiosas Asís 1 y 2, peticiones de perdón al mundo porque si era a Dios las podía haber hecho en privado, asesinatos del comandante de la Guardia suiza y señora con «suicidio» posterior del presunto asesino que siguen sin aclararse lo mismo que el de su predecesor inmediato, elogio público a Maciel, etc, etc ¿no hubiera sido más sensato dejar la persona de Juan Pablo II rodeada de un piadoso silencio?
La crisis de la iglesia no viene de Bergoglio, yo no sabría poner a cada uno en su lugar de culpa, pero desdel el Vaticano II todo poco a poco se fue derrumbando, quizás con Juan Pablo II pareciera que todo iba bien porque tenía a su favor un montón de movimientos, pero en muchas iglesias locales los párrocos y no digamos las órdenes religiosas se pasaban por el arco del triunfo la doctrina de la iglesia y hacían lo que les daba la gana. Las crisis no vienen de golpe se van gestando creo yo, lo que pasa es que ahora una gran parte del clero y las órdenes religiosas ya se han destapado y dicen lo que realmente piensan, no se andan con componendas y parece que todo es fenómeno Bergoglio, pero este hombre sólo es la última pieza importante pieza desde luego en el derrumbe, pero sólo la punta del volcán.
un buen comentario.
Una lástima que Wanderer censura cuando discrepamos con él. Me encantaría desmontar sus falsedades sobre San Juan Pablo II pero desde aquí no lo voy a hacer.
No obstante, The Wanderer hace a Juan Pablo II principal responsable de la crisis actual de la Iglesia.