Desde que el Concilio Vaticano II, en los años 60, optase por el «diálogo con los marxistas», sectores de la Iglesia han llegado a colaborar con sus antiguos exterminadores, y hasta a pedirles perdón; y hoy su jerarquía muestra indiferencia total ante la profanación del Valle y de la tumba de Franco, que la salvó justamente del exterminio. Son hechos, digamos, llamativos.

Como si la Conferencia Episcopal tuviera algo que decir en todo este asunto (Pista: no, no lo tiene). ¿Qué parte de la frase «el Valle no depende de la archidiócesis de Madrid» —y por lo tanto tampoco de la CEE— no se entiende? Si hay que criticar a alguien, critíquese al abad de Solesnes, a los superiores benedictinos, al Dicasterio para la Vida Consagrada, al Secretario de Estado, y al Papa, que son los que sí pintan algo. Cobo, en esto, es un mero peón que ha hecho lo que le dicen. La CEE, en esto, no ha pinchado ni cortado nada. Y puesto que no ha pinchado ni cortado nada, ¿por qué tiene que opinar sobre algo que no le concierne? Y si opinara, ¿cree alguien que a estas alturas a alguien le importa lo que diga la CEE? Un principio básico de prudencia es «escoge tus batallas». Y si se intenta adoptar una actitud guerrera, se perderá, porque aquí el (des)Gobierno tiene la sartén por el mango. Porque resulta (a ver si nos informamos bien) que tanto la Abadía como la Basílica pertenecen al Estado (no a la archidiócesis de Madrid ni a la orden benedictina), de suerte que si el Estado quisiera recuperar la posesión, estaría en su derecho legal de hacerlo, y si quisiera convertirlo todo en un parque temático antifranquista (como sin duda muchos en Restar, Potemos y el CorruPSOE desean), también estaría actuando de forma perfectamente legal. Por lo que ha trascendido, la orden benedictina se queda en la Abadía, la Cruz (que muchos en la izmierda desearían arrasar) se queda, y se mantiene el uso religioso de la Basílica. ¿Qué más queréis? Puedo comprender que queráis mantener a Cantera junior como Prior (incluso si su provisionalidad ya duraba demasiado tiempo), pero ¿no os dais cuenta de que el precio puede ser que se impongan los más farrucos del (des)Gobierno y se pierda todo? Además, ni que fuera la primera vez que se tiene que llegar a una componenda con un gobierno hostil. ¿No hizo eso justamente Benedicto XV al revocar el «ni electores ni elegibles» y Pío XI con los Pactos de Letrán? Aceptaron el hecho consumado y básicamente desautorizaron a Pío IX (a quien se le ofreció algo similar por la monarquía de los Saboya), ¿por qué a ellos no se les critica? ¿Y qué me decís de Pío XI reconciliándose con la República masónica francesa, desautorizando así la política de resistencia a ultranza de San Pío IX? No es que me gusten este tipo de pactos, y creo que de PdrSnchz no te puedes fiar, pero comprendo por qué han hecho lo que han hecho.