SPECOLA
«El Papa Francisco buscaba el máximo secreto, pero puso las cosas en manos de inútiles, y se lo han publicado todo, evidentemente por ignorancia, peor. Un dato más del bajísimo nivel de la actual administración del Vaticano».
«Si la Iglesia católica tiene futuro, algún día nuestros hermanos se hagan una pregunta: ¿por qué en aquel momento, alrededor del año 2023, mientras las iglesias estaban vacías y todos los indicadores decían que los creyentes estaban disminuyendo, y el Papa no se preocupaba de la fe, sino del clima y de las personas LGBTQI? ¿Y por qué, en materia de clima, dio crédito a teorías «científicas» respecto de las cuales no había un consenso unánime dentro del propio mundo de la ciencia?. ¿Por qué el Papa abandonó su trabajo e hizo uno que no era el suyo?»
«La tragedia es que el Papa trata el tema del clima en documentos oficiales, pero lo hace con la misma despreocupación y la misma ignorancia, que apenas se permitiría en una sobremesa. ¿Y qué hacen los obispos? En lugar de recordar al Papa sus deberes, se lo toman increíblemente en serio: en sus diócesis organizan jornadas sobre el clima y la ecología, plantan árboles en lugar de cruces y hacen saber, con un desprecio poco común hacia el ridículo, que están tomando medidas para compensar de las emisiones de CO2 gracias a sus iniciativas ecológicas. Así, gracias a los ayudantes del príncipe, el drama pasa de farsa en farsa en un abrir y cerrar de ojos».
Aunque lo recomendable es leerlo entero.
Tenemos una desgracia de Papa; esa es la verdad.
Bergoglio, el papa cuñao…
Timoteo, guarda el depósito. Evita las palabrerías profanas, y también las objeciones de la falsa ciencia;
algunos que la profesaban se han apartado de la fe. La gracia sea con vosotros.
(I Timoteo 6, 20-21)
El Papa no tiene que dar crédito a ninguna teoría científica, ni unánime ni menos unánime. No es su competencia ni su misión.