Dos Iglesias

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DOS IGLESIAS
El recordado P. Julio Meinvielle profetizó que algún día podrían convivir dos
Iglesias: la de la publicidad y la de las promesas.
Pensamos que es lo que sucede hoy cuando nos hablan hasta el hartazgo del
cambio climático, de la ecología, de la fraternidad universal, de la opción por los
pobres, del diálogo, del cuidado de la casa común, del pluralismo, etcétera, etcétera. Es
la Iglesia de la publicidad.
Pero mientras tanto y bajo el mismo Papa existe, sufre, lucha contra el mal e
incluso crece en algunos lugares -no en España ni en la Argentina donde camina hacia
la extinción salvo en grupos muy minoritarios- la Iglesia de las promesas, enraizada en
la tradición de veinte siglos.
Hoy. El blog “Le Salon Beige” nos trae un ejemplo africano: En el Norte de
Ghana, la hermana Stan Therese Mumuni de las Hermanas Marianas del Amor
Eucarístico, una monja ghanesa, fundó un hogar para niños con discapacidades físicas y
mentales que fueron abandonados o amenazados de muerte debido a creencias
“tradicionales” de falsas religiones. De este modo ha salvado a más de 130 niños. En la
Casa de Nazareth para los Hijos de Dios, que ella misma creó, atiende actualmente a
120 niños, con la ayuda de otras 15 monjas y 35 empleados. Grupos de la Iglesia
apoyaron la construcción de un nuevo convento para la Congregación. Esas monjas no
se preocupan por la “opción preferencial por los pobres”, sino que han elegido otra
opción, ocuparse de los últimos, cuya vida podía peligrar por errores religiosos.
Este es un caso de monjas de color en África, pero también los encontramos en
Asia, en especial en Vietnam donde a pesar de un régimen comunista bastante tolerante,
el catolicismo crece. Esto debemos aclararlo no sucede en Corea del Norte y en otros
países bajo el comunismo donde la persecución es brutal,
La Iglesia de las promesas es perseguida; a veces desde fuera y otras veces desde
la Iglesia de la publicidad. Existen tantos ejemplos, pero hagamos referencia a dos: el
cierre del Seminario de San Rafael en nuestro país con el argumento esgrimido por el
obispo del lugar que los seminaristas no querían recibir la comunión en la mano y el de
las diez ordenaciones de la diócesis de Frejus-Tolón suspendidas desde hace más de un
año, sin dar ninguna razón.
Esta locura nos debe mover a reflexionar y preguntarnos: ¿Cuál fue el motivo
real del cierre del Seminario de San Rafael, el más numeroso de la Argentina? ¿Cuál es
el motivo de la suspensión de las ordenaciones francesas? Y además ¿Por qué no tienen
problemas las diócesis sin vocaciones y los seminarios que agonizan? ¿Sobran los
sacerdotes en Francia y en la Argentina?
Bernardino MONTEJANO
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