Don Juan Miguel Ferrer, despedido, algunos dicen que sin los más elementales modos, de la Congregación para el Culto Divino, uno de los más ilustres liturgistas de España, ha vuelto a su cabildo toledano. Y en la iglesia del Salvador celebró el domingo Laetare por el modo extraordinario del rito latino. Acción Litúrgica, excelente página que testimonia permanentemente la piedad y la belleza de la liturgia católica cuando es tal, sin acepción de ritos o modos aunque el extraordinario sea su preferido, nos deja un buen reportaje fotográfico de la celebración. http://accionliturgica.blogspot.it/2015/03/domingo-de-laetare-en-toledo.html Tengo del que fue subsecretario de Culto Divino óptimo concepto como liturgista y me alegra que no se acobarde ante la celebración por un modo que muchos, en muy altos puestos, incomprensiblemente odian. Los beneméritos sacerdotes del Salvador lo mantienen en Toledo con celo admirable. Y sin ningún talibanismo. Cuando su iglesia matriz, Santo Tomé, les reclama ante una necesidad para celebrar por el modo ordinario allí están sin el menor problema. He oído a su párroco deshacerse en alabanzas por su colaboración. Y también cabe resaltar la comprensión de los dos últimos arzobispos primados, Don Antonio y Don Braulio, con ese legítimo deseo de parte, aunque sea pequeña, de sus fieles. El cabildo primado es, como tantas cosas en Toledo, un modelo de institución. Creo que ninguna otra catedral hispana puede gozarse con un cabildo así. Dignísimos casi todos ellos y además en buen número. Desde Evencio Cófreces, de quien no guardo buen recuerdo, han estado al frente del mismo dos deanes notables: Don Santiago Calvo y Don Juan Sánchez. Ambos personalidades reconocidas en la ciudad. Don Juan lleva ya años con su cargo caducado, donec aliter provideatur, y Don Braulio hasta el momento no ha proveído otra cosa. Gracias a lo cual los toledanos y los visitantes pueden disfrutar de la maravillosa sacristía que ha dejado para la posteridad Don Juan Sánchez. Entre bastantes cosas más. Entrar hoy en ella, con la maravilla resplandeciente del Expolio al fondo hace que nada más cruzar el umbral de la misma se le ponga a uno el vello erizado. Pues a ese ilustrísimo cabildo ha regresado Juan Miguel Ferrer. Mi deseo es que por poco tiempo. Y que Cañizares, a quien tan bien sirvió como vicario general y subsecretario, logre llevárselo como auxiliar a Valencia. Pero si así no fuere no vuelve usted a mal sitio. Al cabildo más ilustre de España. Y no por primado. En Toledo hay un problema difícil y distinto al de otras catedrales españolas. En la gran mayoría de las mismas la cuestión es, ante tanta nulidad, ¿a quién hacemos deán? El problema de Don Braulio es otro: ¿Entre tantos destacados a quién elijo? Personalmente creo que por el bien de la catedral ojalá dure la prórroga de Don Juan Sánchez. Pero, llegado el momento, que tiene que llegar, tiene muchos candidatos que lo harían muy bien. García Magán, Ortega, Ferrer… Pero si Ferrer tuviera ya ese otro destino, que me alegraría mucho, y Don Gerardo no cambiara la bicoca que hoy disfruta, y tanto, no hay más que oírle sus doctísimas y enamoradas explicaciones de su cuadro, que los oyentes hasta podrían dudar en si lo habría pintado él porque lo sabe todo y lo cuenta de diez, tendría en Don César un sustituto óptimo. Es mi pobre opinión que para nada condicionará la de Don Braulio. Bueno es él para permitir que alguien se le suba al báculo. De todas las fotografías que nos trae Acción Litúrgica quiero ilustrar la entrada con la genuflexión en el Evangelio de San Juan. Hay que recuperar el arrodillarse ante Dios y su Encarnación. No lo miréis como crítica al Papa porque no lo es. Acabamos de presenciar su esfuerzo por hacerlo en el confesonario de San Pedro. No puede. O puede tras ímprobos esfuerzos. Nadie critica que persona con imposibilidad o notables dificultades no se arrodille en la consagración. Pero hay que volver a arrodillarse ante Dios. Siempre que se pueda. Porque ante Él doblará toda rodilla. En el cielo y en la tierra. Y una vez más me he vuelto a perder. Porque hoy lo que quería decir es que muy bien, Juan Miguel Ferrer, con tu misa Laetare, que me caes muy bien, que eres un lujo en el cabildo primado y que ojalá llegues a ser obispo auxiliar de Valencia. Y conste que sólo he cambiado contigo tres palabras en una ocasión y que comprendo tu reserva de entonces al servicio de quien estabas y a quien yo no ponía de bonito. También he de decirte que mi opinión sobre esa persona ha cambiado porque me dicen que en Valencia lo está haciendo muy bien. Yo no tengo listas negras.
Don Juan Miguel Ferrer en Toledo
| 20 marzo, 2015
Hay que arrodillarse igualmente al final cuando se recibe la bendición, porque es de Cristo mismo. Siempre siempre se ha hecho así.
Hay exorcistas que cuentan las risas de los demonios porque nadie recibe bendición alguna al recibirla irrespetuosamente de pie.
Don Alfonso: No le conocí personalmente pero a un grupo de amigos que fueron a solicitarle algo, en lo que yo también participaba aunque no estuviera presente, les trató con una chulería que no era de recibo. Entonces no tenía yo el Blog por lo que se fue de rositas.
Estimado don Francisco José:
Lástima que no conociera y tratara usted a don Evencio Cófreces Merino, gran sacerdote en todo.
De el si se podía decir aquello:»¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Siempre se ha de decir lo que se piensa? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?».
Alfonso Garzón
Con LN una vez más. El odio a la Misa Tradicional es satánico.
Sin duda la supresión del «último Evangelio» (creo recordar que se llamaba así, pero han pasado 50 años) fue un gran triunfo de los enemigos. Y es importante su lectura, aunque como seía en latín y de prisa, sólo se enteraba el celbrante que lo recitaba de memoria, porque es el trozo de Evangelio donde se dice más claro que Jesucristo es Dios.
No recuerdo lo de arrodillarse para su lectura, pero como digo, es normal, el tiempo no perdona.
Le ha faltado decir en el abismo. «… toda rodilla se doble en el Cielo, en la tierra y en el abismo.» Al parecer los del abismo están muy felices ahora porque no tienen que doblar mucho la rodilla.
El odio a la venerable Misa Tradicional solo viene de un conocido por todos: ¡¡¡SATANÁS!!!
Por tanto, todo el que odia esta Misa es discípulo de Satanás. Para qué nos vamos a andar con chiquitas.
Sacerdote verdaderamente EJEMPLAR
¿Despachado de la Congregación del Culto Divino con malos modos ? Es el Noivus Modus desde le Vaticano II, un tiempo en la Religión Católica en el que impera la prepotencia y la falta de respeto a los fieles, pues si los modernos de nuestro tiempo moderno quieren y les va el Novus Ordo, quienes son o somos menos modernos de nuestro tiempo moderno nos sentíamos felices con el Ordo continuus de San Pio V, del que por cierto este servidor de ustedes no ha podido desde entonces disfrutar como Liturgia Sacramental de la Santa Misa. Pisoteando mis derechos de ciudadano de la Iglesia estos señores prelados tan prepotentes contra nosotros y tan laxos y averiados con todas las ocurrencias de innovación imaginables de celebrantes novus-ordinarios.
No cabía esperar otras maniobras despóticas a pesar de legalistas que ir expulsando a los mantenedores de la LITURGIA CATÓLICA de puestos de responsabilidad desdeel punto y hora que el cardenal Piacenza fue defenestrado para poner un nuncio Stella como primera providencia francisquita. Muy penoso.
Pero es que desde el Vaticano II a los sacerdotes de base que en conciencia han defendido la Liturgia sacramental Modus catholicos sus obispos se supone que por mandato o ratificación de los Nunciaturos respectivos los han ido dejando sin «misióm canónica» al guna ya hasta sin medios de vida .¿Cuándo nos respetarán quienes en la actualidad detentan el Poder religioso en nuestra santa Religión Católica que no queremos derivar a la religión interconfesional?
¡Se extrañarán del valor a toda prueba de mons. Lefebvre!. Y ahora del caso Williamson. Y asi seguirá el desgarro y el disparate. Haber conculcado la Encíclica Mortalium animos de Pio XI necesariamente traería consecuencias desatinadas. Dios nos juzgará a todos, también al episcopado colegiado corresponsable pero uno a uno.
Pero la cosa no paró en aquella primera Misa con el Ordo de 1965, sino que en 1969 vio la luz el terrible Novus Ordo Missae, que inflingía muy serias mutilaciones a la venerable Misa de San Pío V y establecía nuevas plegarias eucarísticas, algunas de las cuales cuando menos muy dudosas sobre el carácter sacrificial de la Misa. Si no hubiera sido por monseñor Lefebvre, instrumento providencial del Señor, monseñor Ferrer jamás hubiera rezado el segundo evangelio.
Me asombra que no guarde buen recuerdo de Don Evencio Cófreces Merino. Yo, sí.
Ahora que se cobra por entrar en casi todas las Catedrales de España -avaricia sacrílega- recuerdo que el bueno de Don Evencio decía que mientras él fuera Deán de la Catedral Primada -Maravilla del Orbe Cristiano y maravilla para el Papa Juan Pablo II quien dijo al entrar en ella en 1982 «Alabado sea Jesucristo en esta maravillosa Catedral»- mientra él -Don Evencio- fuera Deán no se cobraría ni un céntimo.
Nadie es perfecto y creo que este buen sacerdote podría haberse callado sus malos recuerdos.
¡Qué cosas! Pablo VI se estara revolviendo en su tumba. Tanta reforma para volver otra vez al punto inicial. O para comenzar el viaje de vuelta. Hace cincuenta años este desafotunado Papa celebraba la primera misa reformada y ahora un antigo secretario de la Congregación de Ritos vuelve a leer el segundo evangelio. Por el camino, la Iglesia cas desaparece. De ochocientas ordenaciones al año en 1964, un poco antes de aquello, a las poco más de cien del año 2014.E l fruto del Concilio.
Por cierto, en la FSSPX dicen en voz alta el Introibo in altare Dei y los fieles respondemos.
Monseñor Ferrer Grenesche será (eso espero) un excelente auxiliar en Valencia.Deseo que su nombramiento no se demore ni lo más mínimo.