O eso leo. Tiene 91 años y se le ve ya muy acabadito. Como un abuelete en una casa de ancianos. No parece capaz de escribir no ya un libro, ni siquiera un artículo de dos páginas. Si hay libro se lo habrán escrito otros.
Tengo de Díaz Merchán el peor de los conceptos. Ya ni le visten como obispo y ni siquiera como sacerdote. Pero esa imagen, penosa, los años son así, me despierta simpatías que nunca sentí por él. Qué el Señor le acompañe y le cuide en sus últimos tiempos hasta que le reciba en su gloria. Pero de libros, parece que poco. A juzgar por la fotografía.
Se había ido hace mucho y pienso que sin sentimiento de nadie. Bueno, de Gómez Cuesta sí. Su etapa, en la que llegó a presidir la Conferencia Episcopal, me pareció pésima. Y ahora ya no es nadie. Un obispo emérito, muy mayor, del que ya no hay quien se acuerde. Salvo cuatro viejos como yo.
Pus sic transit gloria mundi. Y si es escasísima la gloria con mayor motivo.
Pues tampoco me sale la fotografía. A ver si la recupero.
Lo conseguí.
Pues ha vuelto a desaparecer. Si es que las habilidades informáticas no son lo mío.
A mi me ordenó él en la diócesis de Guadix. Hacía 3 meses que se había clausurado el Concilio Vaticano II. A mi me pareció siempre un buen obispo con una buena formación. Supongo que el libro si no lo ha escrito, lo habrá dictado.
No seáis rencorosos.
Galería de fotos de la presentación de «El Comercio»:
http://www.elcomercio.es/asturias/presentacion-libro-gabino-diaz-merchan-20171129163419-ga.html
Aunque sería injusto culparle de todo lo que pasó en la Iglesia en los años 80, hay dos cosas que sí son enteramente responsabilidad suya: la pasividad mostrada por la CEE ante la aprobación de la ley del aborto, y sobre todo, la aceptación de la LODE, que su secuaz Yanero hizo tragar a la fuerza a los colegios católicos (entonces muchos todavía lo eran). En este último caso, la actuación de la CEE fue simplemente lamentable: la «fragofobia» intensa de Merchán le hizo hasta boicotear activamente las manifestaciones anti-LODE sólo porque en ellas participaba Fraga.
Carmencita: Yo no me creo nada que no tenga que creerme y todos mis libros, unos cuantos, me los he escrito yo. Entre otras cosas porque uno no dispone de negros que puedan escribirle libros ni tiene dinero para pagárselos. Los obispos pueden tener negros. Y los Papas también.
Si tuviera usted un mínimo de sindéresis se habría enterado de que yo no sostengo que Díaz Merchán fuera incapaz de escribir un libro o un artículo de dos páginas. Tonto nunca lo fue. Lo que dije es que a sus 91 años y con el aspecto que tiene por la fotografía no me parece que haya podido escribirlo.
«No parece capaz de escribir no ya un libro, ni siquiera un artículo de dos páginas. Si hay libro se lo habrán escrito otros». Se cree el ladrón que todos son de su condición.
Si vive un par de meses más, entrará en la lista de los cien prelados más ancianos de la Iglesia.
José Diaz.
Te lo devuelvo por pasiva. Decir que el Blogger calumnia, es calumniar. Calumniado!
Este hombre fue una auténtica desgracia para la iglesia asturiana, la cual quedó arrasada tras sus más de 30 años de funesto pontiicado. Y ahora se dedica a escribir libros,…., dado su aspecto de abuelete jubilado con sus camisas de leñador, de esas guiesas anda por Oviedo, todo parece indicar que su alma gemela el actual párroco de San Pedro de Gijón, el cual actuó como presentador del libro, debió cooperar con algo más que con la presentación,en fin sea todo sea por pagarle a Don Gabino los encomiables esfuerzos del manchego para que el entonces vicario general fuera nombrado obispo auxiliar. Cosa que gracias a Dios no se logró, porque en Roma habia un Papa Santo, en España un nuncio inteligente y sobre todo porque el candidato sufría una aguda insuficiencia mitral.
Por favor Don Gabino siga jugando con el ordenador pero no nos venga a dar consejos a estas alturas,…, oración y penitencia, mucha penitencia,….
Como asturiano no puedo estar más de acuerdo con don Francisco José. Desde que nací hasta que a los 28 me fui de Asturias por motivos laborales, no vi otro obispo que él. Siendo justos, era un tipo afable y que parecía decente en lo personal. Sin embargo, como arzobispo, fue una auténtica calamidad para la archidiocesis de Oviedo. Entregado en manos de la izquierda política y sindical, dejó la diócesis en manos del club de Roma, grupo de curas muy progres, amantes de la buena vida, que hicieron y deshicieron lo que les vino en gana, espantando a muchos buenos cristianos. Sobre el desmadre de tanto cura asturiano durante su pontificado todavía no se ha escrito apenas nada, pero el asunto daría para larga novela de despropósitos por la falta de todo control en lo moral, espiritual y económico que tuvo lugar entonces.
Sirvió perruna y fielmente a la poderosa izquierda asturiana, sin incomodarla jamás y se jubiló dejando la archidiocesis completamente arrasada, con la excepción de una serie de parroquias con fuerte protagonismo de grupos católicos que no tuvieron nada que ver con él. Encima, como predicador de homilías era un total desastre que aburría a las piedras. En este aspecto hay que agradecer que se dejara ver poco.
Su sucesor, don Carlos Osoro, hizo lo que pudo – bastante bien – para recomponer el desastre que había dejado don Gabino.
En fin, que siga descansando. Y aver si se jubilan de una vez sus calamitosos curas mimados del grupito de Roma.
Hace mucho que no leo nada de él, y tampoco le veo porque no frecuento la Casa Sacerdotal, como cuando cantaba en la Schola de la Catedral, y en algunas ocasiones presidía alguna Misa. Confieso que siempre le he tenido aprecio y cariño, y en cada lugar que le vi ejerciendo su ministerio episcopal me pareció un buen pastor de su diócesis, y que estaba al lado de sus sacerdotes y diocesanos.
Desde luego que Asturias no es fácil para el obispo, y lo puede acreditar alguno que pasó por aquí y se la hicieron pasar de a quilo, como se dice. Don Jesús, creo que lo lleva bastante bien, y tiene el mérito de imponer cierto orden, a pesar del mal recibimiento que le dispensó la progresía montaraz, que desde luego creció en la época de D. Gabino, época de manga por hombro. clásica en el relativismo, y de la que aún sobreviven algunos ejemplares.
Desde luego que yo tampoco voy a comprar su libro, pues ahora estoy leyendo Dios o nada del cardenal Robert Sarah, que me está emocionando, conmoviendo y edificando, y que luego seguiré con el último que ha sacado este magnífico cardenal de nuestra Iglesia.
Un libro que nadie leerá. ¿ Seguro que tiene algo que decir ?
Como siempre, calumniando. Y se queda Ud tan agusto mientras otros obispos le sonríen y bendicen beatíficamente. No tiene Ud arreglo. Qué pena y qué rencor.