Disparan contra la archidiócesis de Toledo

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Y de paso contra su arzobispo emérito

Lo grave es que desde las páginas de El País que debe ser el generalista más leído en España. Cierto que en una militancia anticatólica que pone en notable duda su imparcialidad. Que al diario le gusta eso parece más que evidente, que sea verdadero, cosa que no niego en absoluto, habrá que probarlo. Y  no darlo por seguro a confesión de parte ya que eso  puede ser más falso que el alma de Judas.

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No voy a enlazar el artículo pues no tengo ninguna  prueba de su veracidad. Daño va a hacer aunque fuera falso. Y si no lo es, más.

Este escándalo permanente no tiene más solución que la desaparición definitiva de toda esta basura de la iglesia. Si alguien pensaba que Francisco  era la renovación creo que ha perdido ya sus esperanzas. A ver si el sucesor…

Comentarios
19 comentarios en “Disparan contra la archidiócesis de Toledo
  1. Los que conocemos al sacerdote en cuestión sabemos que esa acusación es completamente falsa. Los jueces que por TRES VECES HAN SOBRESEIDO la causa, también.

    Va siendo hora de que la Conferencia Episcopal Española plante cara a los falsos denunciantes poniéndoles una demanda que de verdad les escueza. Como no creo que sean capaces de hacerlo corporativamente, animo al Arzobispado de Toledo a que lo haga por su cuenta. Así protegerá a sus sacerdotes, su floreciente seminario, y sobre todo A LA VERDAD.

    Animo Sr. Arzobispo, que aunque los enemigos sean muchos son muy cobardes. Convoque una rueda de prensa y deje las cosas claras. No presentar batalla es darles la razón sin que la tengan. Recuerde que QUIEN CALLA, OTORGA.

    El comentario de María María, en este mismo sentido, me parece perfecto. No faltarán abogados con amor a la Santa Madre Iglesia y a sus buenos sacerdotes que sepan y quieran hacer que luzca la verdad y protejan la honorabilidad de sacerdotes honrados.

    Estoy echando en falta un aluvión de miles de comentarios defendiendo a este buen sacerdote que JAMAS HA PEDIDO NADA y SIEMPRE HA ENTREGADO TODO Y SERVIDO Y AYUDADO A TODOS con su eterna sonrisa y discreción.

    Señores Obispos que le conocéis y os habéis beneficiado de sus sabios consejos, sé que rezáis por él, pero no olvidéis lo que dice el refrán castellano: A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO.

  2. OTRO CASO DE ABUSO SEXUAL POR PARTE DE ARRUPITAS, QUIENES LOS SIGUEN NEGANDO Y ENCUBRIENDO…

    «La prescripción es el mejor aliado de los pederastas»: la denuncia de una víctima de dos religiosos jesuitas

    Jordi de la Mata y su hermano sufrieron abusos sexuales por parte de dos religiosos de la congregación de los jesuitas. En esta entrevista con Andrea Ropero explica por qué cuándo pudo denunciar ya no sirvió de nada.

    Jordi de la Mata sufrió abusos por parte de dos religiosos y educadores durante su infancia. Eso le marcó de por vida: a los 16 años se fue de casa, consumió drogas y siempre ha tenido problemas para encontrar la estabilidad sexual y emocional.

    No fue hasta cumplidos los 37 que se vio capaz de verbalizar lo ocurrido y en 2019, cuando él y su hermano decidieron denunciarlo públicamente, el caso ya estaba prescrito. «Eso es lo que desgraciadamente está pasando en España, que la prescripción es el mejor aliado de los pederastas», cuenta. Aunque defiende que no haya prescripción de este tipo de casos, al menos pide que se amplíe hasta que las víctimas cumplan los 40 años, que es cuando generalmente se animan a denunciar.

    Sobre las investigaciones que ha realizado la congregación de los jesuitas para esclarecer los abusos de sus religiosos, De la Mata cree que «no están interesados en hacer búsquedas activas», y señala que mientras ellos han dado a conocer 81 casos en toda España, él «en un mes y sin recursos he conseguido encontrar 30 víctimas».

    Así, ha denunciado el proceso canónico, porque los sacerdotes «piensan que dejando que el tiempo transcurra las víctimas nos vamos a cansar», dice, y ha leído la carta que recibió de uno de sus abusadores.

    https://www.lasexta.com/programas/el-intermedio/andrea-ropero/la-prescripcion-es-el-mejor-aliado-de-los-pederastas-la-denuncia-de-una-victima-de-dos-religiosos-jesuitas_20210407606e1fb32b2c630001ae076f.html

    —o0o—

    Jordi de la Mata y su hermano Oriol sufrieron abusos por parte de dos religiosos en el colegio jesuita de San Ignacio, en Barcelona. Tenía unos diez años cuando sucedieron los hechos: uno de sus profesores le hacía que se acostase en sus piernas, con una regla le pegaba y luego le acariciaba el culo. El otro era «cariñoso y juguetón» y se hizo muy amigo de su familia, sus padres confiaban en él hasta tal punto que les dejaba bajo su cuidado, sin saber que les realizaba tocamientos cuando se quedaban a solas.

    Cuenta De la Mata que aunque llegó a pedir ayuda en el colegio en dos ocasiones, le pegaron collejas: «Así aprendí la lección y no volví a pedir ayuda», explica. Además, señala que en el colegio sabían de estos abusos que les ocurrieron también a más niños.

    Por estas circunstancias creció enfadado, a los 16 años se fue de casa, empezó a usar drogas y las secuelas continúan: «Sexualmente no he podido estar estable», cuenta, y a nivel espiritual se dice «roto», y sigue tratando de entender el por qué de lo ocurrido

    Cuando cumplió 37 años por fin pudo verbalizar lo ocurrido: «Mi padre a los dos años de saberlo se suicidó, tuvo mucha culpabilidad porque era el sacerdote, su hombre de confianza».

    Además, De la Mata ha denuncia que, como ocurrió en su caso «la prescripción es el mejor aliado de los pederastas». Por ello, pide que este tipo de casos al menos no prescriban hasta que las víctimas cumplan los 40 años, que es cuando suelen denunciar.

    https://www.lasexta.com/programas/el-intermedio/andrea-ropero/el-duro-relato-de-una-victima-de-abusos-en-la-iglesia-mi-padre-se-suicido-a-los-dos-anos-de-saberlo-tenia-culpabilidad_20210407606e1c8b5cf6d70001f62548.html

  3. El caso del que hablaba ayer el periódico ha sido sobreseído TRES VECES.
    Son precisamente la cantidad de aberrantes detalles los que nos hacen creer a los curas de Toledo que el caso es totalmente falso.
    Ese sacerdote dirige a muchos seminaristas y sacerdotes desde hace décadas en Toledo…
    El País está desesperado buscando casos por todas las diócesis que no terminan de aparecer en los números que ellos desean, como si Toledo fuese Boston…
    Dicho todo esto: a los culpables que los condenen y punto.

  4. Tiene mala pinta. Se dan muchos detalles y se comprende como el emérito no llegó a Cardenal y con seguridad el actual tampoco. Paco Cerro encima le nombra vicario, tela. Debería dejar de hacer tanto retiro y tanta charla repitiendo siempre lo mismo y centrarse en mejorar la selección de personal. Este escándalo conociendo al País, ya saldrá en el diario.es, público y demás morralla y tiene pinta de serial.

    1. No llegó a cardenal porque al Papa no le gusta la escuela toledana. A Cerro le quedan unos cuantos años por delante no sé si con este Papá o con otro.

    2. Ole tu Agustín el Primado actual es charlatán. Habla mucho sin decir nada .Es un Fray Gerundio…La mitra le viene grande y el capelo ya ni te.cuento.Que se vaya a la capelina mejor…

  5. después de leer la nota del Arzobispado de Toledo, me quedo con la desazón de no ver reflejado en ella un AVISO para las posibles denuncias que pueden ir surgiendo para ensombrecer una diócesis fundamental para las futuras vocaciones sacerdotales como es actualmente Toledo. Este AVISO sería el siguiente: «En caso de demostrarse la inocencia del sacerdote tal …., la Archidiócesis emprenderá medidas legales contra los DENUNCIANTES, pidiendo una indemnización de UN MILLÓN DE EUROS por el DAÑO IRREPARABLE A LA HONORABILIDAD de los SACERDOTES FALSAMENTE DENUNCIADOS».
    Si no se pone esta advertencia, las denuncias pueden ser un medio de vida para todos los desalmados que pasen por los Colegios, Seminarios, Catequesis, etc. de cualquier Diócesis española… Y el periódico «El País», aplaudiendo con las orejas….
    Hay que condenar taxativamente a los DENUNCIANTES FALSOS, que son muchos… Lo digo por experiencia propia. y EL DAÑO ES IRREPARABLE…!!!

  6. Según leo va de presuntos abusos. Relata el País que ni Brauli tomó medidas ,ni Opaco Cero tampoco es más lo nombre miembro de la Vicaría del clero…A ver que dice el Primado…

  7. Por mucho que el País milite contra la Iglesia Católica, refiere tal cantidad de detalles y documentación: informes psicosociales, de médicos forenses,…, que resulta difícil de creer que sea falso. Es hasta la fiscalía la que pide la reapertura del caso.
    Y la respuesta de Braulio a la madre de la víctima cuando le denunció el caso («el problema era de los afectos desordenados del chico y lo llevaría a la oración»), incalificable. Retrata la calidad humana, moral y espiritual del sujeto. Que, por cierto, según me dijeron, no dejó muy buen recuerdo en Valladolid. No sé si por algo parecido.

    1. Haga honor a su nick e investigue. Uno de los sacerdotes que cita fue absuelto por la justicia de Perú. El país no cita las tres veces que fue sobreseído el caso, por no tener ni pies ni cabeza. La tragedia es que en la Iglesia la justicia vaya a golpe mediático sin importar la verdad. No entiendo como después del caso de los Romanones no se gastó lo que hubiera sido preciso para una causa contra ese panfleto por difamación. La conferencia Episcopal está a otras cosas menos proteger a inocentes. Vaya tela.

      1. Tú mejor que no hagas caso a tu nick. Yo me he limitado a expresar mi legítima impresión, de forma bastante aséptica. Así que lecciones ninguna. El País merecerá poca credibilidad, pero la institución eclesiástica y buena parte de los que están en sus curias no necesitan ciertamente aprender, en falta de principios y corrupción, de El País.

        1. No es cuestión de legítima opinion, es cuestión de que el País miente en este caso, que es a lo que me refería. No cita lo del triple sobreseimiento ni la absolucion civil del otro al que calumnia. Por otra parte yo siempre estoy dispuesto a aprender de quien tenga más información y jamás he entendido eso de no querer recibir lecciones. La única cuestión es que lo que se dice sea verdad o no.

  8. LOS ARRUPITAS SIGUEN NEGANDO Y ENCUBRIENDO ABUSOS:

    «Un denunciante de abusos en los jesuitas de Alicante acusa a la orden de desoír su caso desde 2010»

    «La Compañía archivó su causa tras un proceso canónico irregular en el que no se le tomó declaración y mantuvo al acusado en el internado por no existir ‘peligro para los alumnos'»

    Cuando Pascual Rodríguez (nombre ficticio) leyó el mes pasado que los jesuitas admitían que miembros de la orden habían abusado de 81 niños en un siglo, sintió que se reabría una vieja herida. Como muchas asociaciones de víctimas, él también pensó que era una cifra “ridícula” y que muchas no figuraban en esa lista. Entre ellas, él. En 2010, denunció a la orden que había sufrido abusos cuando era alumno interno del colegio Inmaculada de los jesuitas, en Alicante, a manos del religioso J. M. M. en el curso de 1957 a 1958. Tenía 12 años. Según su relato, tuvo fiebre y le trasladaron a la enfermería, un dormitorio común donde se alojaban los niños que estaban en tratamiento. En ese lugar vio cómo el acusado, responsable de la instalación, abusaba de un compañero y luego lo hizo de él. Tras su denuncia, la Compañía de Jesús abrió una investigación interna, pero concluyó que no había indicios y la desestimó. No accedieron a la reparación que exigía la víctima y tampoco a retirar al acusado del contacto con niños porque “no existe peligro para los alumnos”. En realidad, Pascual asegura que ya en 1985 fue en persona al colegio e informó al rector y al jefe de estudios de los abusos, pero le ignoraron. También pidió que fuera apartado del contacto con niños. “Pero con el mismo resultado: negación. No tomaron ninguna medida”, explica. El jesuita acusado siguió décadas en el colegio, hasta la actualidad.

    Tras el rechazo de su denuncia por escrito de 2010, Pascual se sintió burlado porque todo el proceso fue “una broma de mal gusto, arbitraria e injusta”. “Encargaron la investigación a una persona del propio colegio y ni siquiera me tomaron declaración, simplemente le preguntaron al jesuita, lo negó y se acabó”, asegura. Es una irregularidad, pues escuchar el testimonio de la víctima y denunciante es un paso básico de un proceso canónico. “Se rieron de él, no se hizo según el derecho canónico, pues un investigador debe llamarle a declarar”, explica un jurista eclesiástico. Además ni le comunicaron el resultado y tardaron 10 meses en enviarle el decreto de resolución, que por otro lado tenía un apellido que no era el suyo. Los jesuitas no han querido dar su versión de lo ocurrido y aclarar si este caso fue bien gestionado o entra dentro de la etapa de encubrimiento del pasado, que han reconocido en su informe. En un cambio en su política de transparencia, señalan que tras presentar su investigación interna, ya no darán información de más casos a la prensa.

    El denunciante, frustrado y decepcionado porque no se le daba ninguna credibilidad, no se rindió. En estos 10 años ha escrito cartas y correos electrónicos a todos los estamentos de los jesuitas, entre ellos a varios provinciales, al anterior general de la orden, Adolfo Nicolás, y al prefecto de la Congregación de Doctrina de la Fe del Vaticano, Luis Ladaria. También ha escrito 35 mensajes a la Conferencia Episcopal (CEE), al Vaticano y al papa Francisco. “Solo ha habido silencio o negación”, resume. Señala una excepción, el jesuita Adrián López, psicólogo clínico, que le respondió para mostrarle su solidaridad, aunque lamentó no poder hacer nada. También la Pontificia Comisión de Tutela de Menores de la Santa Sede le contestó en 2018, pero solo para decirle que no se ocupaba de investigar casos individuales y transmitían su denuncia “a las autoridades eclesiásticas competentes”, pero no volvió a saber nada más.

    Ahora que la Compañía de Jesús ha pedido perdón a las víctimas y presentado su investigación interna, el denunciante cuestiona la validez del informe, pues se pregunta si han valorado todas las denuncias como hicieron con la suya. Según el estudio, a la orden le constan 15 casos en los que un jesuita fue acusado y absuelto, 10 de ellos en los tribunales. Según el testimonio de Pascual, el religioso se sentó en su cama y le realizó tocamientos en el pene: “Recuerdo que el responsable de la enfermería estaba sentado en la cama de otro niño, quizá dos cursos superiores al mío, y tenía un brazo metido en las sábanas de mi compañero mientras hablaba distendidamente, como si no pasara nada. Pensé que le estaba tomando la temperatura, pero pronto comprendí que no, porque hizo lo mismo en mi cama, tocarme el pene. Este suceso me ha acompañado toda mi vida. También me he preguntado a cuántos niños les haría lo mismo durante tantos años, hasta que se cerró el internado en 1980”. Este periódico ha contactado con esa otra posible víctima, pero se ha negado a hablar.

    La denuncia de 2010 fue tramitada a través del obispo de Orihuela-Alicante, que por entonces era Rafael Palmero. El denunciante fue a visitarle con su esposa para contarle su caso y el obispo trasladó la denuncia a los jesuitas. El provincial de la orden en Aragón, la zona que le correspondía, abrió una investigación interna. Al cabo de año y medio decretó que “no existe indicio alguno” y señaló las “dudas y contradicciones” de la acusación, aunque no detalló cuáles eran.

    Un caso con victimización secundaria

    En 2013, por indicación de su abogado, aunque el caso estaba prescrito, Pascual acudió a una psiquiatra y se sometió a una evaluación psicopatológica. El informe concluía que “el abuso sexual le supuso una quiebra biográfica a los 11-12 años y ha condicionado toda su existencia”, con “síntomas de depresión y ansiedad cronificados y cristalizados”. “Creemos que ha quedado establecida la veracidad del trauma y los efectos destructivos que dicho trauma le causó. Hasta el punto de que ha dejado transcurrir 50 años antes de poder poner en marcha unos comportamientos resolutivos, adaptativos y productivos con los que enfrentarse al mismo”. En el daño moral infligido, esta especialista incluía “lo que interpreta como burla y desprecio por la falta de respuesta a su demanda inicial”. Es lo que los expertos han detectado en muchas de las víctimas de abusos en la Iglesia: sufren la llamada victimización secundaria, un nuevo daño al no ser escuchados ni creídos por la institución cuando deciden denunciarlo. Este exalumno decidió abrir un correo electrónico para intentar recoger testimonios de otras posibles víctimas: [email protected].

    Gemma Varona, investigadora del Instituto Vasco de Criminología, de la Universidad del País Vasco, ultima un estudio sobre las víctimas de abusos en la Iglesia y corrobora que “muchas víctimas se sienten confundidas en los procedimientos canónicos”. “Se ven envueltas en un proceso con mucho papeleo, muy burocrático, y tal como están diseñados no pueden resolver la victimización secundaria. Es muy difícil probar la victimización primaria, los hechos, por el paso del tiempo, porque son delitos cometidos en la opacidad, queda en una palabra contra la otra, pero desde luego las víctimas sí que tienen luego pruebas de la victimización secundaria en el procedimiento canónico”. Por otro lado, Varona está explorando en su estudio “en qué medida el procedimiento canónico puede vulnerar garantías de las víctimas en este tipo de procedimientos, tanto en la teoría como en la práctica, así como la normativa general de protección de datos, en cuanto que la Iglesia tiene datos de las víctimas y ellas no tienen derecho a conocer sus expedientes”.

    Ante la insistencia del denunciante, en 2014 el entonces provincial de España, el máximo superior de los jesuitas en el país, Francisco José Ruiz Pérez, se reunió con él y su esposa. En una carta posterior le explicó que, pese a comprender su dolor, consideraba que el proceso fue correcto y determinó que el acusado era inocente. Sus palabras muestran una contradicción: “Me es imposible obviar esa no imputación, al mismo tiempo que reconozco el daño psicológico y moral que usted ha experimentado y experimenta con indudable dolor. Pero no se puede colegir que su daño esté ligado a la culpabilidad del acusado”. Es decir, no ponía en duda que el denunciante sufrió abusos y su dolor era real, pero no veía un culpable. Por otro lado, ante su petición de que el religioso no siguiera en contacto con niños, le informaba de que “actualmente realiza tareas al interno de la comunidad jesuita y de mantenimiento del edificio”. “Usted continúa viviendo una herida personal, de la que responsabiliza a un jesuita. Para mí la persistencia de esa herida es, de por sí, también dolorosa”. En esta ambigüedad ha quedado el caso hasta hoy.

    Tras la presentación del informe de investigación de los jesuitas, Pascual escribió a la orden para recordar su caso y mostrar su indignación. Un responsable de la Compañía le respondió: “Lamento mucho que no le haya parecido bien la información dada en la rueda de prensa. Según me consta, en lo relativo a la acusación, en su momento se abrió un proceso canónico, que concluyó con una exculpación. Lamento mucho que la conclusión del proceso no le satisficiera, y siento no poder decirle mucho más”.

    Este exalumno subraya una de las afirmaciones de la rueda de prensa de los jesuitas el pasado mes de enero, al admitir que no deben poner el foco en la defensa de la institución, sino en el reconocimiento de las víctimas. “Yo les ofrezco la oportunidad de que cierren esta injusticia, evitando más respuestas crueles, porque solo pretendo que me escuchen y reconozcan la verdad de mi denuncia”, explica.

    https://elpais.com/sociedad/2021-02-21/un-denunciante-de-abusos-en-los-jesuitas-de-alicante-acusa-a-la-orden-de-encubrir-su-caso-desde-2010.html?rel=listapoyo

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