| 03 abril, 2020
La Madre Díez de la Compañía de María, en Talavera, y la Madre Madurga, Mater Salvatoris, en Madrid.
Monjas de verdad, sin disimulos. Era evidente para todos lo que eran.
Nos dejan, al encuentro del Esposo, en el recuerdo de todos los que las conocieron.
https://www.religionenlibertad.com/blog/603278748/Madre-Diez-de-Talavera-al-Cielo.html
Que ellas pidan por nosotros, que buena falta nos hace.
El general Sosa cabalga de nuevo: esta vez nada menos que ha puesto como ejemplo a San Luis Gonzaga, quien “murió dando su vida por los demás atendiendo a los enfermos durante una pandemia”. Empero, ¿cuántos arrupitas habrá, actualmente, emulando al referido santo jesuita?
Eso sucedió en un tiempo en el que los obispos no cerraban los templos. Ahora los cierran e imposibilitan a nuestros sacerdotes ejercer su ministerio de forma normal. Ya estamos viendo a muchos tener que subirse a los tejados de sus parroquias para bendecir con el Santísimo o celebrar la Misa por Youtube
Dios les dará ciento por uno.
Amén.
Que descansen en la paz del Esposo.
La vida religiosa va a tener, si Dios no lo remedia, dificultades con el coronavirus. Esto tenemos en la ciudad del Acueducto:
https://www.elnortedecastilla.es/segovia/nueve-religiosas-convento-20200403220044-nt.html
Descansen en la paz del Señor y que Él, que se buen pagador le recompense por su entrega generosa