Dios y el otorrino

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29/01/13 11:16 AM | Imprimir | Enviar Tengo por Guillermo Juan Morado, canónigo penitenciario de Tuy-Vigo y párroco en la Ciudad del Olivo, aquella en la que nací, notabilísima admiración. Por su Blog, que me parece de lo mejor y más elevado que se encuentra hoy en los medios y por su extraordinaria producción de libros de oración y espiritualidad que me parecen todos magníficos. Y que sin duda están haciendo un gran bien a todos aquellos que los leen. De no pocos me he hecho eco en el Blog pero hay muchos más. Yo, en mi pobreza espiritual, me he beneficiado de unos cuantos. Y no me canso de recomendar todos los que ha escrito a todos. Lectura provechosísima para rezar, para acercarse a Dios, a la Santísima Virgen y a los Santos. Hoy lo traigo a esta torre por el último artículo que ha publicado en su Blog en respuesta a una memez de un político sonado. Y con el calificativo me refiero a dos acepciones de la palabra. Don Guillermo es delicado, educado, inteligente y profundo. Cuando yo sea mayor quisiera ser como él aunque por edad bien pudiera ser hijo mío. Él es sacerdote y tiene unción sacerdotal. No creo que huela a oveja. Ni a perfume caro o no caro. Simplemente deja, por donde pasa, el buen olor de Cristo. Que no sale de un frasquito sino de una vida, una entrega y una fe. http://www.infocatolica.com/blog/puertadedamasco.php Este francotirador por libre que soy yo, tantas veces desaforado, maleducado, irrespetuoso, cabreado y todo lo que queráis, admira la serenidad, el buen decir, la profundidad de Don Guillermo. Pero no todos tenemos un doctorado en Roma, la buena pasta de la que él está hecho, ni su inteligencia para decir todo lo que hay que decir sin que se moleste nadie. Además, en mi contra, confieso que me encanta que se molesten aquellos a los que quiero molestar. Porque sería tonto, y creo que del todo no lo soy, pretender molestar a algunos y que nadie se dé por ofendido. Creo que no he fracasado en ello. Tengo molestos en cantidad. Desde la princesa altiva a la que pesca en ruin barca. Aunque también he de reconocer que no pocos de ellos rivalizan con Abundio o Pichote. Debe ser tristísimo querer molestar a alguien y que el alguien ni se dé por aludido. No es mi caso. Pero una vez más me he perdido y tampoco me parezco en eso a Don Guillermo. Que él nunca se pierde. Yo recomendaría a todos que leyerais todo lo que ese cura escribe. En su Blog y en sus excelentes libritos de espiritualidad. Y digo libritos sólo por el número de sus páginas. Que hacen todavía más fácil el acceso. Él busca el amor a Dios y a su Iglesia. Que además es el mejor modo de vivir felices en este mundo de calamidades. Yo también aunque seguro que de modo mucho más desafortunado. Él no hiere a nadie y no va dejando «descalabraos» por las cunetas. Qué el Señor le pague, Don Guillermo, todo el bien que hace.

Comentarios
0 comentarios en “Dios y el otorrino
  1. Creo que Rascayú está sobrado de razón. A usted Riera le pierde más la prosa que el verso. Modérese un bastante en los insultos y todos ganaremos. Principalmente usted y el Blog. Y lo mismo le diría a Batman. ¿Me podrían ambos hacer ese favor? No tengo nada contra la leña si es merecida, como lo es en no pocas ocasiones, pero esto es como el fútbol, patadas se dan pero el que sólo da patadas no queda nada bien y el entrenador le termina retirando. O el árbitro a fuerza de tarjetas. Y el perjudicado es el equipo.

  2. UN MINDUNGUI DE «JODEMOS»
    MANDA A DIOS AL OTORRINO;
    Y ESTE BLASFEMO SUPINO,
    QUERRÁ QUE LE RESPETEMOS…
    PENSARÁ EL REY DE LOS MEMOS
    QUE VINO AL MUNDO ANODINO,
    PORQUE FALLÓ ALGÚN OGINO,
    SIN DIOS DICIENDO:»¡QUEREMOS!»
    VISITE AL PSIQUIATRA EL MENDA,
    QUE ESO SI LO NECESITA
    BOBO DE TAL TONELAJE…
    LLEVA EN LA MENTE UNA VENDA
    QUE EL RACIOCINIO LE EVITA…
    ¿PODEMOS,DICEN?…¡POTAJE!

  3. A mi el artículo en cuestión me parece un texto de lo más educado y correcto y en una línea de enseñanza respetuosa incluso par a los que obviamente no respetan al autor que es encomiable.
    Nada que decir en ese sentido, ya me gustaría que todos los que escriben de religión lo hicieran en esa línea.
    Que defienda la posición de la Iglesia es algo esperable, que además lo haga de forma que todo el mundo la entienda y nadie se pueda ofender es además algo no solo deseable sino de agradecer.
    lo que no entiendo (debe ser mi cortedad progresista) es como un texto tan bien escrito puede derivar en algunos comentarios tan llenos de exabruptos, falta de educación y, a fin de cuentas, odio puro y simple.
    Me temo que tiene usted seguidores que necesitan confesarse de manera urgente, señor bloguero, pero es cosa de ellos no mía.

  4. Ayer vi por televisión la ceremonia de la Pascua Ortodoxa en Rusia. Que envidia, debería darles vergüenza a todos los católicos. Ese pueblo que estuvo por 70 años privado de todo tipo de religión, que les quemaron todos los templos y les asesinaron a todos los religiosos en una dimensión que ni la iglesia española en el 36 conoció.
    Pero ellos son inteligentes, a diferencia de estos estúpidos y mediocres que se hacen llamar católicos. Mantuvieron sus tradiciones. En pleno siglo XXI siguen construyendo templos como si fueran iglesias medievales con todo su esplendor. A diferencia de los católicos, que construimos esos cagaderos asquerosos que hacemos llamar iglesias y cuya arquitectura parece más la de un puticlub barato que la de un templo.
    ¡Ah, y las mujeres en Rusia se siguen cubriendo la cabeza para entrar en los templos, aunque allí adentro no haya absolutamente nada!
    ¡Hay que expulsar a todas estas putas, maricones y pervertidos que han cogido a la Iglesia como su prostíbulo y que han hecho de Cristo un hippie homosexual!
    ¡Que se limpian el culo con la Virgen, con los mandamientos y con los santos!
    ¡Por eso es que la Iglesia se hunde cada vez más en la mierda, por culpa vuestra partida de hijos de puta!

  5. Mas solo una «pega»en el debe de D.Juan Guillermo Morado: como sin duda es completamente contrario al aborto, para la progresía es un ultramontano.

    Lo han vuelto a sentenciar desde Onda Cero hace unos minutos Lucía Echeberría (la nota esta, ultraprogre donde las haya, tiene la guasa de considerarse católica «disidente»), Elisa Benit, ultraprogre agnóstica, y una tal María José Tarancón, en vez de hacer al menos honor a su apellido cerrando filas en torno al rechazo total del aborto,que para eso se declara católica practicante ella (el cardenal Tarancón, todo lo discutible que se quiera su figura,fue sin duda total opositor del aborto), declara que también ella está a favor del aborto. Y eso que es católica.

    Su paisana Julia Otero, señor de la Cigoña, como buena progre que es, pues partidaria total.la presentadora, la periodista agnóstica, la escritora y contertulia radiofónica católica «por libre», la católica practicante también partidaria del aborto…

    Y los que estamos completamente en contra del aborto, incluido el papa Francisco, el escritor juan Manuel de Prada, el cura Juan Guillermo Moradoy etcétera y etcétera, somos unos ultramontanos.

  6. A cuántos habrán llevado don Guillermo, su blog y sus libros, de regreso a la Iglesia. Quizá ni lo imaginoaa él mismo. En medio de esta blogosfera católica, cchillona y estridente, el Blog La Puerta de Damasco es un oasis de espiritualidad sana y auténtico a, y de doctísima seguridad.

  7. » Pero no todos tenemos un doctorado en Roma, la buena pasta de la que él está hecho, ni su inteligencia para decir todo lo que hay que decir sin que se moleste nadie».

    Creo que no es cuestión de doctorados, ni de inteligencia ni de talantes; en muchos casos es cuestión de buena educación. Y la educación y la empatía no tiene relación con la titulación académica.

  8. ¿Y si es el hombre el que no le habla a Dios? El mismo Dios que dijo «De las tinieblas brille la luz» es el mismo que dice «¿acaso una madre olvida a su hijo de pecho, se olvida del hijo de su seno? Pues aunque una madre se olvidase de su hijo yo jamás te olvidaré, mírame en las palmas de mis manos te llevo tatuada». No creo que Dios sea sordo a mi lamento, el problema es si yo levanto a El la voz, o me lo intento resolver todo «a mi manera».

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