De uno, Santiago Guerra, no sabía nada. Xabier Pikaza le ha dedicado una sentida necrológica y él sabe de eso mucho. Aunque no siempre coincidamos pero sí en el afecto. A tu encantadora Mabel un beso de nuestra parte.
Del otro, exgeneral de la Orden, Felipe Sainz de Baranda, sabía mucho más y poco bueno. Ahora conocerá si lo suyo fueron aciertos o errores. En mi opinión, que no vale nada salvo para mí, muy lamentable. Tuvo el penoso, para él, monumental batacazo de la escisión de las carmelitas «maravillosas» a lo que se opuso con todas sus fuerzas que evidentemente resultaron muy escasas.
Y en lo demás, tampoco, siempre según mi pobre parecer. Nada bueno. Más bien malo. O peor.
Hoy va de necrológicas y vuelvo a pedir a mis lectores que encomienden a Dios a estos dos descalzos. El exgeneral, por lo que veo, más bien deshabitado.
Mucho ánimo Mª José, no deseo entrar a polemizar y sí a señalar cuanto de bueno y fecundo hay en la Iglesia y en el mundo, con actitud positiva y respetuosa. No se preocupe tanto de las briznas ajenas cuanto de las vigas propias, y del juicio de Dios dejélo en sus manos, no se lo atribuya alegremente. Quién es usted para decir cómo va a ser su juicio sobre mí o sobre cualquiera. Intente practicar la humildad….y la seriedad, es un consejo de hermano en la fe, desde el amor y el afecto cristianos, no mundanos. Sea fecunda, sea feliz, no se acobarde en los estrechos clichés de la mediocridad y de la medianía de los que sólo resulta vulgaridad y desazón, como en el caso de los castos solterones que citaba y que viven cómodamente, mejor que muchas familias numerosas y comprometidas que no han hecho votos pero dan ejemplo admirable en todos los campos para gloria del Señor y beneficio de la Iglesia y del mundo. Hoy más que nunca, con S. Juan Pablo II y con Sta. Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) en su gran día, Duc in Altum!
Espero que usted con su lengua viperina tenga un día un juicio misericordioso por parte de la bondad infinita de Dios, a pesar de haber sido tan mordaz e hiriente incluso con religiosos recién fallecidos.
Santa Isabel de la Trinidad, carmelita, escribió que se sentía habitada por Dios. Eso es «estar habitado», y no vestir hábito. El P. Felipe sin duda también estaba habitado. Descanse en paz, él y sus compañeros carmelitas recién fallecidos.
Octavio y Carmen del Río,
Mi esposa y yo junto con nuestros 7 hijos frecuentamos varios Carmelos de distintas ciudades de Castilla. Conocemos de 1990 y de 1991. Queriendo mucho a ambos, por ser ramas de un mismo tronco, el Carmelo Descalzo, reformado por Santa Teresa y San Juan de la Cruz, tenemos que decir que, sin entrar en disquisiciones jurídico-canónicas, que como abogado, profesor de Derecho y conocedor del tema podría hacer, es sobre todo en las «maravillosas»: Cerro, Aldehuela, Alcalá, San José de Ávila (por cierto, primera fundación de Sta. Tersa), la Encarnación (donde vivió y se forjó la Santa durante 30 años), Mancera,…donde hemos encontrado más ilusión, entusiasmo, entrega, esmero, fervor, celo por la conversión y la santificación de las almas, en definitiva búsqueda de la verdadera perfección conformándose con Cristo bajo el amparo de la Virgen y con el modelo de los Santos. Donde se lleva a cabo una vida de oración sana y sincera, con el recogimiento y el silencio tan inherentes al Carmelo, con la austeridad que se compadece con quienes sufren necesidades de cuerpo y de alma, con la ascética entendida como esfuerzo por amor a Cristo y a los hermanos, con la mística más lograda de los santos de Ávila y Fontiveros. Por eso en medio de la sequía vocacional de órdenes aseglaradas, repletas, si nos permiten la expresión, de «castos solterones», sin ilusión, vacíos, viviendo en medio de comodidades, ¿se reconocen en esas palabras?, como tantos frailes franciscanos, carmelitas, dominicos, jesuitas,… y monjas de vida activa y algunas contemplativas que contemplan sólo lo mundano, que no evangelizan, que no arrastran, que no convierten…), estos benditos Carmelos han florecido y han dado un fruto agradable a Dios, con horizonte de santidad y de salvación.
Qué pena tanta amargura y frustración en sus palabras. ¿No son felices? ¿Se sienten fracasados en la vida? Mi esposa, nuestros hijos y yo pedimos por ustedes, les animamos a amar, a remar mar adentro con S. Juan Pablo II, Con S. Pio de Pietralcina, con Sta. Teresa de Calcuta,…y claro que sí, con Sta. Maravillas de Jesús. No sean mediocres, vacíos, fracasados,…llénense de Cristo en la oración para poder alentar y santificar sin caer en el vacío, en la frustración, en el desánimo de la vida confortable y mendaz.
Muy unidos en la oración y adelante, rezamos por ustedes y pedimos hagan lo mismo.
Octavio y Carmen del Río,
Mi esposa y yo junto con nuestros 7 hijos frecuentamos varios Carmelos de varias ciudades de Castilla. Conocemos a varios de 1990 y de 1991. Queriendo mucho a ambos, por ser ramas de un mismo tronco, el Carmelo Descalzo, reformado por Santa Teresa y San Juan de la Cruz, tenemos que decir que, sin entrar en disquisiciones jurídico-canónicas, y como abogado, profesor de Derecho y conocedor del tema podría hacerlo, es sobre todo en las «maravillosas»: Cerro, Aldehuela, Alcalá, San José de Ávila (por cierto, primera fundación de Sta. Tersa), la Encarnación (donde vivió y se forjó la Santa durante 30 años), Mancera,…donde hemos encontrado más ilusión, entusiasmo, entrega, esmera, fervor, celo por la conversión y la santificación de las almas, en definitiva búsqueda de la verdadera perfección conformándose con Cristo bajo el amparo de la Virgen y con el modelo de los Santos. Donde se lleva a cabo una vida de oración sana y sincera, con el recogimiento y el silencio tan inherentes al Carmelo, con la austeridad que se compadece con quienes sufren necesidades de cuerpo y de alma, con la ascética entendida como esfuerzo por amor a Cristo y a los hermanos, con la mística más lograda de los santos de Ávila y Fontiveros. Por eso en medio de la sequía vocacional de órdenes aseglaradas, repletas, si nos permiten la expresión, de «castos solterones», sin ilusión, vacíos, viviendo en medio de comodidades, (¿se reconocen en esas palabras?, como tantos frailes franciscanos, carmelitas, dominicos, jesuitas,… y monjas de vida activa y algunas contemplativas que contemplan sólo lo mundano, que no evangelizan, que no arrastran, que no convierten…), estos benditos Carmelos han florecido y han dado un fruto agradable a Dios, con horizonte de santidad y de salvación.
Qué pena tanta amargura y frustración en sus palabras. ¿No son felices? ¿Se sienten fracasados en la vida? Mi esposa, nuestros hijos y yo pedimos por ustedes, les animamos a amar, a remar mar adentro con S. Juan Pablo II, Con S. Pio de Pietralcina, con Sta. Teresa de Calcuta,…y claro que sí, con Sta. Maravillas de Jesús. No sean mediocres, vacíos, fracasados,…llénense de Cristo en la oración para poder alentar y santificar sin caer en el vacío, en la frustración, en el desánimo de la vida confortable y mendaz.
Muy unidos en la oración y adelante, rezamos por ustedes y pedimos hagan lo mismo.
Gracias a la señora del Río y al señor solitario por sus comentarios, difíciles de leer por estos lares por contener tanta información como caridad cristiana. Suscribo cuanto dicen y me limito a aclarar que las fuentes que informan al señor de la torre sobre las «maravillosas» son tan sesgadas que lo de tortícolis ya se queda corto. Se harta de repetir que bastaba con que una de las monjas no quisiera las Constituciones del 90 para que el monasterio no las aceptara y eso es FALSO. El 99% de las monjas que optaron por esas Constituciones NI SIQUIERA LAS LEYERON, y eso es historia. La muchedumbre de monasterios que iban a aceptarlas -según un SO-MALO y una no menos informaron a San Juan Pablo II- se quedó en una miseria vergonzante y en su mayoría engañada. Como engañado se declaró el Santo Pontífice, según testigos directos y cualificados, cuando se enteró de la «movida». Por más que les pese a algunas y algunos y quieran negarlo. Así fue.
Según los ojos y el corazón, así habla la boca. Es una pena que este buen Señor, en cada una de sus intervenciones, eche veneno por los poros y parece que le queda mucho. No se puede juzgar a las personas y siempre con la misma tendencia. Que Dios le bendiga abundantemente.
Solitario, conozco muy bien la situación de la Orden en Uruguay, algo, muy poco de Paraguay, pero no es el tema del artículo, por tanto, le reitero, por si no pudo comprender bien lo que dije, que no me voy a extender en estas cuestiones.
Declaré que conocí al P Felipe, que comparto, lo dicho aquí por Cigueña de la Torre, y que del fraile fallecido no iba a decir más -aparte de mi primera impresión sobre él- en la hora de su muerte.
Siguiendo el consejo del torrero Cigonal,que es es lo único cristiano que me he encontrado en su despiadado artículo, he rezado intensamente por los dos carmelitas fallecidos. Y en particular por el P. Felipe, que si según sus segadas informaciones todo lo hizo peor que mal… se habrá visto en apuros en la eternidad.
Ha olvidado- si lo sabe- el buen torrero que a la tarde nos van a juzgar en el amor y no de haber estado habitados. Y que Dios que afortunadamente es más justo y misercordioso que,el Cigoñal, le habrá dado sin duda sobresaliente, mal que le pese a este señor, por las muchas obras buenas que hizo como aseguran miles de frailes y monjas carmelitas de todo el mundo, con información más serena y objetiva que la suya, y que reconocen a coro y alaban su amor invencible a la Orden y a la Iglesia, como buen hijo de Teresa, por encima de las reticencias y desconfianzas de las altas instancias vaticanas.
Y ya puesto a rezar, he rezado por el torrero Cigoñal. Sin mucha esperanza de que cambie lo confieso – y no porque no crea en la eficacia de la gracia…- para que no mancille la memoria de los muertos con artículos tan corrosivos. Y si fuera posible se curara algo de esa “tortícolis” que padece por estar al aire en su torre de mirar siempre en la misma y negativa dirección. Cosa que le sería más fácil si tuviera el menos la décima parte del amor a la Iglesia de esos carmelitas a los que critica tan frecuentemente y en particular del P. Felipe
A solodoctrina, si Vd. conoce bien los monasterios OCD de Uruguay pondrá saber que en Punta Rieles poco intervinieron los frailes OCD y sabe como ha acabado. Las del Prado tampoco han sido forofas de la Orden en cambio en de Florida que esta bajo la jurisdicción de la Orden OCD y con la cercanía de los frailes es el que se mantiene y tiene vocaciones, otro tanto pasa en Paraguay con los de Asunción y Benjamín Acebal que estan bajo la jurisdicción de la Orden, en cambio el de Encarnación y Cacupe lo estan bajo los obispo… analice y rectifique si es que tanto conoce… y no olvide que la que salva no es la coctrina solo, sino las obras: A la tarde nos examinarán en el Amor.
Comparto la opinión de Cigüeña de la Torre sobre Felipe Sainz de Baranda.
Conocí personalmente, en mi país Uruguay a Felipe Sainz de Baranda, en una ocasión donde almorzamos junto a otros frailes y novicios. Me dió la impresión de ser un hombre simpático, mientras no se hablara de la doctrina cristiana.
No me voy a extender más, en este momento, en la hora de su muerte, ni tampoco sobre la obra nefasta de la rama masculina carmelita en la tarea de desorientar a las monjas de la Orden.
Yo conocía al P. Santiago Guerra, Sr. de la Cigoña. Me confesé con él bastantes veces y tuvimos interesantes discusiones durante las que su bonhomía siempre predominaba sobre nuestras discrepancias.
Lamento profundamente su pérdida. Dios lo tenga en su Gloria.
D. Hermenegildo es cierto que la Orden del Carmen Descalzo decrece en España y qué orden no ha decrecido tanto o más, pero también es cierto que son los OCD y los del Verbo Divino son las únicas Órdenes que han crecido desde 1965, aceptelo y en gran parte, en los OCD, gracias a la visión del P. Felipe de la Madre de Dios. De todas formas cada uno es libre de juzgar y cada uno tendrá que dar cuentas a Dios de los juicios vertidos.
El Solitario: la Orden de los carmelitas descalzos crecerá pero no en España, donde están cerrando conventos.
Evidentemente han sido tres. Por uno gran admiración, el que no había nombrado, por otro ninguna, aunque un comentarista le tng tanta, y cada uno tiene las admiraciones que quiere. y del tercero no sabía nada.
Creo que tiene muy poco concoimeinto del caso. El P. Felipe fue un general excepcional por más que Vd. diga lo contrario y si hoy la Orden del Carmen Descalzo crece y se ha puesto en decimo lugar, después del Dios Uno y Trino, gracias a Él, tuvo una clara visión de apostar por Extremo oriente, África y Latinoamérica, introdujo la Orden en 12 años en 11 paises. La escisión de las monjas no fue por su culpa y nos olvide que el 85% se quedaron con la Orden y que el problema de «la Maravillosas» es problema español, no de Orden. El logró que en india de dos provincia surgiesen 5 y actualmente 7 con 1.200 frailes, uno de sus milagro, que la orden se implantará en varios países de África y Madagascar con casa de formación y de espiritual (actualmente son 500), lo mismo en Indonecia, etc. Logró recuperar varios conventos en los paises comunistas: Hungría, Ucrania, Bielorrusisa, dividir la provincia polaca en dos; en américa se abrieron unas 20 casas de formación. Se preocupó por la formación cultura de los frailes y fundó centro de especialización teresiana… y después dio ejemplo cuando acabó de general yendose a Paraguay-Uruguay, como misionero. Eso lo puede ver sin entra en las páginas de la Orden estos días desde India a Polonia, o en la Carta del mismo General, todo unido a una gran sencillez. No se equivoque y juzgue sin conocer, solo por apariencia…. Nada dice de otro que murió el día 25 el P. Enrique Llamas, famoso en teología, Mariología y Josefología… tampoco era de su cuerda por lo que se ve. Todos ellos los tres han sido religiosos ejemplares por más que Vd. los denigre sin conocerlos…
Te olvidas de otro grande en materia teológica, especialmente qué tanto ha hecho en la investigación mariológica, el P. Enrique Llamas, también en esta semana… Fue director del Instituto de Mariología de España… Tuvo un programa de Mariología en Radio María España, fue un gran hijo de la Iglesia…