Gozoso una vez más.
A un muy querido amigo que se encontraba de viaje en España, gran conocedor de la realidad eclesial, le propuse un excursión monumental y gastronómica, aunque él en el comer no es que sea parco sino que bastante menos, indicándole varios posibles destinos: Toledo, Ávila, Segovia, Sigüenza… Y al final le dije que podíamos ir también a La Aguilera donde estaban las religiosas de Iesu Commnio. No vaciló ni un momento: A La Aguilera.
Iba con reservas y con curiosidad. Programé el viaje con parada en Aranda. Que él no la conocía pese a haber estado en otros lugares próximos. Silos, Covarrubias, San Pedro de Arlanza… Después de visitar Santa María se asombraba de que sus amigos no le hubieran llevado allí.
El párroco, reciente en Aranda, nos recibió, desde aquí gracias una vez más, a quien nos la facilitó, con una acogida inolvidable. No lo pudo hacer mejor recomendándonos. El párroco está enamorado de su nueva iglesia y de lo que hay en el corazón hablaba la boca. Simpático, próximo, culto… una gozada de cura. Y que era sobre todo cura. Uno creía conocer bastante bien esa maravilla eclesial y artística que es Santa María de Aranda. Me faltaba no poco. Ahora creo que soy ya casi un experto. Gracias, ya queridísimo párroco, por todo lo que te volcaste y nos enseñaste. Uno, ya tan mayor y bastante metido en este mundo presbiteral, conoce a muchísimos sacerdotes. Buenísimos, buenos, regulares y algunos por debajo de estos últimos. Me pareciste, y creo poder ampliarlo al plural de los que allí estábamos contigo, óptimo. Como guía y sobre todo como sacerdote, Que es lo más importante.
Ya cuando concluíamos la visita apareció otro cura, más bien curilla debería decir porque debe ser de los más jóvenes de la archidiócesis burgalesa, que iba a recogerte para una reunión de sacerdotes de la zona. Ver curas de esa edad levanta el ánimo. Aunque la tuya, Miguel Ángel, no sea elevada. Ni yo le reconocí ni él a mí, ahora llevo barba, pero cuando oyó mi apellido recordó una gratísima excursión romana, con comida en las cercanías de Castelgandolfo, con mi mujer, conmigo y con otro queridísimo amigo sacerdote, hoy en Perú. al que él y nosotros te enviamos un sentidísimo abrazo. Entonces nos comunicó que se iba a incardinar en Burgos y hoy es sacerdote de esa diócesis ordenado ya por Don Fidel.
Después un buen lechazo, los he comido mejores pero ese era bueno, un Toro excelente, uno los prefiere a los Ribera siendo estos muy buenos, a La Aguilera. Que está a ocho o diez kilómetros de Aranda. En la acogida sólo faltó el palio y la mitra. Volcadas, como siempre. Con nosotros, gracias, queridísimas, una vez más, y con todos los que van a ese oasis de Dios en tierra vaquera.
El cuarto acompañante, al veros, le dijo a mi mujer: ¿es posible tanta juventud religiosa?
Pue era posible. Ahí estaba,
Y vosotras, como sois. Tan sonrientes, tan felices, tantas, tan acogedoras, tan de la Iglesia y de los hermanos…
Creo que el acompañante redujo mucho sus reservas. Ya os conoce y creo que ya con simpatía. No pudisteis hacer más para conquistarla Pero es que conquistáis simplemente estando. Qué el Señor os acompañe siempre en ese estar. Ante Él y con nosotros.
Pues, a mis lectores: Acudid a La Aguilera y el año que v¡ene también a Godella. Daño no hace y bien seguro que muchísimo. Ante tantos días tristes, gozad de la felicidad de la Iglesia. Que es para gozarla y no para llorar. En Iesu Communio se goza
En la fotografía que traigo al Blog, que no es la de anteayer, veréis a dos ancianitas con el hábito de clarisas de sus votos. Querían seguir siendo clarisas y de Iesu Commmunio. Pues ahí están. Sin el menor problema. Queridas y cuidadas por todas. Y felices. Hermanas queridísimas, ya con nombre unas cuantas, gracias. No es una simple palabra educada sino algo que mi mujer y yo llevamos muy en el corazón. Porque nos lo habéis conquistado.
En la vieja iglesia hay un enorme nido de cigüeñas donde ya vi que esta cigüeña tenía su casa. Pero sabemos muy bien que tenemos otra al abrigo de los fríos en vuestros corazones. Tantas muestras de ello nos habéis dado. Que el Señor os lo pague y Él es muy buen pagador. Nosotros, mi mujer y yo, con todo nuestro pobre y gran cariño.
Como de vosotras siempre se aprende, y uno es preguntón, ayer observé que en vuestro hábito, bendito hábito de las habitadas, muchas llevabais una cruz de madera y otras una medalla. La cruz la llevan las que han emitido sus últimos votos. Y con un pequeño texto incomprensible para la inmensa mayoría de quienes lo ven. No para nuestro acompañante que para eso era quien era. Es la palabra que Cristo, en su idioma, dijo en la Cruz. Tengo sed. Yo llegaba al Sitio pero no al hebreo. Creo que esa Cruz os retrata. También vosotras tenéis sed. De llevar almas a Cristo.
Benditas seáis. Uno procura contener sus deseos de contemplar el reflejo de Cristo en La Aguilera. No quiere ser pesado. Pero cada vez que veáis un cigüeña en el nido sabed que allí quiero estar yo admirándoos y rezando por vosotras. Con nombre las que lo tenéis y en comunidad todas. Qué hermoso sentirse en comunidad. Con tan hermosa comunidad.
De esta Comunidad de religiosas juveniles que no se entere el dúo de la bencina Braz de Aviz rara aviz-Rodríguez Carballo que tienen mandato de revisión. Ellos descatolizan para interconfesionalizar por donde quiera que van y dondequiera que se meten. Quiero decir que no pongan en ellas la atención modernista.
¡Paxaros da morte! en psicología interreligiosa.
El Condado si que existe, (supongo que nos referimos al mismo) y es un mágnifico vino mezcla de tres uvas que realizan muchas bodegas de Albariño de la zona de Arbo y As Neves, (tristemente quemada este verano y el anterior), zona en la que se desarrolla el 29 de julio la curiosa romería y procesión de Santa Marta Ribarteme. Pero por no alejarnos del hilo, me alegro que conozca usted La Vid, antaño fuente de espiritualidad para premostratenses y más tarde Agustinos cuando estaban estos en horas altas, y se llenaba de novicios provenientes en su mayoría del seminario menor de Palencia (muchos descubrieron su vocación gracias a su cuestionado -o aborrecido- Mons. Castellanos) La virgen de La Vid le sonrió a usted sin duda como sonríe a cualquier visitante y peregrino. En Peñaranada también hay una residencia de ancianas llevada por las «monjas» de las apariciones del Escorial, (no tengo el gusto, ni ganas) pero insisto, si vuelve usted por allí tomese un vino dulce a mi salud con una pasta casera con las Concepcionistas. Le invitaran con gusto.
Conozco La Vid. No recuerdo ahora si dos o tres veces. De visita recomendadísima.
También Peñaranda Para visitar asimismo. No a las concepcionistas. No dudo de que serán estupendas.
Y prefiero el Toro al Ribera. Me refiero a los similares. No hablo de Vega Sicilia o análogos. Como en mi Galicia nunca pido Albariño y ni siquiera Ribeiro. Mi blanco es el Godello. Aunque si quien invita opta por los antes citados me los bebo sin problemas. Y prefiero un buen ribeiro al Albariño. Ya no hay uno que en mi juventud le llamaban Condado. Muy bueno. El Castilla, Cacabelos o Valdepeñas, era imbebible. Hoy los hay excelentes de uno u otro lugar. Aunque en León tengo un cariño especial por el humilde Prieto Picudo.
Por mi puesto profesional tuve numerosísimas comidas de contratistas y siempre con intención de agradar. De agradarme. Jamás pedí un vino que superara los hoy veinte o treinta euros. Ni angulas, percebes, caviar, langosta… Y tampoco, menos todavía, si era Renfe, o sea yo, quien pagaba. Donde jamás tuve límites. Tal vez porque nunca los rebasara.
Mi opinión sobre estás monjas del vaquero ya la conoce…no insistiré. Sí que le hago dos recomendaciones, una cultural y otra más espiritual.
1. Si vuelve usted por la zona no deje de visitar el Monasterio de Santa María de la Vid, de los PP. Agustinos (En la comunidad quedan pocos y mal avenidos, pero el monasterio es una maravilla) Puede usted comer con la comunidad en el refrectorio, pero sin duda disfrutará más de un lechazo en el restaurante de enfrente -y no pida Toro estando en la Ribera-
2. Visite usted en Peñaranda de Duero a las concepcionistas franciscanas. No son jovenes, ni guapas, ni creo que sean universitarias. Sí le digo que es una comunidad en la que se respira amor según se entra en el locutorio.
No deje de visitar a las de Sor Verónica, pero hagame caso y empapese también de las de Peñaranda
¿ Porqué nos empeñamos en ser protestantes decadentes cuando el catolicismo nos ofrece al jesucristo auténtico que enloquece y enamora y al Cristo total ? No lo entiendo. ¿ Nos gusta autoflagelarnos o está el demonio por medio ? Me temo lo segundo.
Después de una serie de noticias deprimentes, da gusto saber de algunas muy esperanzadoras, como esta o las últimas del P. Aberasturiz o el P. Jorge González Guadalix.