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Delpini, un arzobispo de Milán que se ha lucido

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Le encuentro un cierto parecido, físico, con un alto personaje eclesial fallecido hace cuarenta años. Hasta en las orejas de soplillo. Pero eso no tiene la menor importancia.

En la última campaña electoral, que ha sido demoledora para las intenciones del Santo Padre pues le demostró que en Italia nadie comparte sus amores inmigratorios, el arzobispo de Milán, entrometiéndose en una campaña política, criticó que un candidato apareciera en un acto con un rosario en las manos. Según él no se podía mezclar la religión con la política. Aunque él debía tener bula al  mezclarlas.

Pues el públicamente desautorizado ha sido el gran triunfador de las elecciones junto con otro candidato tan contrario a la inmigración como él.

Pues vaya acierto monseñor Delpini. A ver como mete usted la pasta de dientes que derramó en el recipiente si tiene que encontrarse con él, ya su Ilustrisima como cardenal y el del rosario como Jefe de Gobierno. Que ambas cosas son posibles. Aunque la suya más probable.

Por supuesto que no tengo nada contra su apellido. Son unos árboles mediocres salvo la especie espectacular de Valsaín. Pero hoy, tal vez algunos piensen que más que Delpini sea usted Delsugheri.

Comentarios
12 comentarios en “Delpini, un arzobispo de Milán que se ha lucido
  1. Hoy se publica en el Bolletino la aprobación del milagro atribuido a la intercesión de Montini. Canonización en octubre al concluir el sínodo, decía ayer el cardenal Palabrín.

  2. Juventud, belleza y promesa

    Fray Maximilian Maria Jaskowak OP
    06 de Marzo de 2018
     

    Hace algunos años, mi padre «era un hombre joven, fuerte, viril, atlético, guapo, casto y disciplinado; el tipo de hombre que uno ve a veces pastoreando ovejas, o pilotando un avión, o trabajando en una carpintería.» Incluso en la actualidad viene a ser como un hombre del renacimiento: un genuino Leonardo da Vinci, precoz como un niño e igualmente experto como adulto.
    Y ahora se encuentra «en la noche de la vida,» pero aún recuerdo el tiempo en que todavía estaba «en el amanecer de la misma, rebosante de energía, fuerza y ​​pasión controlada.»
    Recuerdo un momento en el que, aunque no lo entendía, estaba encendido «en llamas con amor.»

    Tanto en mi madre como en mi padre, «había juventud, belleza y promesa.» Eran dos jóvenes que, «antes de conocer su belleza y su hermoso atractivo, quisieron entregar todo por el bien de sus hijos.
    A los dos años del consentimiento matrimonial, dieron a luz a un niño, un tipo obstinado pero silencioso. Al poco tiempo le siguió otro. También se trataba de un niño. Los otros dos llegaron, acompañados con dos cunas rosadas y cuatro mejillas sonrosadas.
    Inclinados sobre las cunas, se vieron la juventud y la imagen encantadora de una madre radiante y un padre orgulloso: cogidos de la mano, mirando a los ojos de la obra creada mediante su amor.

    Pasaron los años, casi doce, cuando volvió otra cuna. Una sonrisa de ojos azules con hoyuelos iluminó la casa una vez más. Con esa mirada encantadora de un niño, las llamas del amor se renovaron, y mi madre y mi padre recuperaron algo de su juventud, belleza y promesa. De hecho, el júbilo de la nueva vida nos transformó a todos.

    Tras el nacimiento de este pequeño, mi padre rebosaba energía, fuerza y ​​pasión controlada. Fui testigo del vigor de la juventud recuperada y de la alegría de la paternidad.

    Cuando considero la imagen de San José, el padre adoptivo de Nuestro Señor, imagino esta misma energía, fuerza y ​​pasión controlada. De hecho, tengo una afición particular por las pinturas e imágenes que representan a San José cuando era joven y ardía de amor.
    Las citas empleadas arriba (relativas a mi padre) fueron escritas por el Arzobispo Fulton Sheen en honor al joven y prometedor San José. Sheen abogó por la adecuación (o razonabilidad) de tal adscripción en su libro El primer amor del mundo: María, Madre de Dios:

    «¡María y José aparecen más hermosos, cuando nos detenemos ante ellos, contemplando su vida: Lo que podría llamarse el primer Romance Divino!
    Ningún corazón humano joven es movido por el amor a lo viejo. Pero, ¿Quién no se conmueve ante el amor de los jóvenes por los jóvenes, cuando su vínculo es el Anciano de los Días, o sea, Dios?
    Tanto en María como en José, hubo juventud, belleza y promesa. A Dios le encantan las cataratas en cascada y el fragor de las mismas, pero Él las ama mejor, no cuando se desbordan y ahogan Sus flores, sino cuando son enjaezadas y preparadas para alumbrar una ciudad y saciar la sed de un niño.
    En José y María, no encontramos una cascada controlada ni un lago seco, sino dos jóvenes que, antes de conocer la belleza del uno y la hermosa fuerza del otro, quisieron entregar todo esto por Jesús.

    Si San José fue joven en el tiempo de la Navidad, considera la alegría que debe haber traído al Niño Jesús su abrazo enérgico, su alegre disposición y vitalidad. ¿Puedes imaginar el privilegio y deleite que le correspondió: Jugar con el Verbo Encarnado, Que arrullaba y reía en el pesebre?

    Si San José fue joven en el momento de su romance con la Virgen Inmaculada, considera la elevación de su poder y promesa.
    Considera la maravillosa gracia que Dios le ha dado para que, renunciando a la paternidad de la carne fuese acreedor de la paternidad del espíritu.
    Considera el amor excepcional que tuvo por esta Mujer y Su hijo, encendidos de amor en la mañana de la vida. ¿Te imaginas a tí mismo casado con la Madre de Dios, la más bella entre las mujeres, la mujer más deslumbrante, elegante y atractiva de la historia?

    San José, como mi padre, fue una vez un joven lleno de juventud, belleza y promesa. Ve ahora y aprende de él.

  3. La verdad es que tiene un rostro interesante: ideal para encarnar a un príncipe renacentista, de esos de maquinaciones, puñal y veneno. Podría tener futuro en el cine.

  4. Señor Hermenegildo: coincido plenamente con sus deseos.Está por ver que llegue a cardenal.Creo que se le hará esperar un poco, como mínimo.

  5. No tengo ninguna fe en políticos como Salvini, pero yo quisiera ver si el Arzobispo de Milán hubiera dicho lo mismo si el mencionado político hubiera sacado el rosario para, por ejemplo, apoyar la huelga feminista del 8 de marzo.

  6. -Salvini es tan católico como yo baptista. Y si no échenle un vistazo a su vida personal.

    -Salvini hoy es de extrema derecha, pero hace dos días era de izquierda, y sus comienzos políticos fueron dentro del comunismo y el nacionalismo padano, «ICV style».

    -Salvini no ha quedado primero. Ha quedado primera su coalición con otros 3 partidos derechistas, incluyendo a Silvio Berlusconi, claro ejemplo de vida ascética católica. Quien de verdad ha quedado primero ha sido el famoso Movimiento 5 estrellas, que define su ideología según las encuestas de opinión más recientes.

    ¿Los italianos han dado la espalda a los llamados de Francisco? Si. ¿Los italianos han optado por partidos xenófobos y populistas, «Podemos style»? Si. ¿Lo de salir con el rosario en la mano fue una farsa? Absolutamente.

    Que los italianos hayan votado a esta GE te no significa que Delpini no metiera la pata. A lo mejor la han metido los votantes.

  7. Querido don Francisco José: no se ensañe con los pinos.Producen piñones, ricos y muy caros, resina (de nuevo valorada) y dan una excelente madera (mi dormitorio es de pino en su color natural y no es vanagloria si le digo que es una preciosidad).Además hay variedades muy lindas: por ejemplo, los de la copa redonda que se ven por Ávila, Segovia, Madrid, etc.Sí le doy la razón en que los de repoblación, desgarbados y «esaboríos» son un espanto.En cuanto a que Delpini sea cardenal, lo veremos: hay muchos perros, un solo hueso y un Pontifex Maximus que hace lo que le place.

  8. Salvini juró con el rosario en la mano que echaría a todos los inmigrantes ilegales de Italia. De modo que hizo muy bien el arzobispo de Milán al protestar.

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