| 07 octubre, 2021
Por el almirante Auphan frente al dominico Chenu:
https://blogdeciamosayer.blogspot.com/2021/10/por-los-marinos-de-lepanto-almirante.html
<
Por el almirante Auphan frente al dominico Chenu:
https://blogdeciamosayer.blogspot.com/2021/10/por-los-marinos-de-lepanto-almirante.html
Creo que su análisis es exacto. Quizás vendría bien aclarar lo de «expediciones guerreras defensivas de la pervivencia de la cristiandad, donde había sido previamente atacada» porque el «previamente» significa que el yihad (masculino) comenzó en vida de Mahoma (570-632) y la primera cruzada sucedió en 1099, es decir que entre uno (yihad) y el otro (cruzada) median unos 470 años.
Hoy se ha Celebrado,en Villarejo de Salvanés y presidida por el Nuncio,Misa conmemorativa de esa Victoria..Presente el Cristo de Lepanto,custodiado en la Catedral de Barcelona,y que ha ido a Virrarejo para la ocasión.
Respeto que quiera defender Lepanto pero ¡por favor! mírese primero los artículos que la defienden, no sea que suelten falsedades tan gordas como esa que aparece aquí de que las cruzadas no eran guerras santas. ¡Pues claro que eran guerras santas! Como tales se predicaron, como tales se defendieron y como tales se libraron.
«La guerra santa» es un concepto típicamente musulmán y hay que entenderlo con mentalidad de musulmán: Guerra agresiva, ofensiva, medio para extender, imponiéndola, la fe musulmana como única fe verdadera. El combatiente musulmán muere como muere un misionero, un apóstol de la fe verdadera, y es debidamente recompensado de forma especial por ello.
Las cruzadas fueron expediciones guerreras defensivas de la pervivencia de la cristiandad, donde había sido previamente atacada en intereses vitales. No tuvieron intención misionera. Hubo otras «guerras santas» cristianas, como la que acabó con los cátaros o la de la orden teutónica en Rusia. Pero las cruzadas fueron otra cosa, fueron «guerras justas por motivos religiosos» que no es lo mismo.
La Santa Liga, no iba a convertir a los turcos, iba a librarse de su tiranía en el Mediterráneo, cosa que, por divergencias políticas, logró muy a medias. Cervantes terminó cautivo de los que antes había vencido.
La diferencia entre un cristiano y un musulmán está en que un cristiano defiende la inviolabilidad de la conciencia individual, cosa que el musulmán, el «sumiso a la fe», desconoce por definición. El musulmán no admite la apostasía ni la de los individuos ni la de los territorios. No tolera la libertad de cultos, salvo bien comprada y con graves limitaciones.
Aunque hay mucho cristiano que gusta de ser musulmán en el desprecio a la libertad de conciencia de los demás. Les va «la guerra santa».