http://www.elmundo.es/espana/2018/01/01/5a4a67ac468aeb59228b45e1.html
Comienzo por decir que apenas conozco a Gil Tamayo y exagero al alza con el apenas. Creo que nos saludamos en un par de ocasiones y la conversación, sumadas ambas, no debió llegar al minuto. Fueron palabras amables por ambas partes y me parece recordar que fue él quien se dirigió a mí cosa que lo consideré un gesto a agradecer por mi parte.
Tengo una impresión, muy vaga y que tal vez no sea cierta, de que inició sus cargos sobreactuando. Y es posible que hasta lo dijera. Pero enseguida prescindió de excesos de protagonismo para cumplir su encargo, siempre en mi opinión, muy aceptablemente. El que lleve bastante tiempo, salvo olvido actual mío, sin aparecer por el Blog no es un mal síntoma porque evidentemente no se trata de un ausente del que no se sabe nada.
Hoy le traigo por unas declaraciones que acaba de hacer sobre varios temas y que me parecen muy sensatas. Este año que hoy comienza concluye su primer quinquenio por lo que va a ser renovado o sustituido. Si le renuevan no experimentaré el menor disgusto, si lo cambian es posible. Que no pocas veces están desacertados los obispos con sus votos.
Los dos primeros nacidos en España apenas iniciado el nuevo año, extranjeros: una rumana, el otro sudamericano (bueno, por lo menos no han sido…). El tercero, si no yerro, ya fue español. Casualidad? Lógica?
Una buena noticia para empezar el año : Tres obispos se oponen abiertamente a la comunión de los divorciados recasados civilmente, lo que conllevaría la aceptación directa o indirecta del divorcio.
“Affermiamo perciò nello spirito di San Giovanni Battista, di San Giovanni Fisher, di San Tommaso Moro, della Beata Laura Vicuña e di numerosi conosciuti e sconosciuti confessori e martiri dell’indissolubilità del matrimonio:
Non è lecito (non licet) giustificare, approvare o legittimare né direttamente, né indirettamente il divorzio e una relazione sessuale stabile non coniugale tramite la disciplina sacramentale dell’ammissione dei cosiddetti “divorziati risposati” alla Santa Comunione, trattandosi in questo caso di una disciplina aliena rispetto a tutta la Tradizione della fede cattolica e apostolica.
Facendo questa pubblica professione dinanzi alla nostra coscienza e dinanzi a Dio che ci giudicherà, siamo sinceramente convinti di aver prestato con ciò un servizio di carità nella verità alla Chiesa dei nostri giorni e al Sommo Pontefice, Successore di San Pietro e Vicario di Cristo sulla terra.
31 dicembre 2017, Festa della Sacra Famiglia, nell’anno del centenario delle apparizioni della Madonna a Fatima”.
http://www.marcotosatti.com/2018/01/02/amoris-laetitia-tre-vescovi-coraggiosi-fanno-professione-pubblica-di-fedelta-alla-disciplina-di-sempre-della-chiesa-su-matrimonio-e-eucarestia/
Tiene toda la razón el sr. Hermenegildo. No es que no se pueda económicamente. Es que no se quiere. Tener hijos implica renunciar a viajar, a salir por ahí los fines de semana, a darse caprichos caros, a tener dos/tres coches, etc. Es decir, implica renunciar al estilo de vida que hoy se tiene por mejor. La clase media española no quiere ni oír hablar del tema. Si acaso las parejas empiezan a planteárselo a los 40-45, y con tratamiento de fertilidad de por medio.
Dice Gil Tamayo: «La natalidad es otra cuestión que en nuestro país es preocupante de cara al futuro, pero se tienen que dar las condiciones económicas, sociales y de valores que posibiliten esa esperanza que lleva consigo esa apertura a la vida».
Sin embargo, es una cuestión sobre todo de valores. No es normal, por ejemplo, que la tasa de natalidad en España sea más baja actualmente que en la Guerra Civil. ¿Acaso las condiciones económicas y sociales de ahora son peores que las de entonces? Numerosas parejas económicamente solventes optan por no tener hijos o por tener sólo uno o dos como mucho.