Algunos deberían tomar nota de los resultados de sus propuestas

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Cierra uno de los principales seminarios de los episcopalianos de EE.UU

Que siempre es mejor escarmentar en cabeza ajena.

La Iglesia anglicana, en su versión original inglesa o en la episcopaliana USA, es ya la casi nada. Sin el menor lamento por mi parte. Cuando el último apague la luz para celebrarlo. Y si alguno piensa otra cosa es su problema. No el mío.

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Se nos quiere vender por no pocos, y algunos altamente situados, una reforma de la Iglesia que la dejaría totalmente irreconocible. Siguiendo los pasos de otros que ya los han dado. Con resultados espectaculares: las puertas del cierre. Pues como para imitarles.

Los protestantes, a mí lo de evangélicos no me va, han sido pioneros en esa andadura que les ha llevado a la ruina total. En Inglaterra poco más del 1% de la población, no llegan al 2, sigue los cultos de la iglesia oficial. Y en los Estados Unidos llevan el mismo camino.

Ahora se anuncia el cierre de uno de sus más importantes seminarios, liberal a tope, en Norteamérica. Por su vacío. Pues eso es lo que hay. Como para que nos quieran vender su imitación. A eso ya no se apunta nadie.

http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=30060

 

 

Comentarios
5 comentarios en “Algunos deberían tomar nota de los resultados de sus propuestas
  1. Las iglesias protestantes se extinguen;es cierto. Pero lo que también es cierto,es que su legado mundialista,economicista y falto de piedad(IMPÍO) ha triunfado en estos tiempos. Por eso necesitamos oración,oración y oración al Espíritu Santo para que nos de fuerza y valor para revertir la situación!

  2. Lo de Bergoglio es más bien protestanpulismo, con persecución despiadada al católico, esa especie rígida y dogmática, a eliminar.

  3. la extinción de los luterano-anglicanos, el paradigma que tanto les fascina y obsesiona a bergoglio y a sus porristas, hasta el punto de querer imponerlo a la iglesia a escala global. imbecilidad suicida diría yo.

  4. Hubo cabroncetes que bebieron cava o champán con motivo del fallecimiento del Caudillo, en una cama de un hospital de la SEguridad Social que el gran estadista había levantado de la nada.
    Pues conforme vayan desapareciendo las diversas sectas protestantes [1], muchos lo celebraremos aunque sea sin cava ni champán. Y algun borderline me objetará que así también nos comportaremos como cabroncetes. Y yo digo que no, pues no celebramos la muerte de una persona, sino de unas sectas que han hecho enorme daño a la Cristiandad.
    En cuanto a la observación que la cigüeña hace del término «evangélicos», quisiera decir que no son evangélicos. Si lo fueran, serían católicos. En todo caso, si quisieran un nombre distinto del de «protestante», habría que darles el del fundador de las respectivas sectas: luteranos, calvinistas. mennonitas, etc., o alguno que no diga relación con la Biblia, ya que ésta es su condenación, en especial, el Nuevo Testamento, que condena las tesis protestantes. Son recomendables, muy recomendables, los libros de Bossuet («Historia de las variaciones de los protestantes»), los libros de Perrone, S. I. (en especial, «La regla de fe y el protestantismo»), el excelente estudio de Prudencio DAmboriena, S.I (» Fe católica y sectas e Iglesias de la REforma»).
    No, el nombre que les cuadra es el de «protestante»: su esencia es protestar contra la autoridad suprema de Roma. Discordes en mil puntos, y enfrentándose unos a otros, sólo están de acuerdo en rechazar esa autoridad. Nombre que como decía un grandísimo pensador malogrado por su muerte prematura, no expresa nada grande, nada noble, nada propio de la esencia del cristianismo, nada que traiga a la mente el nombre del Divino Fundador. El pensador se llama Jaime Balmes, que escribió un libro que debería ser lectura obligatoria en el bachillerato: «El protestantismo comparado con el catolicismo». Obra de contenido mucho más vasto del que sugiere el título. Libro imperecedero, que contanto ya con casi 180 años, sigue tan fresco como recién salido de la imprenta. Y libro que a diferencia de tantos otros, se lee de un tirón y con gusto, pues el de Vich escribía muy bien, de una manera amena y entretenida, con un lenguaje accesible a todos
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    [1] El enorme San Cipriano de CArtago calificaba de sectas a todos aquellos grupos que se desgajan de la Iglesia de Roma. Es que son sectas. Puñeteras sectas

  5. Vittorio Messori, en Pensare la Storia, recoge la anécdota de una pastor protestante que, en una conferencia en Roma de Hans Küng, comentó » Todas esas reformas que usted propugna para la Iglesia Católica las tenemos los protestantes desde hace tiempo, incluso de mayor alcance, y nuestras iglesias están vacías «. ¿ Escarmentaremos en cabeza ajena ? En este pontificado de locos desde luego que no. Están obcecados.

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