Del Specola de hoy:
«Se empieza a hablar con demasiada frecuencia del aire de cisma que nos trae el llamado «Sínodo de los miedos», que durará del 4 al 29 de octubre de 2023, las tensiones aumentan por días. George Pell lanzó su dramática alarma sobre el camino sinodal recorrido hasta su ¿muerte provocada por infarto?, definiéndolo como «una pesadilla tóxica» para la Iglesia católica. Burke, ha escrito el prefacio del libro titulado ‘Proceso sinodal: la caja de Pandora’ y habla de una «situación muy grave en la Iglesia hoy» y que «preocupa con razón a todo católico con conciencia y a toda persona de buena voluntad». «La sinodalidad y su adjetivo, sinodal, se han convertido en lemas detrás de los cuales se esconde una revolución para cambiar radicalmente la autocomprensión de la Iglesia, de acuerdo con una ideología contemporánea que niega mucho de lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado». Expresa públicamente su temor a un Sínodo sobre la sinodalidad dispuesto a seguir los pasos del camino sinodal alemán y, por tanto, capaz de garantizar que «la misma confusión, los mismos errores y la misma división recaerán sobre la Iglesia universal».
Empezamos con algunos ejemplos de ‘cisma’ que empiezan a ser demasiado evidentes, es un cisma de hecho, es posible que nunca los sea derecho, porque derecho, lo que se dice derecho, queda poco. Se está cabreando demasiado al rebaño y hay demasiadas ovejas encabritadas. El desafecto de gran parte de los que permanecen fieles hacia sus superiores se extiende, podemos estar ante un efecto multiplicador que cada vez es más complicado de contener con ‘obediencias impuestas’, o con una marea de ‘motus proprios’ de muy discutible validez. Imponer obediencia a «tuchos y zanchetas», por mucho que se vista de pontificia y con ínfulas, no cuela y el rebaño revuelto está y mucho».
El término cisma carece de sentido aplicado a lo que apunta el artículo. Cisma es el no reconocimiento de la autoridad Pontificia, aunque en realidad es más complejo, la resistencia a un mandato injusto no es en modo alguno un cisma.