Varios aparecen con frecuencia en el Blog y Santiago Martín es uno de ellos.
Hoy os enlazo una homilía y una charla que me parecen difíciles de superar.
https://www.youtube.com/watch?v=JyTnDFfw8gw&app=desktop
https://www.youtube.com/watch?v=3fC_FqAWfS4&app=desktop
Saben de lo que hablan y hablan con gran claridad. Y con mayor valentía. Sabiendo lo que arriesgan. Porque evidentemente arriesgan.
Creo que prestan un enorme servicio a la Iglesia no siendo perros mudos cuando el ladrón se cuela por la puerta. Y los fieles les debemos el enorme favor que nos hacen al confirmarnos en nuestra fe. No somos eso que algunos dicen que somos, por ejemplo el cretino de Spadaro, cuando sacerdotes de indudable prestigio y hasta eminentísimos cardenales, y no me refiero al tratamiento, nos animan con su voz y con su ejemplo. Entre otros, y de los más destacados, Santiago Martín.
Escuchadle porque vale la pena.
Y haría, a algunos de los lectores, una consideración que me parece importante pues a veces nos dejamos llevar por primeras impresiones que pueden no ser acertadas. Es bastante habitual, al menos en algunos, la indignación por el silencio de tantos sacerdotes y obispos cuando el lobo llega para devorar el rebaño. En mi opinión no es tanto el silencio o, tal vea mejor expresado, hay silencios muy sonoros.
Cuando lo más impresentable de la Iglesia, cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos, monjas y laicos lucen descaradamente sus vergüenzas ensalzando la apostasía y el error, me parece muy elocuente el silencio de quienes no se suman a la feria del despropósito y la traición a la fe. Están callados pero su silencio dice no poco. No son Spadaro, Scicluna, Schönborn o Marx. Ni Trucho, Danneels, Kasper o el Coco que no acaba de caer de la Palmera. No merecerán la laureada de San Fernando pero su servicio es cierto e importante. Yo lo reconozco y se lo agradezco. Y con su silencio también arriesgan.
Malabarista si los hay…
Tibios y avestruces, de esos hay muchos.
Mártires y testigos fieles, pocos.
Homilía de la misa de la solemnidad de Santiago Apóstol, del P. Jorge González Guadalix:
«Llevamos cuarenta años en los que los ataques a la catolicidad de España son furibundos. Han conseguido sacar a Cristo de la política, la universidad, la escuela, la familia, la convivencia cotidiana. Pues bien, es el momento de preguntarnos: ¿estamos mejor?»
http://infocatolica.com/blog/cura.php/1707260831-mi-homilia-de-ayer-espana-se#more33996
(Johnny-Gin)
Unos se quedan en el escalón de los spadaros, figueroas, coccopalmerios, paglias, jamesmartins, piovitopintos, sosas, etc, pero otros se preguntan ¿ quién azuza a los spadaros y demás acólitos y ha provocado la mayor confusión de la historia de la Iglesia no sólo con la Amoris ? Yo, puestos a ensalzar, me quedo, como dice Herme, con quienes se atreven a formularse las últimas preguntas y no se quedan en las penúltimas o antepenúltimas. Un buen tratamiento requiere de un buen diagnóstico. La enfermedad no está en el cuello, está en la cabeza. Creo que un Santiago Martín sí apunta a ella, aunque indirectamente, que no es poco. Los Munillas no se atreven a tanto y no seré yo quien los juzgue.
Me quedo con D. José Luis Aberasturi y con D. Jorge González Guadalix.