Creo que es muy bueno que se identifiquen. Para que todos sepamos quienes son.
La primera lista es escasa pero parece que son los promotores. Con un par de nombres relevantes. El jesuita Melloni y el poderoso barcelonés Matabosch. Éste ya en declive por su edad pero perejil de todas las salsas progrecatalanistas y dilecto del cardenal arzobispo emérito.
Me parecen además suicidas porque de triunfar la Cataluña de sus amores el futuro de la Iglesia catalana iba a ser negrísimo. Porque están con lo peor y con lo más antieclesial. En Venezuela hubo curas maduristas y en Chile mapuchistas. Pues ya ven cual es su mañana. En Chile los mapuches acaban de quemar tres iglesias. Dos católicas y una protestante.
Id y anunciad el independentismo a todas las gentes. Fieles seguidores de la doctrina de Cristo. ¿O no fue eso lo que mandó Cristo? Como entonces no había gramófonos pues vayan ustedes a saber.
Muchos años de esa Iglesia han llevado a Cataluña a ser la región más descristianizada de España. E insisten. Pues la descristianizarán todavía más de lo poco que ya queda. Todo un éxito.
http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2017/09/sacerdotes-contra-la-legalidad.html
estos curas progre-nacionalistas son los culpables de la casi extinción de la fe católica en cataluña. por ende, tendrán que responder ante DIOS, y su ideología progre-nacionalista no les servirá de nada para evitar la justa retribución que se merecen.
Solo con verles las pintas. Una imagen vale mas que mil palabras. Que sigan. Se estan cavando su propia fosa. En poco tiempo van a ser sustituidos por imanes que son buenisimos porque hablan un perfecto catalan. Luego vendra el llorar y el rechinar de dientes.
Y querrán tener vocaciones (si es que de verdad les interesa eso). pues se podrán reír del rey, pitar al himno o quemar la Constitución, pero de Dios no se ríen. Van a tener vocaciones cuando las ranas críen pelo…
Me van a permitir una maldad y si no, que D. Fco José borre el comentario, por mí no hay problema.
Tenía un compañero que decía que la mejor carrera era la de cura. Dentro del kiosco, se entera bien de una señorita heredera, luego se le hace la corte y se da la patada al kiosco.
Como ahora las herederas no son negocio, porque las herencias son demasiado volátiles, lo mejor es buscarse un enchufe, de modo que se dedica uno a la política, en este caso al separatismo y cuando te dan el enchufe, cuelgas la sotana (metafóricamente, porque estos ni siquiera tendrán una sotana para los actos de protocolo) y a vivir del presupuesto, que hoy por hoy es lo seguro.
No me extraña, ni me sorprende, la iniciativa de estos sacerdotes. Conozco a alguno de ellos y pueden ser calificados, desde mi conocimiento, como «carreristas» frustrados o todavía, alguno al menos, con esperanzas (quizás el que «cambió» cierta liquida espiritualidad de corte orientalizador por un «puesto» en Urgel). Tristemente no deja de haber frustración personal debajo de «pseudocomprometidas» posturas sociales o eclesiásticas. Y no me ha extrañado porque allá por los finales de los ochenta dos sacerdotes CATALANES, y supustamente católicos, me «confesaron» que preferían una Cataluña independiente de la que hubiera desparecido el CRISTIANISMO a una Cataluña española y autonómica, aun con grandes cotas de autogobierno, en la que el CRISTIANISMO, con mayor o menor suceso, siguiera gozando de una presencia pública. La situación actual no ha surgido por generación espontánea. Los más jóvenes, aunque no se tardará tanto, verán convertidas en preciosos minaretes las torres parroquiales que fueron magníficos mastiles de las totalitarias esteladas. Y no piensen que es una exageración… es una realidad en un certero futuro.
Algunos son reíces importantes en sus diócesis, así serán los frutos de ellas.
Don Paco Pepe. La Iglesia en Cataluña está realmente podrida en muchos sectores. Supura pus, la pus del odio, de la mentira, de la obscenidad. Montserrat es el único monasterio del mundo donde existía un lobby gay. A diferencia de los obispos de la Padania, que condenaron sin paliativos por inmoral la secesión del norte de Italia, los obispos de aquí, guiados por el de Tarragona, habla de singularidad nacional. Les cayó las del pulpo por tan vergonzoso pronunciamiento, que no les sirvió para frenar la animosidad de los separatistas contra la doctrina de la Iglesia en materia matrimonial. A mí me produce la risa floja cuando hablan de peculiaridades identitarias y veo la fotografía de los terroristas de Ripollo enfundados en la bandera estelada.
Los curas firmantes tienen un largo historial secesionista, con acciones personales nada edificantes que supusieron la vulneración directa de principios de la moral. A mí me hace gracia su apelación a curas ancianos (sordos, ciegos y con otras minusvalías) para que se sumen. Me imagino al cura Pla Gallart, separatista de pro, recogido en la Residencia Obispo Sivilla de Gerona para curas dependientes, organizando el aquelarre. Menos mal que ya no quedan curas que durante la Guerra del 36 se salvaron por piernas y entraron a través de Badajoz. Tenían muy claro que el martirio sufrido se debía al separatismo catalán del que algunos clérigos no estaban libres. Si los hubiera les correrían a gorrazos.
Aquí tenemos decanos de facultad de teología de san Paciano que toman por criterio de moralidad no el bien o el mal, sino la voluntad del pueblo. Curas que ceden los templos para actos secesionistas. Empezando por Soler, el abad de Montserrat, que disparataba desde el altar de la Iglesia de san Pedro de Figueras.
Pero la culpa la tienen por acción el arzobispo Pujol, el arzobispo Vives y los obispos Pardo y Novell y por omisión el resto.
Ahora los obispos de acá han sacado una nota de aguachirle. Pero los curas han tomado el relevo y se apoyan en un infame, y canalla, documento. Canalla porque incitaba al odio, como se refleja ahora en los curas que se lo han apropiado.
Pero también aquí existe el resto de Israel. Ojalá despierte pronto.
Un jesuita entre los discípulos del Maligno Enredador…ninguna novedad.Casi todos los de su orden lo son.
Lo de de Cataluña no se entiende ni bien ni mal.
Los partidos catalanes y los ciudadanos catalanes, nos metieron con calzador la actual constitución a algunos que nos gustaba muy poco. Hasta el punto de que nada menos que el 61,43 % del censo electoral votó la Constitución superando cualquier porcentaje que se diera jamás en Cataluña y superando la media de España que fue del 58,97% del censo y no digamos la de Galicia que no llegó al 50%. Pues bien, ahora dicen que la palabra de los catalanes no vale nada, ni tan siquiera la suya de los mayores de 50 años que participaron en la votación, y para refrendarlo, muchos sacerdotes (no se sabe de que religión), apoyan que ni la palabra, ni los juramentos, ni las promesas valen nada. Lo que es peor, un ¿Ejecutivo?, dice que hay que consultar a un tribunal, si lo que aprobó el pueblo vale o no vale y si lo que dice si, a lo mejor es no.