A mi ese obispo no me gustó nada como obispo de Santander. Me pareció malo, como tantos otros, y en Santander dio muestras sobradas de su incapacidad. Inclinado a lo peor.
En una de las más espectaculares defenestraciones próximas le mandaron a Huelva. De promoción nada. Leve caída de habitantes, casi cien mil, y el paso de una cabeza de autonomía uniprovincial a la de una provincia periférica.
A Huelva llegó modosito, con el rabo entrepiernas, el golpe había sido duro, y lo intentó hacer pasablemente disimulando. Pasablemente bien sin alharacas. Sustituía a un discretísimo obispo, Noguer, con lo que fácil lo tenía.
Este progre de medio pelo, nunca llegó ni a mediadas cotas, por esa absurdo e ignaro nivel, supongo que por inmadurez congénita, ni en lo bueno ni en lo malo. Mediocre en todo. Como obispo auxiliar (1984-1991), ordinario de Santander (1991-2006) y ahora de Huelva (2006- ).
A un año y cinco meses de presentar la renuncia, que nadie lamentará, se mantiene en un absurdo juego del sí pero no engañando a unas buenas gentes que habían acudido a él para pedirle, confiadas en su obispo, el modo extraordinario del rito latino al que tenían todo el derecho del mundo. Y el taimado obispo les engatusó con buenísimas palabras y con decidida voluntad de que mientras él estuviera en Huelva, nanay del Paraguay. Ya el siguiente que haga lo que le parezca. Él, tan inteligente como se cree, despreciando cuanto ignora, se creyó sobradísimo para engañar a unos fieles tan buenos como inexpertos en astucias episcopales.
Esos fieles quedaron encantados con el falaz obispo y con sus palabras. Ya tenemos la misa, sólo el obispo tiene que arreglar unos leves problemillas. Pero ni había problemillas ni voluntad del obispo en arreglar nada. Sólo dejar que el paso del tiempo aburriera a los peticionarios o a él le llegara la aceptación de la renuncia. Y en eso seguimos.
Pues periódicamente recordaremos al obispo su falsedad y su mediocridad hasta el día en el que felizmente para la diócesis la abandone, ya no queda mucho, sin que nadie vaya a echarle en falta. Y menos que nadie los amantes de la misa tradicional.
Un valenciano más que fue un gran error elevarle al episcopado. Para un Reig o un Pla que salieron buenos cuantos Piris, Úbedas, Salinas, Escuderos, Sanús, Vilaplanas… que resultaron pepinos.
Para los que se creyeron el cuento del Motu Proprio, mi más sentido pésame.
Mi párroco se lo creyó. Compró ornamentos, misal de lujo, todo lo necesario para vestir el altar. Y el obispo le dijo: «nanay». Y como siguiera insistiendo, lo asignó a un trabajo de escritorio, donde está desde entonces. Bienaventurados los inicuos.
Parece que se están llegando a las lógicas conclusiones. Roma piensa en siglos, no en años. Ecclesia Dei fué una cuña para quebrar a los lefebvristas, elaborada maquiavélicamente por el magno. Conocí a un sacerdote que fué de los 8 o 9 que dejó la SSPX para integrarse a la FSSP. Y está viejo, amargado y desilusionado del engaño. Ahora es un cura vago, que depende de la buena voluntad de los fieles que le piden la Santa Misa en hoteles, garages, salas de estar, donde se puede. Porque sátrapas obispos son más la regla que la excepción. La FSSP es una «tradición» con correa y con bozal. La Iglesia puede caerse a pedazos y ellos calladita la boca.
Exactamente lo mismo ha ocurrido en Palencia. Loluco, discípulo de Vilaplana en Santander, ha engatusado a los devotos nombrando para la Misa tridentina a un sacerdote que ya no puede… Así que todo se ha quedado en nada. Y esta misma semana ha dado el golpe de gracia a la diócesis marginando ya definitivamente a todo lo poco «no progre» que queda, y de muy malas maneras… Y de muy mal ejemplo para los fieles, que asiste atónito a procesos más propios de partidos políticos que de comunidad cristiana…
Lo mismo que en Santander.
Dicen que Dios y el tiempo ponen a cada uno en su sitio. Cuando hace ya doce años, en este mismo blog algunos denunciamos las trapacerias en Santander de este obispucho amigo de lo peor, sufrimos de su mafioso entorno, insultos, amenazas, se nos llamó de todo, que mentimos, etc. Pues toma, ahora doce años después en Huelva están probando el mismo jarabe que antes otros sufrimos en Santander. El Vilapelanas es trilero, hereje, más falso que un euro de chocolate, intrigante y malo como el sólo. Con esa risita falsa con la que intenta engatusar pero que a la que te descuidas te la prepara. El ganao que tenía como rector y formadores en el seminario de Corbán era para vomitar y las blasfemias hacia Dios el pan nuestro de cada día.
Vi en el blog que había un comentario sobre Solzhenitsyn y dejé internet un momento. Cuando poco después me disponía a leerlo no lo encontré. Me gustaría leer el comentario pues es uno de esos escritores excepcionales con una lucidez tal que sus previsiones resultan proféticas.
Paco Pepe: yo creo que, al menos, hay que intentarlo. Siempre será más efectivo que llorar por las esquinas.
Ya lo he hecho anteriormente pero repito ahora mi gratitud al propietario del blog por esta defensa de los derechos de los fieles. En este caso a la Misa tradicional.
Y creo que el verla tan perseguida -la Misa tradicional- por una jerarquía que no defiende la nueva -cada cura la celebra como le da la gana- nos debería hacer reflexionar: si obispos tan nefastos aborrecen esta Liturgia es que ha de ser algo bueno para la Iglesia.
Hermenegildo: Pienso que hoy la Ecclesia Dei no sirve para nada. Y los obispos lo saben. Francisco no es Benedicto
¿Los fieles han recurrido a la Pontificia Comisión «Ecclesia Dei»? Todo lo que no sea eso sirve de muy poco.