Con mi enorme agradecimiento a José Alberto Rugeles

|

Y con el encargo de que transmita igualmente mi agradecimiento al P. José de Zayas, Heraldo del Evangelio.

Y a todos los amigos Heraldos.

Y a mí admirado D. Salvador Piñeiro, arzobispo de Ayacucho.

<

 

 

 

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *