| 23 enero, 2022
Sonreír siempre es bueno.
Y más en estos tiempos en que hay tan pocas ocasiones para ello.
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https://www.eldebate.com/opinion/20220123/wilson-bella-dama.html
Sonreír siempre es bueno.
Y más en estos tiempos en que hay tan pocas ocasiones para ello.
https://www.eldebate.com/opinion/20220123/wilson-bella-dama.html
La anécdota la conocía yo como chiste. En el chiste no se menciona a ningún político y sí a un pasado de bebida y el de rojo es el nuncio.
Dado que este chiste es casi tan viejo como yo y digo casi, porque ya ni me acuerdo cuando me lo contaron, sería bueno enterarse si la anécdota es cierta o es una licencia literaria para sacar un buen articulo.
Y es cierto lo que dice Lucrecio, varios y alguna, bebían como cosacos y posiblemente la admiración que tiene el personal por los británicos se enfriaría mucho si conocieran esto. Porque ellos beben de forma distinta y no precisamente admirable.
El humorista Eugenio lo contaba como un chiste. ¿Alguien sabe si es real?
El sacerdote tinerfeño, Luis Joaquín Gómez Jaubert, se encuentra hospitalizado y su estado es grave. Es el único sacerdote designado por el obispo Mons. Bernardo Álvarez para la celebración de la misa tradicional en la diócesis Nivariense.
Es un excelente sacerdote.
Recemos por él.
https://misagregorianagrancanaria.wordpress.com/2022/01/23/rvdo-luis-joaquin-gomez/
Estoy leyendo el libro de Castellani «Cristo,¿vuelve o no vuelve?».Magistral,y como si lo hubiera escrito antes de ayer. Os lo recomiendo vivamente.
Creo que necesitamos saber si D. Antonio Lasierra nos puede confirmar la posibilidad de la confusión con 7 martinis o si sir Harold necesitó el doble o el triple para confundirse así.
Varios de los primeros ministros británicos del siglo XX han sido, si no alcohólicos, sí notables bebedores de alcohol, lo que supone un motivo más por el que no entiendo la admiración de no pocos españoles por Inglaterra y sus políticos.
Me he reído a mandíbula batiente.
No debió de sentarle bien el viaje ya que al año siguiente presentó la dimisión, la causa alegada fue otra.
El día 16/03/ 1976, Wilson sorprendió a la nación anunciando su dimisión como primer ministro. Afirmó que siempre había planeado su dimisión a la edad de sesenta años, y que estaba física y mentalmente agotado. A finales de la década de 1960, había estado diciendo a sus allegados, como su doctor Sir Joseph Stone (luego Lord Stone de Hendon), que no tenía intención de servir más de ocho o nueve años como primer ministro. Sin embargo, sobre 1976 él probablemente era consciente de los primeros niveles de Alzheimer, cuando su antiguamente excelente memoria y fuerza de concentración comenzó a fallar.