| 23 noviembre, 2022
Coincido totalmente, una vez más, con González Guadalix.
https://www.infocatolica.com/blog/cura.php/2211230902-tres-eran-tres-y-ninguna-era#more43310
Aquí, ademas de malos, abundan los memos. Lo que no consta de las hijas de Elena.
D. González Guadalix, Cobo se la ha colado!
Hoy cumple noventa años el cardenal Martino, el último que este año llega a nonagenario. Hasta febrero no habrá más; ese mes empezará una nueva oleada que hará que los mayores de noventa se acerquen a la treintena.
Hay en bioética un principio moral cercano a la sindéresis conocido por principio del plano inclinado. Los ingleses le llaman slippery slope, es decir, acelerar por la pendiente abajo. En ese efecto dominó, una infracción lleva a otra, que nos conduce a otra y así hasta destruir toda la estructura. Empezó Francisco con aquello de quién soy yo. Nada menos que quién era él para indicar la doctrina. Porque de interioribus non iudicat Ecclesia y sobre eso no iba la cuestión. Por si faltaba poco, añadió al disparate «Si Dios lo ha hecho así…» Dios no hace el mal. Ni la ciencia en su investigación que no habla de lo que no existe, por ejemplo, de un gen gay que fuera la base del comportamiento desordenado. El siguiente paso, todavía con Francisco, fue nombrar a personajes de ignorada preparación y mostrada arrogancia en responsables de las instituciones vaticanas relacionadas con la vida. El argentino Sorondo y el tal Paglia, que hace honor a su apellido, y no es vulgarismo ni falta de respeto, sino mera abreviación de su deturpada posición y acción. En el ámbito del Pontífice hay más manifestaciones de incoherencia doctrinal, envueltas en el celofán de la misericordia, discernimiento y demás muletillas, que trenzan escasa relación con la virtud en el caso de la misericordia y con la conciencia bien formada en el segundo.
Y empezó la caída de naipes o de fichas de dominó. Poniendo a esos sujetos al frente, éstos nombraron miembros a defensores del aborto como método anticonceptivo (chúpate esa mandarina), que, a su vez, expusieron sus tesis sobre la moralidad de la manipulación de embriones, es decir, sobre su sacrificio, que, además, lo hicieron desde la cátedra de santa Marta. Toma castaña. Ante la escandalera que semejante concatenación de hechos produjo en personas católicas de sobrada preparación, no se les ocurrió a los santamartinos que decir que no hablaban esos proabortistas en nombre de la Iglesia. Gracias por la aclaración… Pero ni siquiera los presidentes de esos dicasterios supieron exponer cuál es la postura de la Iglesia.
Con esa «luz» procedente de las estancias vaticanas, no perdieron el tiempo en muchos países en subirse al tren. Bendición de homosexuales, alentar la variopinta coloración de las tesis arcoiris, esas que tienen reservado, asegurado, el sitio en las visitas al Pontífice. ¿será por acampadas o campañas?. No es que no pueda ya ponerse freno a la cascada de dislates que se han venido sucediendo, es que no existe voluntad alguna de querer hacerlo. Como decía bien el autor de Germinans el otro día, aludiendo a lo que están haciendo, entre otros, su hija, don Paco Pepe, es la hora de los laicos.