La Ecclesia Carthaginensis in Hispania nos anuncia un nuevo proceso de canonización de mártires de 1936. http://www.revistaecclesia.com/santa-sede-aprueba-un-paso-mas-para-la-canonizacion-de-55-martires-de-la-diocesis-de-murcia/ Pues bendita sea la diócesis y su obispo que va a llenar también sus altares con nuevos testigos de la fe no de tiempos olvidados sino del mismísimo ayer. Dios quiera que ese nuevo proceso llegue pronto a buen fin e incremente la nómina oficial que hace de nuestra patria la nación más mártir de la Iglesia. En días de una falsísima memoria histórica pues las cunetas de nuestras carreteras, las fosas de horrible memoria y hasta nuestras mismas calles está regadas de sangre de inocentes, este humilde Blog se enorgullece de la memoria de nuestros mártires. De nuestros olvidados mártires. Y así nos va.
Cincuenta y cinco nuevos mártires en camino
| 17 enero, 2015
Hay que recordad que el barrio de El Carmen, tendrá a su párroco subido a los altares… que nos cuide.
Me cuenta una família de la vecina Gerona que allì el obispo ha parado el proceso de beatificación de los mártires y le ha dicho al postulador que si quiere seguir adelante que se lo pague de su bolsillo.
Bien hecho. El Papa ha hecho lo que tiene que hacer.
Ahora toca a la Iglesia (o sea a nosotros) darlos a conocer.
Que muchos critican al Papa y a la Memoria Historica de Zapatero, pero ni se interesan por quien fue martirizado, ni han ido nunca a Paracuellos ni Aravaca.
Y lo terrible es que Bergoglio -quien dijo que no se puede maltratar la fe de los demás, pero yo me pregunto si se puede atacar y maltratar la fe propia y a quienes la profesan cada mañana a las siete- se va a cargar la fe por la que murieron estos mártires. Ver para creer. Lo que los comunistas y liberales no pudieron hacer lo va a hacer el Papa. Ni los peores enemigos de la Iglesia se lo hubieran imaginado.
Y yo me pregunto por qué beatifican a la gente de cicuenta en cincuenta y de cuatrocientos en cuatrocientos. Acaso no será para que así se cumpla el trámite, nadie pueda decir nada al respecto, pero, como no se conoce quiénes eran cada uno de ellos, pues como si tal cosa. Al final nadie los conoce. Yo conozco más a Toribio Romo, a Mateo Correa, a Rafael Guízar Valencia y al Padre Mechoacanejo, cuyas fotos están en las iglesias de todo su país y hasta en las tiendas y por la calle, que a los mártires de mi país.