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Cifras espectaculares de la Fraternidad de San Pedro

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Apenas sé nada de esa fraternidad sacerdotal de origen francés salvo que son «tradi». Pero las cifras que veo en días de prolongada sequía me parecen óptimas.

https://www.riposte-catholique.fr/en-une/fraternite-saint-pierre-monde

Pues ahí van.

 

Comentarios
11 comentarios en “Cifras espectaculares de la Fraternidad de San Pedro
  1. Un detalle de muestra, por ejemplo en la escuelita de Colombia, el sacerdote durante los recreos está sentado en su banco en el recreo para confesar a quien quiera.
    Eso no lo he visto en ningún colegio dizque religioso, que son cuna de paganismo y separatismo político.
    Otro canto cantaría en España si reemplazaran a los colegios dizque religiosos actuales

  2. En cualquier momento la vetusta y venenosa ponzoña luterano-bergogliana los puede misericordiar, pero solo conseguiría que se marchasen inmediatamente y en su totalidad a la Casa Madre, Por eso los viejorros progretas, demoledores masonetas marxistas romanos, no los fulminan, aunque se quedan con las ganas.

  3. «Edad media de sus miembros: 38 años de edad»… Igualito que los asilos de ancianos –perdón, conventos y casas religiosas– que tenemos en España.

  4. Un hombre rico

    Fray Raymond Lagrange OP
    06 de Noviembre de 2017
     

    Hace dos años, un hombre viajaba en un metro por la noche en la ciudad de Nueva York. Estaba luchando por no quedarse dormido, sabiendo por experiencia que si eso ocurría, algún otro transeúnte lo aliviaría amablemente del contenido de sus bolsillos. Contando la mayoría de sus posesiones, se inclinaba para vigilar. También estaba familiarizado con la experiencia de se le abriesen los pantalones por un ladrón menos ágil.
    Al tener sólo un par, esto le resultaba muy embarazoso. Como resultado, dormía muy poco, esporádicamente cabeceando en medio de las noches despiadadas. No sé cuánto tiempo la vida se había portado así con él.

    Fue a ver al doctor. Recibió una nota que decía que estaba sufriendo «los efectos de la falta crónica de vivienda» y lo recomendó un refugio para personas sin hogar. Desafortunadamente, los refugios para personas sin hogar tienden a ser peores que las cárceles, según gente con experiencia en ambos tipos de instituciones. Quizás tendría suerte y encontraría un refugio privado, donde podría tener algo de seguridad e incluso le fuese posible dormir bien por la noche. Una tarde llegó a la puerta de uno de esos refugios, el de San Antonio, dirigido por los Frailes Franciscanos de la Renovación.

    Llegó a la puerta de entrada pidiendo una cama. Fue allí donde lo conocí. Le dije que no teníamos espacio. Me mostró su nota, pero una nota no crea una cama. Pero, lo invité a entrar y le di un poco de comida.
    Era tan infantil, que no podía creerlo. A pesar del aplastante deterioro, resultado de la vida que llevaba, vi que era muy comprensivo. Le dije que siguiera volviendo: Un día de ésos podría montarse una cama.
    Estaba acostumbrado a rechazar a la gente cuando no podíamos dejar espacio. Algunos de estos casos presentaron cierta dificultad.
    Para alegría mía volvió unos días más tarde cuando se abrió una habitación.
    Le hicimos un examen mediante las pruebas habituales de drogas y alcohol y le dimos un lugar para vivir. Durante los siguientes meses, tuve el gran privilegio de conocerlo.
    A pesar de su actitud infantil, hablaba muy bien dos idiomas y sorprendentemente había leído mucho. Le encantaba discutir asuntos de la fe y fue fervoroso asiduo a los estudios bíblicos.
    Le gustaba leer las vidas de los santos. Siempre se sintió feliz de presentarse en Misa y a las oraciones. Fue generoso con los otros huéspedes del refugio, pero discreto al respecto, porque, como me explicó, no hacía buenas obras para ser visto por otros. No había ninguna astucia en este hombre, pero tampoco era ingenuo.

    Parecía ser consciente de que Dios era su única pertenencia, y eso le era suficiente. No sé cómo un hombre como él pudo vivir durante años por las calles de Nueva York y aún así, ser tan feliz. La Providencia de Dios logra las cosas más bellas en los lugares más extraños.

  5. Ningún espectaculares. Son 14 sacerdotes al año. NO LES HAN NOMBRADO OBISPO , para evitar que agarren monte. Los mantienen con válvula de escape, no sea que de veras vayan a crecer. Además podrían ser suprimidos en cualquier momento, una vez que sean percibidos como amenaza.

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