Tiene su aquel.
Resulta que un político muere y se encuentra en las puertas del cielo. Allí San Pedro le dice que ha habido un error y que no debería estar allí. Una tremenda confusión. Pero que lo iban a solucionar de la siguiente forma: se pasaría 24 horas en el infierno y 24 horas en el cielo, y que en el lugar donde se sintiera mejor, allí se quedaría. Al político, le pareció una buena fórmula, y lo bajaron al infierno. Allí se encontró con todos sus amigos congresales, y a muchos de su partido. Estaban en el infierno bailando con grandes orquestas, los mejores vinos, whiskeys, chicas en bikini y todo aquello que un personaje como el protagonista se sintiera cómodo y divertido. El tiempo se le pasó volando. No parecía que hubieran transcurrido 24 horas. Le dijeron que tenía que irse al cielo a pasar sus otras 24 horas. Y allí se fue. En el cielo dedicó el tiempo a brincar de nube en nube, a tocar el arpa, a rezar, a meditar y a cantar bonitas canciones. Y así pasaron las 24 horas. Entonces San Pedro le preguntó que dónde se quería quedar después de pasar un tiempo en el infierno y otro en el cielo. Y no lo dudó. «Abajo, en el infierno. Allí todo es más divertido y mejor». Y San Pedro le contesto: «Pues muy bien. Al infierno».
Y lo devolvieron para abajo. Pero nada más entrar, se encontró que hacía un calor infernal, un olor nauseabundo y sus amigos del partido cargando cadenas, azotados por diablos horribles. Entonces le preguntó al demonio: «¿Qué ha pasado? Esto ayer no estaba así. Ayer las cosas eran diferentes». Y el demonio le contesto: «¡Ah!, es que ayer estábamos en campaña. Hoy ya votaste por nosotros.»
Muy bueno 👍
Para México nos viene de perlas, pues tendremos la elección grande (Presidente de la República y otras tres papeletas) el próximo 2 de junio. Recen por México, por caridad.