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En el centenario de La venganza de Don Mendo

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No es evidentemente un acontecimiento religioso. Es una obra literaria que me parece genial y la glorificación del ripio en su versión inteligente y consciente.

Muñoz Seca fue un conocidísimo dramaturgo, en el artículo que hoy leo le señalan como uno de los cuatro con más éxito en su época: Benavente, los hermanos Quintero y él. Y afirma que La Venganza de Don Mendo es, con el Tenorio de Zorrilla, la obra teatral más representada en España. Yo la disfruté repetidas veces en el teatro y en el cine, siempre con la sonrisa y hasta la carcajada, y la leí muchas más en una edición de minibolsillo desgastada por tantas veces repasada. Tengo hijos que saben de memoria muchísimos versos de Don Mendo. Y sin la menor recomendación por mi parte. Fue cosa suya.

Muñoz Seca era monárquico y católico. Sin la menor ocultación por su parte. Y por eso le asesinaron en aquel año trágico de 1936. No hubo otro motivo. Su nieto, Alfonso Ussía y Muñoz Seca, mantiene hoy el culto a su abuelo. De quien ha heredado también dotes versificadoras notables.

Voy a recordar aquí una anécdota que circuló en su día por los corrillos madrileños. Comida de gala seguramente en el Palacio Real presidida por el entonces Rey Juan Carlos. Entre los comensales , enfrentados en la mesa, el nieto de Muñoz Seca y el general Valenzuela, creo que entonces jefe de la Casa Militar del Rey. Ussía al lado de la entonces mujer de Camilo José de Cela y el general al lado de una señora espectacular con la que mantenía distendida conversación. No era el caso de Ussía que apenas podía intercambiarla con la señora que tenía al lado.

¿Hoy tenemos muy buen o mal día?

Sí.

¿Ha viajado usted a la Alcarria?

No

Su marido es un gran literato

Ya

Esta reconstrucción es totalmente imaginativa por mi parte pero debió ser más o menos así.

En el transcurso de la comida Valenzuela le pidió al comensal que tenía enfrente que le escribiera unos versos  en el menú de la comida. Lo que hizo Ussía inmediatamente. Y decía así:

Del poeta Alfonso Ussia

al general Valenzuela.

Te cambio tu compañía

por la señora de Cela.

El Rey, al ver el intercambio, reclamó la cartulina. Se sonrió y la devolvió sin cometarios.

Yo no estaba allí y narro lo que he oído. Si no fuere verdad y si Ussía lo ha ya desmentido o los desmiente ahora, a lo que él diga.

Evidentemente nada de esto es motivo para traerlo al Blog.

No sé si a Muñoz Seca lo asesinaros sólo por monárquico, que sería una atrocidad, o también por católico, lo que le convertiría en mártir.

Pero sí quiero dejar constancia de otra anécdota del genial versificador que fue Don Pedro y católico evidente, genial como siempre, que recojo de otra página:

«D. Pedro vivía en una casa de Madrid donde atendía la portería un encantador matrimonio al que profesaba autentico afecto.
.
Falleció la mujer y a los pocos días el marido, más de pena que de enfermedad, pues era un matrimonio profundamente enamorado.
.
El hijo de los porteros se dirigió a D. Pedro y le pidió que redactara un epitafio para honrar su memoria. Del corazón de Muñoz Seca surgieron estos versos:
.
Fue tan grande su bondad,
tal su generosidad
y la virtud de los dos
que están, con seguridad,
en el cielo junto a Dios
.
Corría 192…. y en aquella época era preceptivo que la Curia diocesana aprobara el texto de los epitafios que habían de adornar los enterramientos, así que D. Pedro recibió una carta del Obispado de Madrid para que modificara el verso, puesto que nadie, ni siquiera el Obispo, podían afirmar, de un modo tan categórico, que unos fieles hubieran ascendido al cielo sin mas.
.
D. Pedro rehizo el verso y lo remitió a la Curia del modo siguiente:
.
Fueron muy juntos los dos
el uno del otro en pos
donde va siempre el que muere
pero no están junto a Dios
porque el Obispo no quiere.
.
Nueva carta de la Curia. Tras recriminar al autor lo que cree, con toda razón, que es un choteo de Muñoz Seca, le exige una rectificación ya que no es el Obispo el que no quiere, sino que es nuestro libre albedrío el que nos lleva al cielo o no.
.
Así que D. Pedro remata la faena escribiendo un verso que jamás colocó en enterramiento alguno porque la Curia jamás le contestó:
.
Vagando sus almas van
por el éter, débilmente,
sin saber que es lo que harán
porque, desgraciadamente,
ni Dios sabe donde están».

P.D.; Un muy querido amigo me envía una de las muchas versiones de Don Mendo. Disfrutadla:

 


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Comentarios
6 comentarios en “En el centenario de La venganza de Don Mendo
  1. ¡Cómo cambian los tiempos! Para mal, desde luego. Hace noventa años, el Obispo, con toda razón, censuraba un epitafio por decir que dos personas fallecidas estaban ya en el Cielo; hoy día, raro es el sacerdote que no lo dice al celebrar un funeral.

  2. Con permiso de D. Francisco aprovecho este espacio para felicitar a HERMENEGILDO en el dia de su santo. Aparte otras cosas tenemos un amigo común que no sé si habrá acabado la carrera de Arquitectura.

  3. Me encanta Muñoz Seca y La venganza de don Mendo me parece genial. Espero que lo beatifiquen, por lo visto su proceso está en marcha.

  4. Este Muñoz Seca era la caraba. Tenía que haber uno en cada época que rompiese lo políticamente correcto y el pensamiento único de algunos jerarcas católicos, que mas parece ideólogos que predicadores del Evangelio de nuestro Señor para el Reino de Dios.

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