Algunos lo ponen en duda. Yo no lo sé. Por lo que me limito a constatar que hay quienes se lo preguntan.
Muy piadoso nunca se ha manifestado.
Lo que sí parece es que misa diaria suele oírla.
«No menos importante y preocupante todo lo que rodea a la ‘falta de salud’ del Papa Francisco y sus consecuencias. Hace mucho tiempo, quizás demasiado, que no vemos al Papa Francisco celebrar la Misa, al menos en público. Nos dicen que tampoco lo hace a diario en Santa Marta. «Parece ser práctica del Santo Padre llegar regularmente a la Santa Misa, sentarse entre los bancos o en una silla de la Capilla y deja la presidencia a uno de los concelebrantes». Sabemos, al menos hasta ahora eso nos han enseñado, que el mayor beneficio que un sacerdote puede hacer por los hombres es la celebración frecuente de la Misa. Los documentos del Magisterio eclesiástico alientan a los sacerdotes a la celebración frecuente de la Eucaristía, incluso diaria. Muchas veces el sacerdote tiene obligación en justicia de la celebración de la Misa, por razón de la oferta recibida en estipendio o para el cumplimiento del precepto dominical de los fieles, pero habrá otras muchas ocasiones en que el sacerdote celebra la Misa sin ninguna obligación. También puede ocurrir que un sacerdote celebre la Misa habitualmente sin asistencia del pueblo y sin que medie una obligación. El sacerdote cumple con su vocación con la celebración de la Misa, incluso en soledad. La eficacia de la Misa proviene de que es la renovación del sacrificio del Señor en la Cruz».