CARLOS, EL GRANDE

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El expresidente argentino Carlos Menem en coma inducido tras sufrir un  fallo renal

CARLOS, EL GRANDE

En la tapa de “La Prensa” de hoy, leemos “Carlos el grande”, Milei se refiere a Menem como “el mejor presidente de la historia” y su hija Zulemita lo define como “un caballero de la política”. La necrofilia argentina no tiene límites.

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Hace un tiempo publicamos una nota en la cual nos preguntamos si Milei sería Menem II y no repetiremos lo escrito, porque este “grande” tiene mucho para recordar a unos argentinos sin memoria.

Recurrió a Cavallo y gracias a una política que era todo lo contrario a la “revolución productiva” anunciada logró una precaria estabilidad: el peso y el dólar 1 a 1.

Pero, peleado con Cavallo, la comparación con Judas es insólita: “Yo no me sentaría al lado de Cavallo, porque Judas le queda chico. Es un niño de pecho” (La Nación 18/6/1999). La blasfemia fue comentada en la declaración del Instituto de Filosofía Práctica titulada “Una blasfemia y obispos silenciosos” (Doce años de declaraciones que no necesitan aclaraciones, Infip, 2017, p. 235), así: “el ex presidente usa el argumento de comparación: compara a dos traidores: Judas le queda chico a Cavallo: es un lactante; por lo tanto, su traición a Cristo tiene menor entidad que la de Cavallo a Menem, quien se dice cristiano. El cristiano cree que Cristo es Dios. Por lo tanto, traicionar a Dios, como lo hizo Judas, es más grave que traicionar a un hombre como Menem. En conclusión, Menem es un renegado, idólatra o un blasfemo si sigue siendo cristiano.

Elmejor presidente de la Argentina”, siempre se burló de los argentinos, los engañó para que lo votaran, pactó con Alfonsín en Olivos para reformar la Constitución y poder ser reelecto, rifó las “joyas de la abuela”, se apoderó de bienes que eran del Estado, como la famosa Ferrari “testa rosa” que le regalaron como presidente exclamando: ¡Es mía, es mía!; defendió el uso de los preservativos pagos con los impuestos y empezó a repartirlos como si fueran juguetes, otorgó la personaría jurídica a la Comunidad Homosexual Argentina, como entidad de bien público, sancionó en 1995 una ley inicua que se aparta del principio general “quien pierde un juicio paga las costas”.

Respecto a lo último, que perjudicó a innumerables jubilados, lo cual fue denunciado por el Instituto de Filosofía Práctica en su declaración del 16 de septiembre del 2008 (Ver Doce años… p. 57), en la cual, respecto al fallo de Corte Suprema se afirma: “Toda la razón la tiene la minoría, Fayt, Petracchi y Lorenzetti: en su voto se señala que “la actuación del ANSES en la justicia en esta década puso en evidencia una utilización indiscriminada de recursos y defensas para dilatar la solución de los juicios y postergar su pago”.

La política del ANSES fue antijurídica e inmoral: confiar en que los jubilados se mueran antes de cobrar y para ello, “chicanear” gratis, sin responsabilidad, sin costas.

El fallo denuncia lo evidente: “Los jubilados no están en condiciones de igualdad con la ANSES sino de inferioridad” y agrega que “distribuir las costas por su orden importa convalidar una regulación regresiva que so color de defender los fondos públicos, discrimina al trabajador en pasividad al obligarlo a tramitar a su costa un penoso juicio y lesiona su derecho de propiedad”.

“Caballero de la política” lo califica su hija, a un hombre que también se burló de su familia, con su collar de amores e infidelidades, “caballero” que para sacar a su mujer legítima de la residencia de Olivos tuvo que recurrir a un brigadier Antonieti o algo así, por carecer de valor para hacerlo.

En su enfermedad a su lado no estuvo la Bolocco u otros de sus fugaces amores con los que se exhibía, sino fue cuidado sin rencores por su mujer, Zulema Yoma, que merece nuestro respetuoso recuerdo.

También Menem destruyó nuestro ejército por medio de Balza; para medir la estatura moral de su colaborador, una anécdota de ese individuo que le había regalado a Juan Luis Gallardo, su diario de las Malvinas. Un día fue a pedirle prestado el original para sacarle una fotocopia y nunca volvieron ni él ni el original.

Milei en su discurso dice que Menem entregó a su sucesor en 1999, un país ordenado y estable. El mismo fue “Chupete” de la Rúa, quien, deteriorado, ya era un chupetín. Con su fracaso, comenzó un penoso proceso concluyó en el año 2003. Milei en su panegírico omite decir algo de la herencia de Menem, algo que nos aqueja desde hace más de veinte años: que nos entregó a los Kirchner, por su irresponsabilidad y su egoísmo.

Buenos Aires, mayo 15 de 2024. Bernardino Montejano

Comentarios
5 comentarios en “CARLOS, EL GRANDE
  1. Echarle la culpa a Menem por los Kirschner es bastante injusto, si todos son culpa del que estuvo antes no acabamos nunca, vamos, que la culpá la tuvo Adán. Milei recupera a Menem porque le sirve para combatir al zurdaje K y dividirlo de aquellos peronistas mas de centroderecha que valoran a Menen.
    Para Juan Manuel, la paridad la podes poner donde quieras, el tema es que sea estable, no importan los ceros que estén dibujados en el billete, si quieres ponle 1 dólar a un millón de pesos ( o no son 155 yenes un dolar?) , lo que da fuerza a una moneda es tener superávit fiscal y de balanza de pagos.

  2. Montejano fue mi profesor, lo admiro, pero me pregunto, ¿a quién del resto del mundo le importa la existencia de Menem? Yo mismo trato de olvidarlo…

  3. Pues deberíamos aprender de este chiste.
    Resulta que un político muere y se encuentra en las puertas del cielo. Allí San Pedro le dice que ha habido un error y que no debería estar allí. Una tremenda confusión. Pero que lo iban a solucionar de la siguiente forma: se pasaría 24 horas en el infierno y 24 horas en el cielo, y que en el lugar donde se sintiera mejor, allí se quedaría. Al político, le pareció una buena fórmula, y lo bajaron al infierno. Allí se encontró con todos sus amigos congresales, y a muchos de su partido. Estaban en el infierno bailando con grandes orquestas, los mejores vinos, whiskeys, chicas en bikini y todo aquello que un personaje como el protagonista se sintiera cómodo y divertido. El tiempo se le pasó volando. No parecía que hubieran transcurrido 24 horas. Le dijeron que tenía que irse al cielo a pasar sus otras 24 horas. Y allí se fue. En el cielo dedicó el tiempo a brincar de nube en nube, a tocar el arpa, a rezar, a meditar y a cantar bonitas canciones. Y así pasaron las 24 horas. Entonces San Pedro le preguntó que dónde se quería quedar después de pasar un tiempo en el infierno y otro en el cielo. Y no lo dudó. «Abajo, en el infierno. Allí todo es más divertido y mejor». Y San Pedro le contesto: «Pues muy bien. Al infierno».
    Y lo devolvieron para abajo. Pero nada más entrar, se encontró que hacía un calor infernal, un olor nauseabundo y sus amigos del partido cargando cadenas, azotados por diablos horribles. Entonces le preguntó al demonio: «¿Qué ha pasado? Esto ayer no estaba así. Ayer las cosas eran diferentes». Y el demonio le contesto: «¡Ah!, es que ayer estábamos en campaña. Hoy ya votaste por nosotros.»

  4. Carlos Menem, el estadista, mejor presidente del siglo 20 en Argentina, la colocó en el concierto de las naciones, nos dejó un país moderno y con peso. Firme aliado de Estados Unidos, el envío de las corbetas misilísticas al teatro de operaciones en la Guerra del Golfo nos hizo conseguir la confianza internacional. Veníamos de ser miembros de Mov. No Alineados junto al mariscal Tito y el tirano Castro, pasamos a ser parte del G-20.
    Adoptó políticas de economía social de mercado, con las cuales nuestro país creció hasta el 10% anual y sus argumentos, estimado profesor, lo hacen coincidir paradojalmente con Página 12 y la diatriba de la izquierda hórrida. Concedió los indultos a militares y subversivos, con los que intentó cerrar una etapa de enfrentamiento entre argentinos. Nos legó el Mercosur y el fin de los conflictos limítrofes. Adoptó una política exterior inteligente con el Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas.
    En 1998, luego de una entrevista con el papa Juan Pablo II (hoy santo) en la Ciudad del Vaticano, Carlos Menem aprobó un decreto que declaró el 25 de marzo el Día del Niño por Nacer en la Argentina, siendo el primer país en hacerlo. Durante la primera celebración, en 1999, el presidente afirmó que «la Argentina ha colocado entre las prioridades de su política exterior, una firme y decidida acción en defensa de la vida.

  5. Esta vez disiento de Mi Ley. Nadie, en su sano juicio, establece la paridad entre dólar y peso a cambio fijo, pues el PIB de los EEUU es muchísimo mayor que el argentino; lo lógico habría sido una paridad fija de mil pesos por cada dólar; así se habría evitado lo que vino después con De la Rúa y siguientes. No pueden valer lo mismo en el mercado la moneda de una superpotencia y la de un país decadente.

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