Hoy. Era obispo auxiliar de Hartford (USA). Christie Albert Macaluso.
Comienzo manifestando que no tenía ni idea de la existencia de Macaluso ni de la diócesis a la que auxiliaba. Hay gilipínfanos que creen y sostienen que eso debería impedirme ni mencionarle. Tampoco tenía ni idea de la existencia de esos dos guardias civiles y del joven aragonés ayer asesinados y podré, si me lo parece, hablar de tan triste suceso. Aunque no vaya a hacerlo.
Aceptar la renuncia a un obispo antes de la fecha en la que reglamentariamente tienen que ofrecerla sólo se debe a dos motivos. Enfermedad u otra causa grave. Y estas últimas suelen ser penosas. Claro que también es penosa la enfermedad pero esa no es vergonzosa. Salvo algunas contadísimas.
Creo que personas, muchas cargadas de méritos ante Dios y su Iglesia, se merecen unas consideraciones eclesiales que no son de misericordia sino hasta de elemental educación. No dice nada en demérito de un obispo que el Papa manifieste que le acepta la renuncia por su estado de salud. Y no estaría de más que añadiera que encomienda a Dios su recuperación o la misericordiosa asistencia en su enfermedad. Dejarlos en un cajón de sastre donde hay pederastas, ladrones, libidinosos, padres de familias inexistentes, abusadores sexuales o aunque fueran consentidos y hasta provocados, prevaricadores… no me parece presentable.
De Macaluso no sé nada. Igual lo sabemos pronto porque muchas veces se filtran noticias en medios locales que explican la renuncia. Si así fuere ojalá sean buenas. Y es buena la enfermedad. Él no tiene la menor culpa de ella y Dios quiera que la acepte con resignación. Y hasta con mérito. Lo otro es una vergüenza. Y no se debería dar lugar a que alguien pudiera sospecharla. Cuando es tan fácil decir la verdad. Siempre qu no se mienta. Que en ocasiones también se intenta. Con malísimos resultados.
La ignorancia de la misericorditis alcanza hasta el extremo de no saber lo que acaeció en Belén, de su porqué y su para qué. Esa ignorancia de raíz lleva a consecuencias como creer que las obras de misericordia son la comunión sacrílega, la absolución sin conversión, la acogida al homosexual sin repudiar la homosexualidad y el reparto masivo de preservativos. Por el contrario, las madres de familia numerosa son tildadas de conejas y una amenaza a la ecología al incrementar supuestamente el calentamiento global.
Fui a la pagina de la arquidiocesis de Hartford y no dice nada de nada.
http://archdioceseofhartford.org/bishop-christie-macaluso/
» Yo soy el papa y no le debo explicaciones a nadie «, le contestó Francisco a Müller cuando le pidió explicaciones sobre el cese de sus dos mejores colaboradores, acusados de parresía por los espías misericordíticos. En Derecho Administrativo hay muchos actos de la Administración que exigen motivación y, si no concurre, son nulos de pleno derecho. No estaría de más que se motivaran suficientemente tantos actos eclesiales de gobierno y no por abstractas razones pastorales sino bien concretas. La desinformación y la falta de motivación dañan a la Iglesia. ¿ Seguro que no tenemos los fieles ningún derecho ?