Con este sacerdote tan mediático, de solidísima doctrina expuesta siempre con gran brillantez y más que notable valentía se produce un caso curioso que aunque sea de muy escasa importancia, por el número, el peso y la nula argumentación de sus contradictores la quiero traer al Blog.
Le niegan el pan y la sal por no atacar, dicen ellos la causa del mal, eludir los verdaderos problemas perdiéndose en hechos menores, callando los nombres de los verdaderos culpables de la situación… Y rematan el ataque llenándoseles la boca al decir: ¿qué se puede esperar de él si es un neocón? Palabra tan estúpida en los que se dicen tradicionalistas semejante a la de fascistas con la que desde la otra orilla quieren descalificar a los que no consideran suyos aunque de fascistas no tengan nada. Tradicionalistas que por otra parte no dan un palo al agua ni asumen el menor riesgo pues nadie sabe quienes son, o porque no lo dicen o si alguno llegara a decirlo nadie sabe quien es ese.
El que suscribe, neocón para unos y fascista para otros, cosa que me la refanfinfla aunque también he de reconocer que no son calificativos con los que me obsequien todos los días, manifiesta su enorme admiración por el sacerdote en cuestión al tiempo que expreso mi creencia de que está haciendo una labor extraordinaria, con riesgo propio y estando donde debe estar. Que no es en posiciones cismáticas sino eclesiales. Confirmando en la fe a los fieles y no embarcándoles en aventuras sin sentido y sin Iglesia.
¿Qué no dice nombres? Oigan su última intervención. Que suscribo íntegramente.
Claro que a los sedevacantistas, los que sostienen que la renuncia de Benedicto XVI fue nula o la de Francisco inválida por haber incurrido en excomunión u otras semejantes que ninguna se sostiene en pie eclesialmente, fruto de escasa formación y de lecturas superficiales y mal digeridas, no les gusta cualquier cosa que no coincida con sus prejuicios. Pues, mal que les pese, Francisco es el Papa de la Iglesia hoy. No existe otro y además hay uno. Otra cosa muy distinta es pensar y hasta decir si lo está haciendo bien o mal. Lo que se puede expresar de muchas maneras. Sin necesidad del nominatim.
Pues desde este Blog, una vez más, mi admiración y mi agradecimiento al P. Santiago Martín en su permanente y eficacísima defensa de la Iglesia y de su fe.
https://www.religionenlibertad.com/video/semana-disparatada-esto-no-es-normal-40134.html
Pedro: A mí me parece acertadísima la intervención y a usted no. Pues discrepamos. Y pienso que también usted engaña confundiendo un acto en mi opinión equivocado del magisterio con un acto magisterial. Y usted lo sabe. Pero lo oculta. La publicación en las A.A.S. no obliga a los católicos más que si no se hubiera publicado. Supongo que la Laudato Si también está publicada y yo, que no la he leído, tampoco tengo obligación ninguna de profesarla. Puedo coincidir con ella o parecerme una inutilidad. Lo único que me tengo que creer es que es una encíclica de Francisco. Nada más.
Contribuir a la confusión y ocultar la verdad es lo que hace Santiago Martín en la que Vd. denomina «acertadísima» intervención. Decir que la interpretación de Amoris laetitia es «ambígua» y callar que ha sido establecida magisterialmente su interpretación «auténtica» al más alto nivel, firmada oficialmente en las Acta Apostolicae Sedis, es ocultar la verdad y tratar de engañar a sus fieles seguidores:
A los ejemplos de Hermenegildo habría que sumar otros muchos que los que venimos siguiéndole hemos detectado desde hace tiempo. A Santiago Martín le pasa lo que le pasa a otros muchos: no se puede estar en misa y repicando… De ahí sus visibles contradicciones.
La respuesta a la insistente pregunta de Santiago Martin es ésta: «Motus in fine velocior»
Que reconozca que Amoris Laeticia es ambigua, es un gran avance por parte del padre Santiago Martín. Si lo miramos desde el punto de vista del Magisterio, desde el punto de vista de la Doctrina, y desde el punto de vista del Evangelio, Amoris laeticia, y me refiero en concreto al capítulo VIII, y más en especial al apartado 301, simple y llanamente, ES INDEFENDIBLE.
Hermenegildo: No todos están, o estamos, siempre acertados. No oí o leí lo de Parolin pero creo que lo importante es el saldo. Y el del P.Martín me parece sumamente positivo. Lo de la A.L. respondía, supongo, al convencimiento de muchos de que había que interpretarla de acuerdo con la doctrina de la Iglesia.
Por cierto, el P. Santiago Martín reconoce ahora que «Amoris laetitia» es ambigua. Algo es algo; recuerdo que en el primer vídeo que dedicó a esta exhortación cuando fue publicada, afirmó por activa y por pasiva que el documento era plenamente ortodoxo y que no se separaba en nada de la enseñanza tradicional de la Iglesia.
Sin embargo, no se pude hablar de ambigüedad cuando el Papa ha declarado magisterio auténtico una determinada interpretación.
Ciertamente, este último vídeo del P. Santiago Martín está muy acertado. Sin embargo, el de la semana pasada, en el que se empeñó en defender al Cardenal Parolin frente a las críticas por su actuación en China, resultó lamentable:
https://www.religionenlibertad.com/video/china-respeto-a-los-martires-y-a-parolin-40016.html