| 24 enero, 2025
En esto sin la menor duda.
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¡Y a Francisco quién le gustaba era Biden!
Pues a tragar cuatro años.
Si llega.
En esto sin la menor duda.
¡Y a Francisco quién le gustaba era Biden!
Pues a tragar cuatro años.
Si llega.
¡Sí señor! DONALD TRUMP.
A veces, cuando los propios no están a la altura, nos salvan los extraños. Esta es la hora. Muy bien por Trump. Mientras los «despistados» sin altura ni filosófica ni teológica se rinden a agendas dislocadas y pretenden asimilarse a tontosdelhaba del cambio climático con ánimos de actualizarse por la vía de la ideología zurda, hay otros que presentan la batalla cultural. Ya está bien de idioteces. Mi papa es el que no se rinde a ideologías diabólicas. Todo lo demás hay que combatirlo. Pese a quien pese. “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?’. Y entonces les declararé: ‘Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad’” (Mateo 7:21-23. ¿Saben ya por qué algunos nos vienen ahora con eso de que en tiempos de Jesús no había micrófonos? Pues eso, por la misma razón que en otros ámbitos silencian a los testigos. De Dios sólo son los de Dios. Y todo lo demás es morralla, fantoches, faramalla, eje del mal.
El derecho de manifestación, sea contra el aborto, a favor de la energía eólica, contra una mina de uranio, a favor de los gatos callejeros, contra la ocupación de pisos e incluso pidiendo que los triángulos tengan cinco lados no puede limitarse, excepto que los participantes muestren conductas violentas, quemen cajeros, asalten comercios y metan fuego a los contenedores. En ese caso, la fuerza pública debe intervenir con toda la violencia necesaria y, si hay que abrirle la cabeza a porrazos a alguien, se le abre. Exijo mi derecho a caminar por la calle sin que ningún energúmeno queme los contenedores que yo he pagado.
Francisco y Biden ya eran amigos de antes, y hablaron a menudo cuando Biden perdió a su hijo Beau víctima de un cáncer fulminante que lo mató en diez días con tan solo 46 años.
[Y que quede claro que yo aplaudo estos indultos como el que más].