O eso me lo parece a mí. Era un icono progresista, evidentemente pasado de rosca, pero que bullía en aquellos ambientes tan de moda entonces.
En 1993 fue expulsado, creo recordar que con otros tres compañeros de su congregación claretiana, cosa que ya puede dar idea de lo arriscado de sus posiciones pues entonces, incluso con Juan Pablo II, se perseguía en los religiosos a los tradicionales y no a los progresistas.
Pues, creo recordar que cuatro claretianos, en ese año a la puñetera rue.
Un prelado apostólico o vicario territorial, claretiano como ellos y compartiendo progresismo, catalán y titular de una entelequia pastoral brasileña que hoy tiene apenas ocho sacerdotes diocesanos, Casaldáliga, los acogió como prelado benevolente en su jurisdicción y con autorización para vivir fuera de ella. La Amazonía o sus proximidades, no tengo el menor interés por situar a Sâo Félix, ahí me las den todas, ahora ya con 90 años muy próximo a los 91, el claretiano catalán se permitió el lujo de prescindir de lo que era la mitad de su clero para dar gusto a unos amigos que de claretianos ya no tenían nada y de curas, pues, controvertidos.
A parrir de su exclaustración, ya casi ni marginalidades radicales salvo alguna escasísima de un par de ellos, tal vez los evangélicamente más bíblicos, sólo por el nombre, un evangelista y un benjamín. Prácticamente desaparecidos. Ya no interesaban.
No son nadie, ninguno, no se ha perdido nada eclesialmente porque hayan dejado de serlo, y hasta seguramente es un error por mi parte traer a uno de ellos al Blog. No son nadie ninguno, no dicen nada a nadie hoy, están absolutamente muertos aun en vida. Pero creo que es bueno constatarlo. Se suicidaron y hoy apenas existen salvo que vengan a reclamar el sexo anal que ya es rizar el rizo.
Pues ahí tenéis a Forcano. A sus 83 años.
Con la cantidad de tontadas progres de toda esta patulea se podría escribir una enciclopedia denominada «el libro negro»; autor, Satanás. Toda esta gentuza ha hecho mucho daño, a los hechos me remito. Lo he dicho varias veces, en tiempos fui lector de todos estos saltimbanquis de la teología y la moral distraída. Vendieron su alma al diablo y arrastraron a jóvenes poco avisados a sus cloacas porque se las vendían como paraísos perdidos. Pasando el tiempo, cada mochuelo volvió a su olivo y la partida zascandil, al suyo, es decir, a la nada. O entre la nada y el cero. La Iglesia es una institución milenaria portadora de valores y siempre que intenta adaptarse a los tiempos la caga. Sobre todo porque el personal tiende a degenerar y adaptarse a la degeneración es poner pocos valores sobre la mesa y mucho postureo. Después nos hemos dado cuenta algunos de que no es el latín el que aleja al pueblo de Dios, ni es dar la espalda o bailar de frente; ni los ritos, ni casullas. Hemos visto a muchos «hartos» de ritos, latines y amenes salir escopeteados tras otros ritos más complicados y foráneos, otros ropajes más alambicados, otros Om, amenes disfrazados y otros «rosarios» de más complicada catadura con mantras de sentido dudoso.
No era eso, no era eso. Siempre que los zoquetes progres piden adaptarse a los signos de los tiempos están diciendo: relajar los requisitos, rendiros ante y asimilaros a un mundo sin valores, dejaros comer la partida por zurdos sin fronteras que no siguen ninguna estrella polar pero que pretenden llevarnos por el sumidero de la historia.
De manera que si este botarate ahora nos sale con el sexo anal-asnal, no hay que extrañarse: no se trata más que de la siembra de toda una vida de disparates, traiciones y memeces propias de gentuza insustancial que ha dado su fruto más preciado. Entono el mea culpa por haberme dejado liar, cuando joven, por toda esta zoquetería andante. El sujeto escribe en Atrio y demás cloacas. Está en su sitio apropiado.
Muy penoso. Quien recuerde las revistas claretianas Misión Abierta y Yelda podrá comprobar cómo a partir inmediatamente del posConcilio se deteriora la mentalidad, el quehacer y la entidad misma del que fue excelentísimo Instituto Religioso Misioneros Hijos del Corazón de María fundación de San Antonio Mª Claret «fecha el 16 de julio de 1849, con el fin de buscar en todas las cosas la gloria de Dios, la santificación de sus miembros y la salvación de las almas de todo el mundo».
Los conocimos con un espíritu admirable y un empuje y vigor católico extraordinarios.
Este servidor recuerda al Padre Plaza, incansable misionero popular del que aprendimos en nuestra parroquia de aldea rural el canto a la Virgen María:» ¡Salvame Virgen María, sálvame te imploro con FE. Mi corazon en ti confía …!» Más tarde conocería a otros igualmente magníficos. Un recuerdo imborrable y agradecido para las Misas de once los días de precepto con todo el alumnado en pleno de un determinado colegio en su magnífico templo, misas que se terminaban con el Himno cantado a pleno pulmón por toda la muchadcada fervorosa: «La Juventud cordiamariana viene cantgando su ideal: Santa María es nuestra Reina. Cristo el modelo y capitán…» que hoy no se lo saben ni los escasos clérigos desfondados que quedan en esta institución ahora entre católica e interconfesional
Llegó esa generación posconciliar de los Forcano en la que también figura el hoy cardenal Sebastián , por cierto ambos aragoneses e ideológicamente no tan distantes; una autonomía española y generación posvaticanista que hasta ha dado algún clérigo guerillero en las selvas ameri canas.
Del curriculum de Forcano la Gran Enciclopedia Aragonesa trae lo siguiente:» . Ordenado sacerdote en 1962, perteneció a la congregación claretiana hasta su expulsión de la misma en 1993. Licenciado en Teología por la Universidad de Santo Tomás de Roma y especialista en Ciencias Morales por la Academia Alfonsina de esa ciudad, a partir de 1965 ejerció como profesor de Teología Moral en centros como Claretianum, de Roma; Teologado Claretiano, de Salamanca; Escuela de Vida Religiosa y Seminario Diocesano, de Madrid, o la Universidad Javierana y la de Santo Tomás, de Bogotá. En 1976 dirige varios cursos en distintos países de Centroamérica y mantiene estrechos contactos con los teólogos de la liberación. Codirector de la revista Misión Abierta entre 1976 y 1988, impulsó la editorial Nueva Utopía y la Comunidad Proamerindia Pedro Casaldáliga. En 1983 el cardenal Ratzinger abre un proceso extrordinario contra él por los contenidos «erróneos y peligrosos» de su libro Nueva ética sexual (Ediciones Paulinas,1981). Cuando en 1987 el superior general de los claretianos aplica contra Forcano las medidas indicadas por Ratzinger (prohibir la edición y difusión de su libro, someter a censura todas sus publicaciones, apartarlo de la enseñanza de la moral sexual y destituirlo como director de Misión Abierta), Forcano recurre, y sus cinco compañeros de la comunidad de Fernández de los Ríos, de Madrid, se solidarizan con él. La congregación suprime esta comunidad, perteneciente a la provincia claretiana de Aragón, y asigna a sus miembros nuevos destinos; pero los religiosos se niegan a acatar la orden, por lo que en 1990 se inicia un expediente de expulsión que recurren ante la Sagrada Congregación para los Religiosos y, más tarde, ante la Signatura Apostólica, supremo tribunal de la Iglesia, que el 5 de febrero de 1993 confirma la expulsión de estos seis claretianos que se declaran seguidores de las doctrinas del Concilio Vaticano II. Acogidos por Monseñor Pedro Casaldáliga, también claretiano, pasan a ser sacerdotes de la diócesis brasileña de São Felix con permiso de residencia en Madrid….»
Se puede uno imaginar toda la metralla descatolizadora que ha ido metiendo por donde ha pasado una vez que se impregnó en Roma de las teorías de quien fuera benedictino Franzoni , abad que fue del monasterio adjunto a la basílica de San Pablo en el que Juan XXIII dió a conocer su decisión de convocar a Concilio. Este Forcano ha defendio en prensa al exjuez Garzón y homenajeado a Manuel Fraijo, escribió un librillo conjunto con el arrupita ¡Masiá!, con el sociólogo Elzo, con Mayor Zaragoza y Nuria Terribas; escribe en Cristianos gay y en Atrio, dicho sea como coordenadas de su pensamiento descatolizado.
Es la resultante cciliar que los exclaustrados argumentaron como motivo, addemás muy real, para la vía combativa en la que se emplearon a fondo. Nada extraño ya que es la evoluciónlógica de la desconfesiinalizacio y la desacralización vatucanistas y de la que este servidor de ustedes fue testigo diario hasta el punto de interrumpir una homilía del P. Borges en que trataba a los padres de integristgas, rígidos, esclerosados, fariseos,hipócritas y lindezas semejantes a los que no aceptaban las nuevas modas de no enseñar ya a los hijos las oraciones usuales pues ellos eran competentes para dirigirse a Dios a su modo, no llevarlos a Misa en los días de precepto y demás deconstrucciones religiosas desde entonces. Hasta estos tiempos en que no solamente no se parecen en nada estos a sus predecesores preconciliares, sino que la Religión ya no es la misma.Véase la prueba que copio de Wikipedia:
Los Beatos Mártires Claretianos de Barbastro son los 51 misioneros claretianos martirizados y asesinados por milicianos anarquistas en el inicio de la Guerra Civil Española en la localidad oscense de Barbastro, España, y cuya festividad se celebra el día 13 de agosto cada año.
En la diócesis de Barbastro durante persecución religiosa durante la Guerra Civil Española, fue asesinado el 88% del clero.
Uno de los «fallecidos», Faustino Pérez, escribió una carta de despedida a la congregación, fechada el 13 de agosto de 1936.
Querida Congregación.
Anteayer, día 11, murieron, con la generosidad con que mueren los mártires, 6 de nuestros hermanos; hoy, 13, han alcanzado la palma de la victoria 20, y mañana, 14, esperamos morir los 21 restantes. ¡Gloria a Dios! ¡Gloria a Dios! ¡Y qué nobles y heroicos se están mostrando tus hijos, Congregación querida!. Pasamos el día animándonos para el martirio y rezando por nuestros enemigos y por nuestro querido Instituto; cuando llega el momento de designar las víctimas hay en todos serenidad santa y ansia de oír el nombre para adelantarse y ponerse en las filas de los elegidos; esperamos el momento con generosa impaciencia, y cuando ha llegado, hemos visto a unos besar los cordeles con que les ataban, y a otros dirigir palabras de perdón a la turba armada; cuando van en el camión hacia el cementerio, les oímos gritar ¡Viva Cristo Rey! El populacho responde ¡Muera! ¡Muera! Pero nada los intimida. ¡SON TUS HIJOS, CONGREGACIÓN QUERIDA, estos que entre pistolas y fusiles se atreven a gritar serenos cuando van a la muerte VIVA CRISTO REY! Mañana iremos los restantes y ya tenemos la consigna de aclamar, aunque suenen los disparos, al Corazón de nuestra Madre, a Cristo Rey, a la Iglesia Católica y a Ti, MADRE COMÚN DE TODOS NOSOTROS. Me dicen mis compañeros que yo inicie los vivas y que ellos responderán. Yo gritaré con toda la fuerza de mis pulmones, y en nuestros clamores entusiastas adivina tú, Congregación querida, el amor que te tenemos, pues te llevamos en nuestros recuerdos hasta estas regiones de dolor y muerte. Morimos todos contentos sin que nadie sienta desmayos ni pesares; morimos todos rogando a Dios que la sangre que caiga de nuestras heridas no sea sangre vengadora, sino sangre que entrando roja y viva por tus venas, estimule su desarrollo y expansión por todo el mundo. ¡Adiós, querida Congregación! Tus hijos, mártires de Barbastro, te saludan desde la prisión y te ofrecen sus dolorosas angustias en holocausto expiatorio por nuestras deficiencias y en testimonio de nuestro amor fiel, generoso y perpetuo. Los mártires de mañana, 14, recuerdan que mueren en vísperas de la Asunción; ¡y qué recuerdo éste! Morimos por llevar la sotana y morimos precisamente en el mismo día en que nos la impusieron.
Los mártires de Barbastro, y en nombre de todos, el último y el más indigno, Faustino Pérez, cmf.
¡Viva Cristo Rey! ¡Viva el Corazón de María! ¡Viva la Congregación! Adiós, querido Instituto. Vamos al cielo a rogar por ti. ¡Adiós! ¡Adiós!».
Siguen las filiaciones de los 51 mártires «fallecidos» por fusilamiento a manos de los demócratas republicanos. No eran fulanos imaginarios o supuestos, sino ciudadanos españoles religiosos católicos pues entonces no existía aún la interconfesionalidad clerical y sus fantasías unionistas.
No hubo un solo lapso, renegado o acomodaticio dialogante. Tenian temple de católicos con pleno derecho de serlo. Tenían FE Católica sin interconfesionalizar en la duda metódica. Por la inteconfesionalidad humanista profana ecuménica no morirían ni Forcano ni Sebastián ni niguno del 9G o del resto de la Curia con guardia suiza.
La Salvación eterna gloriosa sí que merecía vivir religiosmente y morir en la Gracia de Dios. Al grito de ¡Viva Cristo Rey! Eso era antes de que todos estuviéramos salvados por Derecho del Hombre, según se dice. Dios ahorá está obligado. Lo ha decretado esta tropa.
Muchas gracias por su excelente aportación
Caray, con este órdago del sexo anal habría dejado muda a la chiquillería que le molestaba en el recreo con aquel recochineo inocente y coral de «Benjamín Forcano me la agarra con la…»
Forcano Cebollada (de segundo apellido) convertido en Cebolleta.Los claretianos…manda «carballo».
Un don nadie dice una estupidez para salir en los medios. Y algunos pican y le sacan.
al progre-pervertido benjamin forc-ano le gusta el sexo anal, por ende no sería extraño que también le guste el sexo oral, el sexo grupal, el sexo bisexual, el sexo intrafamiliar, el sexo fantasmal, etc. definitivamente la perversión de los progres llega al infinito superando así los gustos de calígula y del marques de sade.