Si llega a obispo auxiliar, que parece muy posible, será ya más retratado que la Colau. Y, como ella, tampoco sale favorecido en las fotos.
Parece, como nos cuenta nuestro amable informador de Nueva York, que en Estados Unidos se están nombrando muy buenos obispos. Me temo que no es el caso de España donde nos están colando bastante gato por liebre. Y una mala Conferencia Episcopal cuesta muchísimo trabajo levantarla. Que nos lo digan a los españoles con la que tuvimos que sufrir con el Dadagliato.
Según Oriolt, que suele estar bien informado siempre, Bacardit es un gol que Vives le ha colado a Omella una vez perdidas todas las esperanzas por el copríncipe. A mí Bacardit no me gusta ni aunque Vives no lo promocionara, y si es su valedor, todavía menos. Aunque uno del de Urgel no tenga el peor de los conceptos. Como estoy acostumbrado a muy malos obispos, me tragué todos los de Pablo VI, si este clérigo con nombre de ron, ya sé que sobra una t, y evidentemente no lo dice. en menosprecio suyo quien tiene nombre de pájaro, cuando llegue el nombramiento, que es muy posible que vaya a llegar, yo esa noche dormiré tan plácidamente como si no le hubieran nombrado. Ya luego, según lo que haga o no haga, opinaré lo que me parezca oportuno. Como hago siempre. Quien ha sobrevivido a Setién, Buxarrais, Yanes, Gabino, Uriarte, Deig, Camprodón, Pont, Soler, Torrella, Cirarda, Sebastián, Larrauri, Añoveros, Sánchez, Castellanos, Algora, Iniesta, Echarren, Fernández, Osés,, Domínguez … ya pueden echarme Bacardits. Observaréis que no nombro a Tarancón. Con muchísimas responsabilidades pero tenía otra categoría. Y suum cuique.
http://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2017/01/vives-vuelve-entrometerse.html
Sobre la fotografía de Vives que tomo de Germinans quisiera hacer un comentario adicional sobre el cuello romano, la tirilla, la blanca doble o como la queráis llamar. Soy un declarado partidario del clergyman aunque me guste más la sotana. Reconozco también incomodidades de la misma. Y por tnto no hago cuestión de ello. Bendita tirilla al cuello como manifiesto de la condición sacerdotal. El cuello romano es más complicado de llevar y seguramente menos cómodo. Pero muchísimo más elegante. No es la elegancia requisito necesario en un clérigo pero, si no es vanaglorioso tampoco está mal. La tirilla es cutre, parece de un chino de los de todo a un euro. Vale, y muy bien, en los sacerdotes pero ya en los obispos parece que podrían elevarse un poco más. Pues, salvo en el obispo de Orense, al que felicito por llevar habitualmente el cuello romano, y Vives, no se suele ver en ningún obispo salvo que vayan en traje coral. Que no suelen. Mi arzobispo, Don Carlos Osoro, aun antes de ser cardenal, lo frecuenta. Y me parece muy bien. Un obispo, el supremo orden sacerdotal, se merece algo más que la tirilla. Antes el amito la ocultaría. Pero como también han prescindido de él pues ahora queda manifiesta en sus misas. Benditos los obispos cercanos a su pueblo, ajenos a preminencias excesivas y distantes. Pero no todos somos iguales. Aunque algunos sean mucho más inteligentes, más altos y más simpáticos que el obispo. El sucesor de los Apóstoles es él. No los demás. Pues que se les note. Incluso externamente. Eso no nos hiere. Nos gusta. Incluso en su apariencia externa. No vayan a ocultarla tanto que no sepamos reconocer al obispo. A nuestro obispo.
Francisco Maya vicario de Badajoz, ¿obispo de Plasencia?
A los obispos ya sabe que signos se les da como propios. Y sabe que el cuello romano no es uno de ellos. Me parece una cuestión emotivista el que lo diga.
Sr. Fernández de la Cigoña:
Le escribo desde Mallorca. Si ese es el nuevo obispo auxiliar para Barcelona, ¿qué nos espera en Mallorca? El nuevo Administrador de Mallorca ha llegado a la isla y no ha buscado a las ovejas perdidas sino a su viejo núcleo de amigos curas del glorioso mayo del 68. Los abraza, los llama, y éstos presumen de ser sus amigos, de tener su móvil y escribirle wasaps.
El mitrado se pasea con ínfulas de titular por la diócesis y e incluso dicen que ha llegado a asegurar sus colaboradores más cercanos que se quedará en la isla, que eso está ya prácticamente cocido en Roma. Todo ello lo hace en vez de dar seriedad a la sede vacante en tanto es un proceso canónico propio y no un teatrillo. En las misas, el prelado baja del presbiterio a dar la paz, hace chistes y usa el báculo del nefasto obispo Teodoro Úbeda. Otra circunstancia fue que él mismo se autoadjudicó la homilía de la misa del Estandarte del 31 de diciembre (pasando por encima del cabildo catedralicio), la cual la hacía tradicionalmente un sacerdote local. En un larguísimo sermón, el Administrador defendió por encima de todo la «lengua catalana» y la catalanidad, cuando aquí somos una comunidad autónoma propia y dependemos, eclesiásticamente, de Valencia. Como se imaginará, esto del catalán enfadó a la mayoría de la población porque aquí los catalistas son una minoría. Ha sido un escándalo. Puede encontrar la homilía en internet en Agencia Baleria.
Me temo que, si confiman a este obispo, gobernará para su pequeño rebaño del 68 y castigará con mano dura a los disidentes. Que Dios nos ampare. Mallorca necesita un obispo que esté lejos de las intrigas isleñas y no otro isleño, alguien de fuera, que sea independiente de la política y se dedique sin amiguismos insanos a la tarea pastoral enteramente. Hace falta una imparcialidad e independencia normales para gobernar que este obispo no tiene (¡ni quiere!). Ruego a la Virgen Inmaculada que interceda por lo poco que queda de esta diócesis y que el papa Francisco piense muy bien este nombramiento.