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El arzobispo de Zaragoza con problemas judiciales

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No tengo el menor problema personal con el arzobispo de Zaragoza. No es de mis obispos favoritos pero ninguna animadversión por mi parte a su persona. Creo que nunca he intercambiado ni un saludo con él. Y lamento que como arzobispo se vea en ese incómodo trance.

http://www.eldiario.es/aragon/sociedad/Fiscalia-Audiencia-arzobispo-Zaragoza-espionaje_0_634837526.html

¿Obró bien o mal? No tengo ni idea. La sucesión de Ureña en Zaragoza fue traumática y poco explicada. Creo que sería bueno que se explicase. Resultara implicado quien lo fuese. Tal vez esto sirva para algunas aclaraciones.

Es un asunto personal entre una señora y el arzobispo que se resolverá como proceda en derecho. Y no tengo en ello interés por ninguna parte. Con la señora exnotaria, y con dos sacerdotes más, tuve una demanda personal, a instancias de ellos, que se resolvió amistosamente sin vencedores o vencidos. Y con un trato excelente por su parte y creo que también por la mía. Sin la menor consecuencia jurídica o económica por ambas partes. Nada llegó a juicio.

En este tema. al menos de momento, no voy a entrar. Se resolverá como sea. No es cosa mía. Pero ahí está. Me limito a dejar constancia de ello. Como lo haré de la decisión judicial si la hubiere. Sean quienes fuesen los condenados si a condena se llegase.

Lo que nos gustaría a todos saber es la trama de la conspiración contra Ureña. Que parece ser que la hubo. Posiblemente por errores del hoy arzobispo emérito. ¿Pero tan graves como para haber llegado a la defenestración? ¿Y tan precipitada? Posiblemente la señora exnotaria sepa algo de eso. Y si lo refiriera ante el tribunal pues nos enteraríamos mejor de lo ocurrido. No falta quien dice que esa señora fue utilizada y luego abandonada sin el menor agradecimiento. No tengo ni idea de si fue así. Ella tal vez pueda aclararlo.

Comentarios
21 comentarios en “El arzobispo de Zaragoza con problemas judiciales
  1. Cuánta podredumbre se mueve entre los obispos, cardenales y sacerdotes, claro si ya nos lo dijo nuestra Madrecita del cielo en Garabandal.

  2. El actual (…), con un hijo reconocido a sus espaldas, un trepa como la copa de un pino y malo hasta aborrecer. Eso sí listo y con mano izquierda….mientras con la derecha te clava el puñal.

  3. Valerorosconero; no soy un especialista sobre todos y cada uno de los 500 sacerdotes de la Archidiócesis de Zaragoza. Conozco con detalle los hechos y actuaciones referentes a la destitución fulminante de Mons. Ureña debido a unas circunstancias muy concretas que ahora no vienen al caso. De Almor no tengo una opinión específica si bien en general el Cabildo Catedral de Zaragoza está lastrado por su adhesión y cercanía a Mons. Yanes, de nefasta memoria como Arzobispo sectario y de camarillas progres sin nivel ni peso específico humano, intelectual ni espiritual. Pérez Mas es un sacerdote relevante pero no conozco su relación específica con Mons. Ureña ni las consecuencias de su destitución en su trayectoria y actuación. Desconozco por completo a D. Sergio Pérez Baena, pero personas de mi más absoluta confianza me indican que es un sacerdote de muy escasa entidad y poco nivel humano, muy descentrado psicológicamente, de fácil puñalada por la espalda, afán por medrar a toda costa y por todos los medios, sectario y progre en la más clásica línea yanera y deseoso de un protagonismo frívolo, con un marcado amaneramiento difícilmente disimulable. Representa una parte del tipo de sacerdotes jóvenes o no tan jóvenes ordenados en años anteriores en buena parte de las Diócesis de la mitad Norte de España, en especial Cataluña, Aragón, País Vasco y también de Andalucía. En los últimos años, de 2010 a esta parte, ha mejorado notablemente, por el influjo de nuevos Obispos más sólidos y equilibrados (Reig Plá, D. Demetrio, los nuevos del País Vasco, el propio Ureña,…), que entre otros logros han conseguido ir erradicando gradualmente las conductas afeminadas y las orientaciones (y a veces conductas) homosexuales que al amparo de un progresismo y un énfasis por la modernidad mal entendida si no se promovían al menos tampoco se disuadían.

  4. El fiscal superior de Aragón (dicen que) es del Opus Dei, en calidad de SUPERNUMERARIO.
    El fiscal jefe provincial (dicen que) es del Opus Dei, en calidad de MIEMBRO NUMERARIO.
    ¿Qué postura adoptará la fiscalía en los asuntos penales en los que esté implicado, imputado, investigado, o sea parte la Iglesia Católica, representada -muy dignamente, por cierto-, por el actual ARZOBISPO TITULAR?
    (Pues Eméritos creo que ya tenemos a tres…).
    TREMENDA PREGUNTA, Y DIFÍCIL CONTESTACIÓN.

  5. Otro de aquí:
    La verdad es que los últimos cambios en las parroquias los considero extraños y no tengo un juicio claro.
    Lo que pienso es que D. Sergio Pérez Baena, que ha pasado a la zona de Daroca, podemos pensar que ha bajado en el escalafón ¿tal vez por su anterior responsabilidad en el seminario? no lo sé, la verdad.
    D. Javier Pérez Mas continúa siendo Vicario y al parecer, la parroquia de la Presentación es más importante que la de la del Rosario ¿un pequeño salto hacia arriba? no sabría decirlo. Lo que si creo es que con la marcha de D. Manuel Ureña, del que casi era su delfín, su situación ha empeorado. No olvidemos que no hace mucho incluso salió en varias quinielas episcopales.
    D. Sergio Martínez Sarrado tampoco sabría decir, creo que está en una situación similar a la anterior.
    No creo haberle aclarado mucho. En resumen creo que D. Sergio Pérez Baena ha sido degradado y los otros dos sacerdotes han quedado mas o menos igual.
    La obsesión del maléfico Yanes contra D. Manuel Ureña la conocemos todos desde el principio. Lo de los informes psiquiátricos fue vergonzoso.
    Cuanto mejor hubiese sido que este hombre hubiese regresado a su Canarias natal.

  6. Valerorosconero. Vd. que está al tanto de la realidad eclesial zaragozana, ¿cree que el traslado de D. Javier Pérez Más de la Parroquia del Rosario a la de la Presentación de la Virgen, es un «ascenso»? Sobre todo, teniendo en cuenta por quien fue sustituido.
    Y no olvidemos que la maquinación contra D. Manuel Ureña, comenzó antes de tomar posesión de la Diócesis. Mns. Este, el Padre Aquel y, seguramente, el Cardenal Esótro, con los laicos conocidos, le hicieron la vida imposible. Lo penúltimo que hicieron, tras varias denuncias, demostradas falsas a la postre, fue acusarle ante el Papa de estar mal de la cabeza, lo que obligó a D. Manuel a presentar un certificado médico que lo negaba. En vista de lo cual, le atacaron por el flanco del diácono. Dicho sea de paso, D. Manuel no tomó sólo la decisión de indemnizar con esa cantidad a ese pájaro. Fue aconsejado. Mal, muy mal, por lo visto. Quizá con la intención de «pillarle» después.
    D. Manuel Almor, ex Dean y Vicario General, es un hombre leal. Lo fue a D. Manuel y lo es a D. Vicente.
    D. Manuel se siente tan a gusto y tan querido en Zaragoza, que vive en Valencia. Y cuando viene a Zaragoza por asuntos particulares y/o pastorales, se aloja en un hotel que está justamente enfrente del Palacio Arzobispal. Al otro lado de la plaza. Como a 50 metros.

  7. Los curiales de Zaragoza, y me refiero a la curia judicial no a la eclesiástica (abogados, procuradores, funcionarios, etc.), YA NOS ESTAMOS ACOSTUMBRANDO A VER A NUESTRO ARZOBISPO EN LOS JUZGADOS, como investigado (antes imputado), testigo, etc.
    ¡Y la verdad es que, a los que somos católicos practicantes, aunque pecadores (la carne es débil), NOS DA MUCHA PENA!

  8. D. Fernando Larrea Taboada:
    Veo que está Vd. perfectamente informado de los hechos que ocurrieron, por ello, me atrevo a pedirle, si lo conoce, nos informe de cual fue la actuación en todo este embrollo del deán Almor, creo que fue incluso objeto de una denuncia instada por el diácono con motivo de haber hecho públicos los hechos, así como la de D. Javier Pérez Mas, en cuya parroquia estaba el diácono cuando se hicieron las pintadas del atrio de la Almozara. Todos sabemos la buena sintonía que había entre D. Manuel Ureña y D. Javier Pérez Mas. ¿Cree que esto ha afectado a D. Javier?
    Soy consciente del nefasto episcopado de Yanes, pero estoy seguro de que Vd. sabe también que en Zaragoza hay muchos sacerdotes partidarios de él, por comentarios no explícitos si no más bien implícitos de algunos de ellos, yo había llegado a la conclusión, que ahora veo claro que estaba errada, de que había una relación (…).
    Tuve la oportunidad de conversar con D. Manuel Ureña durante un largo rato después de su «renuncia» y constatar que era excesivamente bueno, por ello me rechinaba el hecho de pensar que hubiese sido consciente de que (…).
    En fin, intentaremos subsistir en este nido de víboras que dejó Yanes en el clero zaragozano.

  9. Me alegro de que se haya convencido de que no existía una relación homosexual entre el párroco y el diácono. Además, de haberla habido, ambos se habrían encubierto entre sí y en ningún caso D. Miguel Ángel Barco habría emitido un informe desaconsejando la ordenación presbiteral del diácono.
    Por otra parte, D. Vicente se salva no en cuanto a capacidad y valía, aunque sí en integridad, porque se ha dado cuenta de la maquinación y del nido de víboras que ha dejado Yanes tras un episcopado nefasto y sectario, de camarillas y favores mutuos, del peor progresismo promovido por Tarancón-Sebastián pero sin su valía y peso específico.
    En cuanto a la respuesta del Sr. Cigoña, tengo que aducir que la verdad es la verdad y los hechos son los hechos, independientemente del acuerdo al que, por temor o por cualquier otra razón, haya llegado con los ejecutores de la maquinación urdida por el cuarteto Omella-Yanes-Abril-Arana, quienes se han servido de ellos como meros instrumentos útiles para esa finalidad concreta para dejarlos a continuación en la estacada sumidos en su absoluta mediocridad y nula estatura moral e intelectual.

  10. D.Fernando Larrea Taboada:
    He leído muy minuciosamente su intervención y veo que coincide prácticamente en todo con una intervención mía anterior que ha sido borrada por el bloguer.
    Existe la diferencia de que yo decía que efectivamente existía una relación afectiva homosexual entre el párroco y el diácono, pero después de leerlo a Vd., me ha convencido de que efectivamente esta no existió, si no que fue una artimaña perversa del diácono para forzar al bueno de D. Manuel a soltarle una buena cantidad de pasta para no perjudicar, aunque fuese falsamente, al párroco, ya que sabía la amistad de este con el Arzobispo.
    No me duelen prendas en decir que esto me cuadra incluso más con la perversidad del diácono, fácilmente se puede comprobar su depravada vida con poco que se husmee por internet.
    También me cuadra más con la bondad innata de D. Manuel, a quien conozco personalmente y puedo dar fe de ella.
    También coincido con la maldad del resto de la trama, Yanes, Omella y demás. El único que se salva, según mi opinión es D. Vicente.

  11. La destitución de Mons. Ureña fue promovida por Mons. Juan José Omella, el Cardenal Santos Abril, el jesuita Germán Arana y el emérito de Zaragoza Mons. Elías Yanes, quienes se sirvieron de (…) de enviar a Roma la denuncia contra D. Manuel Ureña por el pago realizado al Diácono Daniel Peruga, a quien rechazó para la ordenación al presbiterado una vez que tuvo constancia fehaciente de su condición y práctica homosexual de forma recurrente e incorregible según los informes completos y concluyentes que recibió del Párroco de Épila, D. Miguel Ángel Barco y de numerosas personas de su Monzón natal, de Épila y de Zaragoza que testificaron en ese sentido.

    Mons. Ureña, además de decidir con acierto sobre la no ordenación sacerdotal de Daniel Peruga, le ofreció una cantidad de dinero, en concreto 60.000 € más impuestos en concepto de indemnización por lo que esa circunstancia suponía en alguien ya ordenado equivocadamente diácono y que tenía que abrirse camino académica y profesionalmente sin ser ya excesivamente joven. Esta decisión no fue informada ni consultada con el Consejo Presbiteral ni con ningún otro órgano consultivo de la Diócesis y fue sobre todo fruto de la gran generosidad de D. Manuel.

    Al darse cuenta Daniel Peruga de que no iba a ser nombrado sacerdote, comenzó su ofensiva con un grado notable de malicia y crueldad. Por una parte, acusando a D. Miguel Ángel Barco de haberle hecho sucesivas proposiciones deshonestas, incluyendo acusaciones de acoso sexual y por otra parte, acudiendo a los promotores de la denuncia ante la Santa Sede contra D. Manuel Ureña, si bien sin intervenir en la maquinación y el armazón de la operación para lo que le sobraba maldad pero le faltaba inteligencia y preparación, lo que sobradamente tenían los ya citados Omella, Abril, Arana, en menor medida Yanes, ya casi decrépito y en mucha menor medida todavía (…), meros peones y convidados de piedra, oportunamente abandonados y olvidados por los inductores principales quienes no les agradecieron ni siquiera los servicios prestados, en parte debido a que Mons. Omella no fue designado Arzobispo de Zaragoza, como habría deseado.

    En cuanto al nombramiento sobre la persona de D. Vicente Jiménez Zamora, inicialmente se pensó (Nuncio, Card. Rouco y otros) en Mons. Fidel Herráez, en la finalidad de dar salida a los auxiliares de la época rouquiana de Mons Osoro en Madrid, pero éste dinamitó esa designación, excesiva a su juicio y propuso al Papa Francisco con ocasión del Congreso de Cardenales de grandes ciudades el nombramiento de D. Vicente, más inane e inofensivo y con menor peso específico, pero en su área de influencia ideológica ambivalente propia de una personalidad cambiante y adaptada a las circunstancias en Roma en cada momento.

    D. Vicente, a pesar de su insuficiencia mitral en especial para una Diócesis como Zaragoza, al conocer todos los detalles de la maquinación para conseguir la destitución de su antecesor, comenzó por (…)
    Respecto al exdiácono Daniel Peruga, su deriva homosexual incontrolada y su maldad manifiesta atestiguan que fue una excelente decisión para la Iglesia de Zaragoza la de evitar su ordenación sacerdotal, que habría puesto a las ovejas al cuidado del lobo, con grave pérdida para la salud espiritual y la santidad de las almas.

    Nota de F. de la C.: He suprimido unos nombres y unas calificaciones no por acertadas o desacertadas sino por haberse resuelto amistosamente sin vencedores ni vencidos en la parte que me atañe y no me parece elegante volver sobre el asunto. Por otra parte muy tratado en la prensa local y todavía en los tribunales, creo, al margen de mi persona. Cuando exista resolución judicial al respecto daré cuenta de la misma pero hasta entonces prefiero no entrar en ello y atenerme al acuerdo firmado incluso interpretándolo más allá de lo convenido en mi relación con esas personas y en su favor. Personalmente me parecieron amables y conciliadoras, como fue también mi actitud, renunciando todos a cualquier reclamación y manifestando por mi parte a que nunca tuve intención de faltarles en su honor cosa que por otra parte era ciertísima. Como dos comentaristas han visto suprimidos en todo o en parte sus comentarios creo que debía darles esta explicación independientemente de que estuviera más o menos de acuerdo con lo que decían.

  12. Sr. Anónimo:
    Aunque veo que el blogguer ha borrado mi comentario, deduzco que Vd. lo ha leido.
    El diácono (…), a quien llegué a conocer personalmente, y no en el sentido bíblico, siempre pensó que sería ordenado sacerdote.
    Al ver que no iba a ser así, fue cuando se rebotó y coaccionó a Ureña con contar todo, incluso con su abogado.
    Ureña, por proteger a su amigo el párroco cedió al chantaje y por eso le dió una cifra tan abultada.
    El que mas se ha reído de nosotros es el diácono, que ahora está ejerciendo de lo que siempre fue y se ha gastado la pasta de los diocesanos en sus (,,,) tendencias.
    (…) solo manifiestan el hecho de no haber sido recompensados por su actuación al no haber salido Omella Arzobispo de Zaragooza.

  13. Una constatación de unos hechos. El miercoles Santo, a las 11 de la mañana, se celebro en la Catedral del Salvador (La Seo) de Zaragoza, la Misa Crismal, presidida por el Sr. Arzobispo, D. Vicente y concelebrada por los señores obispos emeritos, D. Manuel Ureña, D. José Luis Redrado y D. Carmelo Borobia; y por un numeroso grupo de sacerdotes. Pues bien, a dicha Misa, acudio (…). No me lo ha contado nadie lo vi yo.

  14. Sr. Valero Rosconero.
    Digo yo, que si los celos del párroco son el detonante que delata las actitudes del diácono con los jóvenes, entonces ¿qué necesidad había de comprar ningún silencio? El más interesado en acallar el affaire era el propio diácono. Es mi humilde opinión.

  15. El primer interesado en que no se sepa nada es la Momia; el segundo, cierto diplomático aragonés de nombre mensual; el tercero, cierto cardenal que parecía enmendado de su progresismo y que vuelve por sus fueros; el cuarto, y no sé si último, cierto arzobispo muy sonriente, pero ineficaz, inepto e incapaz.No pongo nombres porque, sinceramente, la justicia española me merece la misma confianza que Robespierre, muy dado a soluciones drásticas, con peligro extremo para cabezas ajenas.

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