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«Arana, el jesuita que aconsejó mal a Francisco», según Magister

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Le hacen el directo responsable del caso  Barros y del empecinamiento del Papa en sostenerlo de lo que tuvo que desdecirse  pedir perdón con la bochornosa consecuencia de la renuncia en bloque de todo el episcopado chileno sin que hasta el momento esté claro nada.

No sabemos si Barros fue pedófilo, encubridor o simplemente pasaba por allí en un mal momento, tampoco si los otros dos obispos a los que se les aceptó la renuncia, Puerto Montt y Valparaíso, fueron apartados de sus cargos por haber cumplido la edad o por pederastas o encubridores. Si lo hubieran sido simplemente por haber cumplido 75 años nadie les va a quitar la sospecha de lo otro. La renuncia masiva de todo el episcopado chileno, incluidos algunos eméritos que no se sabe lo que renunciarían pues ya habían renunciado, no ha tenido de momento más consecuencias por lo que no dalta quien sospeche que el Vaticano ha recurrido a contratar los servicios de Poirot, siempre efectivos pero siempre lentos. Igual han renunciado todos para nada en uno de los actos más espectacularmente estúpidos del episcopado mundial.

Mientras tanto de Arana no se tiene noticia de que haya perdido el favor papal y otros episcopales que le atribuían enorme poder en algunos seminarios, que están en boca de todos, y tal vez un arzobispo también trisilábico continúe preguntándose el por qué Barros lo cayó tan bien y él tan mal.

Mientras que lo de Chile, de momento, sigue sin sentido. Porque si hay que renunciar se renuncia pero si no hace falta ¿Para qué?

¿Cada vez que un Papa se equivoque en un nombramiento va a tener que renunciar todo el episcopado de un país? ¿Y el único que se va de rositas será el culpable de la equivocación papal?

Comentarios
8 comentarios en “«Arana, el jesuita que aconsejó mal a Francisco», según Magister
  1. En todo el cuento oficial Arana nunca aparece, pero Bertomeu fue con a Arana de España a Roma pasando por Malta antes de la visita episcopal chilena en Roma (Beltramo dio detalles de ello en Vatican Insider).

    Arana pa’ allá, Arana pa’ acá, pero jamás nombran a Arana en el cuento oficial ni aclaran porqué no aparece.

    Las incidencias de Arana en el asunto no son tema agotado… Todo lo contrario.

  2. Lo que afirma don Francisco Antonio lo he dicho yo aquí muchas veces: cuando se extingan los jesuitas, habrán desaparecido casi todos los males de la Iglesia.

  3. Me imagino que el arzobispo trisilábico lo era de una capital cuatrisilabica bañada por el Ebro. No solo le cayó mal a Arana sino tambien al difunto antecesor de dicho arzobispo y a su delfin, ahora ya tiburon, que vive en aguas o tierras catalanas.

  4. Soy chileno.

    La renuncia de todo el episcopado chileno no fue una decisión estúpida. Era lo mínimo que debían hacer los obispos ante la gravísima crisis de abusos sexuales y encubrimiento que afectan a la Iglesia y, específicamente al clero y la jerarquía de mi país, equiparable a las crisis de Boston e Irlanda.

    Barros no es pedofilo ni abusador. Por lo demás nadie lo acusó de eso. Se lo acusó de encubrimiento. ¿Fue encubridor? No lo sé. Lo que sí está claro, independientemente de eso, es que su nombramiento fue totalmente desacertado, por su cercanía con karadima.

    En cuanto a Duarte y Caro, si bien habían renunciado por edad, sus renuncias fueron aceptadas ahora por graves deficiencias en que incurrieron en abordar los abusos sexuales en su diócesis. En el caso de Duarte, además, es acusado de abuso de poder, de conciencia y acoso sexual.

    1. Continuar escribiendo
      Gracias Alejandro por explicar claramente la situación, perqué siguiendo al Sr. Cigoña parecería que el Papa es el culpable de la extraordinariamente desastrosa situación chilena. En referencia al obispo Barros todo el mundo coincide que, como mínimo, sabia todo lo que ocurría en la parroquia de El Bosque y sabiéndolo lo negó todo y participó de forma entusiasta en la campaña de desprestigio de los primeros denunciantes de Karadima, en referencia al obispo emerito de Valparaiso, Duarte, hay seminaristas que explican historias rocambolescas de acoso sexual por parte del obispo, en un caso a un seminarista le pide que en la habitación del obispo, con el torso desnudo, le haga un masaje, con cremita y todo, cosa a la que el seminarista se niega, diciéndole que esto no se lo hace ni a su padre, el seminarista fue expulsado del seminario, lo fuerte es que el obispo no lo niega, lo intenta justificar, con lo cual queda claro en el submundo de inmoralidad, de homosexualidad y de descaro en la que vivía este sujeto, casos igualmente tremendos están saliendo en muchas diócesis chilenas, hasta de habla del asesinato de un colegial a manos de un sacerdote salesiano suicida, en resumen, es todo tan demencial que cuesta hasta creerlo, aunqué las pruebas y los testimonios coincidentes son tan aplastantes que al final no queda otra, el Papa hace lo que puede delante de tamaño desastre, pero el desastre es tan total, el escándalo tan absoluto que francamente es difícil acertar en las medidas porqué las medidas son insuficientes hagas lo que hagas. Por desgracia, en paises como España, donde, no sé si por mucho tiempo, nos hemos quedado al margen de este escandalazo que afecta la Iglesia mundial, que viven en la negación y en la relativización del problema y esto asusta perqué piensas que tendríamos que estar trabajando de forma activa para que la Iglesia española se ponga las pilas en el tema de la protección de menores y personas vulnerables y no se está haciendo nada, despues, si llega a explotar el asunto aquí, todo serán pedidos de perdón y medidas tomadas por reacción desesperada, y entonces será, como está pasando en Chile, demasiado tarde para evitar el desprestigio total de la Iglesia

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