A la espera de ser creado cardenal en unos días.
Fue el ordenante principal el cardenal claretiano Fernando Sebastián que para sus 88 años lo encontré estupendamente. Nos leyó una homilía excelente, breve, con buena voz, apropiadísima al acto y muy claretiana.
Estaba flanqueado por otros dos cardenales, los arzobispos de Madrid y Valladolid. Mi arzobispo me pareció bastante repuesto de su reciente dolencia.
Y para ser una ordenación episcopal apenas nadie más. El nuncio. dos obispos también claretianos, el de Mondoñedo-Ferrol y uno argentino, y el obispo de Getafe. Como si el futuro cardenal Bocos no interesara a casi nadie.
La ceremonia se vio interrumpida por una larga desconexión durante las letanías de los Santos. Que el nuevo obispo rezó de rodillas y no postrado en el suelo que creo, puedo estar equivocado, era la postura acostumbrada. Es posible que el tener más de ochenta años el hoy ordenado la hayan querido ahorrar esa gimnasia.
Siendo ocho año más joven que Sebastián éste daba mucha más sensación de vivacidad y presencia que el «querido Aquilino».
Mucho religiosos claretiano, sobre todo mayores pero también algunos más jóvenes y muchísimas religiosas en su inmensa mayoría, prácticamente en su totalidad, de camuflaje. Pero a lo mortadelo y filemón, o sea de seglares pero de forma que cualquiera que las ve inmediatamente piensa: una monja. Las identifica además del adefésico atuendo que sólo puede ser monjil de camuflaje, la avanzadísima edad y el hecho de comulgar todas en la mano sin la menor excepción. Cierto que una gran parte de las viejas comulga en la mano pero las religiosas camufladas, todas. Como la inmensa mayoría de las que van con hábito suelen comulgar en la boca aparte de ser en general mucho más jóvenes.
No estoy haciendo crítica. Reconozco que ambas formas de comulgar son legítimas. Simplemente sociología.
Al final alguien, no recuerdo quien fue, hizo un desmesurado elogio de Aquilino Bocos por todo lo que supuso para la vida religiosas posconciliar. Algo realmente extraordinario. Pues viendo lo que allí se veía para pensar: otro que nos quiere vender una burra averiadísima.
Al final de la ordenación el recién ordenado suele pronunciar unas palabras pero una llamada de teléfono me privó de oírlas si es que las pronunció como supongo. Así que no puedo decir nada sobre ellas.
Pues seegún Religión confidencial, fue una ceremonia «multitudinaria y entrañable» (!!!).
Es amigo personal del papa. Otro de sus consejeros áulicos. In bocca al lupo.
El Cardenal Parolin apoya al Gobierno italiano en el tema de los inmigrantes-
(ANSA) – BARBANA (GORIZIA), 17 GIU – «La soluzione deve essere comune, non si può gettare soltanto sulle spalle di un Paese il peso e la responsabilità di risolvere di questo fenomeno: crediamo che ci possa essere una strada umana e solidale di affrontare questo problema». Lo ha detto il cardinale Pietro Parolin, Segretario di Stato vaticano, intervenendo a margine della cerimonia per il 160/o anniversario del Santuario di Barbana, a Grado (Gorizia). L’alto prelato, che ha officiato una messa sull’isola di Barbana, ha sottolineato che «il problema migratorio è un’emergenza che dobbiamo affrontare e ormai un fenomeno strutturale, almeno fino a quando non si risolveranno i problemi dei Paesi di provenienza, come guerre, conflitti, miseria, fame, sottosviluppo». Il Segretario di Stato vaticano ha anche precisato di aver «incontrato in questi giorni molti vescovi del Sahel e continuano a riferirci che la gente parte nonostante tutti i pericoli e i tanti appelli a restare. Se non si offrono opportunità concrete i giovani scappano».
Una ordenación episcopal absurda, instrumental para recibir un capelo no menos absurdo.
Las órdenes religiosas estarán casi todas extinguidas o en situación preagónica en unos cinco o seis años.Eso es lo que ocurre cuando se sustituye la misión de la Iglesia, que es evangelizar, por la realización de labores de ONG.En España, de poco sirven los colegios, los asilos, los hospitales, las guarderías y los dispensarios católicos si hacen exactamente lo mismo que los centros estatales o privados de tipo laico, es decir, si se limitan a atender necesidades, olvidando la tarea promordial: difundir la fe.