Me refiero al de Tarragona. Porque muchos se preguntarán si esa archidiócesis tiene titular. Desaparecido no voy a decir que en combate, porque nunca combatió nada, sino en el morfandolio de la incelutria,
El arzobispo Pujol no existía. No era bueno ni malo. No era nada. A lo más un ectoplasma que requiere para encontrarlo un microscopio de alta precisión. Muchas veces me he referido a la inanidad de Blázquez. Al lado de Pujol, activísimo. Seguramente de todos los obispos catalanes él es, con el de San Feliú de Llobregat, el más inexistente. Pese a ser el primat.
Yo de Pujol no hablo nunca porque nunca hay materia de comentario. Ni bueno ni malo. Nada. Hoy me he visto sorprendido por unas declaraciones suyas. Buenas. Creo que es la primera vez que me ocurre. Tal vez la segunda pero no tengo memoria de ello. Tampoco de malas. Hasta el extremo de dudar si existe.
Pues para unas buenas declaraciones que hace este Opus Dei pata negra no voy a negarle el Blog. Que ojalá tuviera que abrirlo muchas veces más aunque me parezca imposible. Ahí están:
Y no me digan que es mejor de lo que hubo. A veces la nada mejora lo anterior.
Qué triste que el Sr. Cigoña se considere centro del mundo. Cuando un obispo es discreto, trabajador, ortodoxo, pero huye de las polémicas, entonces es que es inexistente. En Tarragona, por suerte, que es la iglesia que gobierna, sí que saben que existe y ha conseguido hacerse querer de unos y otros. Ha huido de toda polémica política, sin manifestaciones a favor de nada, como es propio de un buen obispo cuya misión es unir y no dividir (y que al buen Mons. Novell le convendría recordar). Otra cosa es que católicos muy españoles gusten de manifestaciones estruendosas de los obispos, que para nada suelen servir más que para la polémica.
Excelente la formación que se da en la Facultad de Teología de Navarra incluido D Jaime Pujol ,excelente profesor, director de estudios, con gran acogida, hay muchas excelentes obras ,palabras ,gestos que no son objeto de publicaciones, pero edifican mucho mas y sobre todo si la edificación es la Palabra del Señor.
Enhorabuena D Jaime por ser como es, hoy como Arzobispo de Tarragona, que seguro hoy lleva adelante con amor de Padre la porción del pueblo de Dios que el Señor le ha encomendado Ojalá hubiera muchos D. Jaime Pujol y se hicieran conversiones masivas a Jesucristo , de eso se trata de seguir y amar al Señor.
Si toda la tinta de los periódicos fuera Palabra del Señor, nuestro mundo sería diferente ,seríamos mas felices, pero gastamos la tinta inútilmente .Se necesita anunciar la Palabra de la vida
¿Inexistente? Se nota que el blogger vive lejos del Ebro. Perdió determinada parte corporal non santa, aunque sí sacra, por rendir presto y diligente sumisión de la Iglesia al bachiller sin tonsura universitaria Puigdemont. Fue un gesto feo, muy feo, impropio de un hombre que representa la Iglesia. En la misma estela de Sistach, Vives y otros tantos regalistas. A este sujeto no le importaría la secesión con tal de creerse presidente de una conferencia episcopal, pues como tal se presenta. Cuidado con los mansos, con las aguas tranquilas.
Lo malo no es que haya colegios públicos que no quieran dar clases de religión, que también, sino que haya diócesis, como la de Tarragona que tampoco brillan precisamente por sus clases de religión o sus valientes homilías episcopales o su seminario en recuperación. Se merece un buen tirón de orejas de San Josemaría Escrivá, como casi todos los obispos, prelados y cardenales del Opus Dei, que todavía no han dicho esta boca es mía sobre la desastrosa Amoris. Tendrán que rendir especiales cuentas a Dios porque la formación que han recibido es magnífica, pero la están dilapidando. Una pena. han tirado por la borda las tres campanadas fundacionales.
Y pensar que en esta página se pensó alguna vez que los jesuitas podían tener remedio… Va mucho más allá el general que Kasper. Al menos, el alemán respetaba en teoría la indisolubilidad del matrimonio.
El secreto está en reinterpretar a Jesús. Yo de amar a mis enemigos, ¡una leche! Yo les odio con todo el corazón. Es fruto de una reinterpretación de Jesús. No quiso decir en realidad lo que durante dos mil años hemos pensado. Ahora somos más listos y nos hemos dado cuenta del sentido real de las enseñanzas del Señor. Que tampoco es el Señor. Reinterpretando que es gerundio. O no.