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Ante el horrible asesinato de Gabriel. Para pensar que es mejor vivir como Dios manda

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El niño Gabriel murió estrangulado el mismo día de su desaparición

Ese horrible desenlace me ha conmovido como ha ocurrido igual con toda España. Un niño de imagen verdaderamente amorosa, mirada clara, sonrisa abierta, acreedor esperanzado de cariños y mañanas ha sido asesinado sin otro motivo que el del pecado que hay almas que lo acogen.

Gabriel tenía todo el derecho, para eso le trajeron al mundo, al cariño de sus progenitores  porque los humanos no somos fruto de un puro instinto animal. O no deberíamos serlo. El amor entre hombre y mujer no debería ser igual que el del perro o el toro que dejan su semilla y adiós muy buenas. E incluso en el mundo animal, tan laudato sea, las madres dan muestra admirable muchas veces de entrega a sus crías y los padres también. Y si alguno intenta devorarlas ahí está ella para defenderlas. Incluso con riesgo de su vida. Entre los humanos las hay quienes ellas mismas las matan. Debe haber algún laudato que no funciona.

Bien sé que hay procreaciones no deseadas. Por ninguno o por alguno. Meritorísima la madre que sin haberla deseado y  abandonada del otro necesario autor saca a su hijo adelante. Con escasísimas o nulas ayudas. En ocasiones hasta teniendo que recurrir a la prostitución. Culpa nuestra en no pocos casos no haberles dado otra salida. No soy yo el que dijo que hay prostitutas que nos precederán en el Reino de los Cielos.

Pero no es de eso de lo que quería hablar. Hubo, creo, un matrimonio, tal vez una pareja de hecho, que trajo al mundo esa preciosidad de Gabriel. Que tenía todo el derecho al amor de sus padres. Y que hasta es posible que lo tuviere. No he entrado en los pormenores de esa relación.

Por los motivos que fueren, hasta es posible que justificados, la relación de sus padres se rompió. No sé si tenían la gracia del matrimonio o no. Pero con gracia o sin ella los hombres y las mujeres pueden hacer lo que les dé la gana. Hay situaciones que no son recomponibles, otras muchas sí. Si Dios está por medio. Pero muchísimas veces se le h alejado. Por uno, por otro o por los dos.

No puedo entrar, porque no lo sé. lo que ocurrió en ese matrimonio, civil o canónico, o en esa relación de hecho. Los resultados son lamentables. La madre  hostigada por un presuntos acosador, el padre con una novia presuntamente asesina, el único que ya no es hoy un presunto muerto  es el pobre Gabriel.

Sé que es predicar en el desierto pero no voy a dejar de hacerlo. Intentad vivir como Dios manda y seréis mucho más felices. Y los pobres e infelices Gabrieles también.

Concluyo con la nota del obispado de Almería que esa seguro que se hizo con el visto bueno de su obispo. Cada vez me está cayendo mejor Don Adolfo. «Creemos que el Señor le tiene ahora junto a sí con sus ángeles». Yo también.

http://www.diocesisalmeria.es/index.php/10-noticias/3083-comunicado-del-obispado-sobre-el-hallazgo-del-cadaver-del-nino-gabriel-cruz

«Pescaíto», Dios te ha llevado en sus amorosas redes porque te quería muchísimo. Para que fueras feliz por los siglos de los siglos junto a él.

 

 

 

 

Comentarios
17 comentarios en “Ante el horrible asesinato de Gabriel. Para pensar que es mejor vivir como Dios manda
  1. HOMILÍA EN LA MISA EXEQUIAL DEL NIÑO GABRIEL CRUZ

    Lecturas bíblicas: Lam 3,22-26; Sal 22,1-3a.3b-6; Mc 10,13-16

    Queridos hermanos sacerdotes;

    Excelentísimas e Ilustrísimas autoridades del Gobierno de la Nación, de la Comunidad autónoma de Andalucía y autoridades provinciales, civiles y militares;

    Queridos padres, abuelos y familiares del niño Gabriel Cruz;

    Hermanos y hermanas:

    Es difícil pronunciar unas palabras de consuelo cuando el que ha muerto es un niño inocente, pero como hemos escuchado en el libro de las Lamentaciones, hay algo que hemos de traer a nuestra memoria en estos momentos, «algo que me hace esperar: Que la misericordia de Dios no termina y no se ha agotado su ternura; antes bien, se renueva cada mañana: ¡grande es [Señor] tu fidelidad» (Lam 3,21-23).

    Estas palabras del autor sagrado nos ayudan a comprender por qué estamos aquí, en la presencia del Señor, cuando todos, sin distinción alguna, nos sentimos víctimas de este hecho horrible que es la muerte del pequeño Gabriel. Esta muerte sin sentido, como hemos manifestado públicamente, pone al descubierto la situación enferma del corazón humano, la miseria de nuestra condición pecadora. Nos sucede a todos los mortales aquello que dice san Pablo refiriéndose al hecho de que el pecado habita en el corazón del hombre: «Pues no hago lo bueno que deseo, sino que obro lo malo que no deseo» (Rm 7,19); y continúa el Apóstol de las gentes diciendo: «Y si lo que no deseo es precisamente lo que hago, no soy yo el que lo realiza, sino el pecado que habita en mí» (v. 20).

    Si lo reconociéramos así, ciertamente seríamos mucho más justos con nosotros mismos, ya que reconoceríamos con realismo que el pecado puede vencernos en cualquier momento. Rezaríamos con convicción el Padrenuestro, la oración que el Señor nos enseñó, y suplicaríamos al Padre de las misericordias: «No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal» (Mt 6,13). Soñamos con mejorar las cosas y todo lo fiamos, a veces con sectarismo manifiesto, a nuestros programas de acción y a la toma del poder para ponerlos por obra, olvidando que el cambio radical que puede hacernos mejores es la conversión del corazón, algo que, como enseña el gran doctor de la Iglesia san Agustín, sólo Dios puede comenzar y llevar a término en nosotros, porque sólo Dios, en verdad, puede comenzar en nosotros lo bueno y llevarlo a término.

    Por eso en la desolación y en la impotencia en que nos sumen hechos como esta muerte cruel, debe reafirmarse nuestra convicción de creyentes que el autor sagrado declara: «El Señor es bueno para los que en él esperan y lo buscan; es bueno esperar en silencio la salvación del Señor» (Lam 3,26). Como dice el salmo que hemos recitado, el tan conocido Salmo 22: no estamos dejados de la misericordia de Dios, porque nos acompaña siempre, en la dicha y en el dolor; y si el creyente en Dios mantiene la fe incluso en las situaciones límite como la que estamos viviendo, podrá decir con el salmista: «habitaré en la casa del Señor por años sin término» (v.6).

    Estas hermosas palabras nos introducen de lleno en el evangelio según san Marcos, que recoge las palabras de Jesús sobre los niños, enojado porque los discípulos no querían que le molestaran. Jesús les dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios» (Mc 10,14).

    Por nuestras propias fuerzas no podemos elegir a Dios, es Dios quien nos elige a nosotros, como les dice Jesús a los apóstoles la noche de la última Cena: «No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros…» (Jn 15,16). Jesús elige en especial a los niños, porque en su inocencia e ilusión están abiertos a la elección de Dios, a acoger con sencillez la fe y dejarla que prenda en su corazón de niños, marcándolos con el sello de la gracia redentora y de la santificación. Gabriel no tuvo tiempo de que su corazón se pervirtiera de la maldad que trasversalmente alcanza el corazón de los adultos, y la muerte violenta que ha padecido le acerca a Jesús de manera especial, pues lo identifica con la muerte de Cristo, el único justo e inocente de todo pecado, «ya que ha sido probado en todo como nosotros, excepto en el pecado» (Hb 4,15).

    Los cristianos anunciamos la muerte y resurrección del Señor, porque del misterio pascual dimana la luz poderosa que ilumina el sentido de la vida humana y nos descubre que nuestra muerte no nos deja caer en el vacío de la aniquilación y la nada. Así se lo dice san Pablo a los Tesalonicenses: «Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo a los que han muerto en Jesús, Dios los llevará con él. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras» (1 Tes 4,14).

    Este consuelo no es una mera ilusión, porque se funda sobre los hechos históricos que nos apresuramos ya a celebrar la próxima semana santa, la pasión del Señor, cuyo contenido es el misterio pascual: la muerte real, y la real y gloriosa victoria sobre la muerte de Cristo resucitado.

    Gabriel, que llevaba el nombre del ángel que anunció a María el nacimiento de Jesús, a su manera de niño amó a Jesús. Este niño alegre y sonriente y bonito ha emprendido el camino que le lleva al encuentro con Jesús glorificado, el camino definitivo a la casa de Dios para habitar en ella por años sin término y allí conocer y participar del amor definitivo y la felicidad que no acaba de aquellos que viven la vida de Dios: los ángeles y los santos. Con ellos, Gabriel acompañará ahora a sus padres y abuelos desde el cielo.

    Que la eucaristía que ahora vamos a celebrar nos alcance por el sacrificio redentor de Cristo, que el sacrificio eucarístico hace presente, honda conversión de nuestros pecados y la aceptación humilde de la voluntad de Dios, siempre bienhechora y favorable a nosotros. Que, por nuestra conversión a Dios, la sociedad se torne más humana y capaz de recibir el mensaje del Evangelio, a salvo de una violencia injusta ejercida contra los niños en todo el mundo, expresión y efecto de la mente y del corazón enfermos de tantas personas en nuestro mundo.

    S. A. I. Catedral de la Encarnación
    Martes 13 de marzo de 2018

    + Adolfo González Montes

    Obispo de Almería

  2. Los fragmentos que he leído de la homilia del Obispo de Almería me han parecido extraordinarios. Por favor si alguien la tiene que la publiquen porque creo que a todos nos puede hacer mucho bien.

  3. Canali, si lee lo que he escrito, precisamente yo no he discriminado. Solo he contestado a un comentario en el que se atribuia a los emigrantes la mayoria de los crímenes que se cometen en España. Y eso es toalmente incierto.
    Un saludo.

  4. Jackc: En este caso y cuando hay un crimen, es improcedente discriminar entre inmigrantes y españoles. En vez de degenerar a la niñez y a la juventud con tanta sexualidad y teorías de género, sería muy conveniente que los creyentes educasen a sus hijos en lis valores cristianos, que en las escuelas se enseñase religión y ética, no como un florilegio sincretista y doxocrático sino como un entramado de valores con una proyección dinámico-imperativa.
    Que los inmigrantes sudamericanos, tan laxos en materia de moral, no pudiesen decir aquí: Ancha es Castilla. Y en definitiva, teniendo en cuenta que en 2017 en España hubo más defunciones que nacimientos, nos dejásemos de liberalusmos libertarios y se incentivase la familia. Hungría ya ha invertido la curva y hay más nacimientos que defunciones. Polonia, la República Checa y Austria van por el mismo camino.
    Aquí hay mucha basura, mucha excremencia moral. En la Sexta -que no Secta- un tal Escolar acaba de decir que se ha generado una corriente de odio contra esa tipeja -que acaba de confesar su culpa- por ser «mujer, inmigrante y negra.» Y esa corriente de justa ira se ha generado, simplemente por tratarse de una presunta asesina..
    Merece un 10 el Ministro Zoido, la Guardia Civil y Fuerzas de Seguridad, no sólo por su profesionalidad en ese tristísimo asunto sino por su humanidad. Que Dios perdone a ese monstruo, pero que la justicia humana sea operativa con toda su firmeza e inflexibilidad.

  5. El historial de la detenida no tiene desperdicio. Busquen los bienpensantes y encontrarán toda una saga digna de la mejor novela de intriga!

  6. Las mal llamadas violencias de género, que son violencias domésticas, apuñalamientos por ajustes de cuentas y reyertas relacionadas con casas de apuestas están protagonizadas casi en su totalidad por sus «queridos extranjeritos».

    Basta con investigarlo.

    Ese es el hecho.

  7. De donde se deduce que el divorcio destruye algo más que un matrimonio concreto: socava la piedra angular de la civilización.

  8. Hechos: Curiosamente los ultimos crimenes mas sangrantes que ha habido ultimamente, los han cometido españolitos, no inmigrantes. Diana Quer, los chicos del pantano de Cataluña, la mujer easesinada en Asturias, etc. Si nos remontamos un poco, tenemos a las niñas de Alcasser, Sandra Palo, Marta del Castillo y un largo etcétera de asesinatos cometidos por nuestros queridos españolitos.
    Es verdad que muchos delos delitos que se cometen los llevan a cabo emigrantes, en una proporcion muy similar a los nacionales, pero cuando hablamos de crímenes, son mayoria los cometidos por españoles.
    De forma que convendría no demonizar a los inmigrantes.
    Un saludo

  9. Hace ya muchos años que un profesor de derecho penal que era policía judicial nos dijo que la mayoría de crímenes que se cometían en España eran rwalizados por inmigrantes.

    Entonces protestamos por su argumentación, pero el tiempo le ha dado la razón sobradamente.

    Incluso existen órdenes no escritas de que los medios de comunicación de mayor difusión no citen el hecho de la extranjería en la comisión de delitos violentos, cruentos y/o mortales.

  10. Buen artículo Paco Pepe y felicitaciones también al obispado de Almería con Mons. González Montes. Así es como tiene que acutarse!!!

  11. Enhorabuena por su comentario, D. Francisco José. Lo suscribo. Y deseo recalcar las palabras que la madre ha pronunciado en el día de hoy, pidiendo, en nombre de su hijo que ya está en el Cielo, que no odien… Un gigantesco ejemplo de caridad y entereza. Mis condolencias para la familia y mis oraciones por su hijo amado.

  12. Por supuesto que totalmente de acuerdo en el artículo pero aún más. El divorcio de los padres no trae mas que dolor y sufrimiento a la sociedad Matan a los niños los padrastos o los propios padres, acordáos de Ruth y José de Huelva, o acaban por años en el psicólogo, o han de soportar con dolor y estremecimiento el ir y venir de hombres a la cama de la madre o mujeres a la del padre, y, cuando menos, la pregunta en la mas tierna infancia de sí papá me quiere¿por qué no viene a verme?
    ¿Piensa decir algo la Iglesia Católica sobre este dolor esparcido por la sociedad, o lo dará por bueno?

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