PUBLICIDAD

Andanada al P. Sosa, Prepósito General de la Compañía de Jesús

|

Yo sólo puedo añadir que la suscribo:

Las “ocurrencias” del Padre Sosa

 

Comentarios
8 comentarios en “Andanada al P. Sosa, Prepósito General de la Compañía de Jesús
  1. Por desgracia estamos en el 5iempo de la mediocridad y la mentira.
    No creo que en los casos correspondientes a jerarquías de la Iglesia sea por maldad sino por torpeza o estulticia. Sin duda hay quienes confunden su ignorancia de algo con la inexistencia de ese algo.
    Lo que no es comprensible es el silencio de quienes desde el episcopado deberían denunciar lo inadecuado de que quien niega la Palabra De Dios siga sin rectificar y sin ser cesado.

  2. El artículo está bien, pero no dice la mayor. Porque lo que dice el despropósito es herejía pura y dura.

    No importa lo que oyeran los evangelistas, lo importante es que sus escritos y los demás del NT, están inspirados por Dios y por tanto no pueden contener error. Es así de simple y así de elemental.

    Respecto al demonio, en el concilio IV de Letrán, en 1212, creo, se definió la existencia del demonio como dogma, por tanto si el buen hombre del bigote lo niega, queda fuera de la Iglesia. Así de simple.

    Por considerarlo fuera de la Iglesia no lo llamo padre, ni prepósito ni jesuita. Él solo se ha colocado fuera, que nadie le ha echado.

  3. De todos modos, hace tiempo que no se le oye al P. Sosa. Alguien le habrá aconsejado que se calle un poquito. Porque si a los jesuitas les gusta algo, es aparentar. Y una cosa es soltar el collar al P. Martins para que explore nuevas vías de heterodoxia, y otra que el general mismo suelte herejías en cada entrevista. No les conviene dar tanto la nota.

  4. el problema de las ocurrencias del soso bigotillo, despropósito de los progrejesuitas, es que estas son repetidas por bergoglio a diestra y siniestra. y lo peor es que nadie se da cuenta o se quiere dar cuenta de ello.

  5. No vale la pena molestarse. Ese señor Sosa y su arrugada organización marxista son un anacronismo insignificante. Vivimos sólo una vez para gastar el precioso tiempo abocándonos a la nada.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *