Algo sé de Mondoñedo

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Antonio Lamela: Iba a contestarle en la entrada donde aparece su comentario pero me salió tan largo y aquello está ya tan pasado que le voy a dedicar una entrada para usted.  Yo no tengo ni idea de la diócesis de Mondoñedo. Vivo lindante con ella en el verano, me la he recorrido toda, desde Ribadeo a Ferrol. He estado en Villalba innumerables veces comiendo en Os Píos, el Parador y otros sitios, y en Mondoñedo, O Valoco y Montero, en Lourenzá, Ribadeo, Viveiro, O Vicedo, Burela, Santa Marta, Cedeira, Valdoviño, Ferrol, Xubia… Tengo numerosos amigos de allí y no soy portavoz de nadie.  He estado más de media docena de veces en la maravilla de San Martín de Mondoñedo y dos o tres en San Andrés de Teixido. Tuve enorme afecto por aquel  gran sacerdote que fue Don Enrique Cal Pardo y subí no pocas veces a su despacho, desde el claustro de la catedral, donde se dejaba los ojos leyendo documentos medievales y con él visite, tras una puerta de su despacho, la sala donde están los retratos de los obispos de Mondoñedo y asistí en el claustro a un responso que él dijo, éramos él y yo los únicos presentes, por un queridísimo amigo de él, también canónigo, al que tenía por santo. Creo que se llamaba Cabot. Y sobre su losa sepulcral había una flores recientes. Conozco asimismo el Museo diocesano que por dos veces me mostró quien fue su director el canónigo Don Santos San Cristóbal.
También he tratado a un laico, de amabilidad exquisita, que mantiene una imprenta, sucesores de Mancebo, donde adquiero libros mindonienses y con una conversación gratísima. Me parece un católico ejemplar, entregado a su Iglesia, y no olvido su compañía mostrándome el hermoso cementerio de su ciudad.
He contemplado muchísimas veces la estatua de Cunqueiro, amigo que fue de mi padre, Soy admirador entusiasta de su prosa.
Con un obispo de Mondoñedo hasta me tomé un par de cervezas y en la cocina de su casa dentro del palacio episcopal. No había comenzado bien mi relación con ese obispo pero enseguida se recompuso, con notable generosidad por su parte, y desde entonces él sabe, antes de las cervezas, de mi afecto.
No voy a hablar de sacerdotes mindonienses. Mis amigos sacerdotes saben que los tengo muy en el corazón. No necesito decírselo. Ni a algún seglar de esa diócesis.
Ha tenido, además, Mondoñedo, dos hijos ilustrísimos en los últimos años. Don Manuel Fraga y Don Antonio María Rouco. Al primero le saludé una vez en mi vida, pásmense ustedes, en la malagueña Ronda, y no es la política lo que me motive demasiado. Aunque algo sería inútil negarlo. No fui del PP de Fraga y menos de los actuales, aunque sea capaz de darme cuenta de las diferencias. En Don Manuel vi siempre a un católico, con aciertos y sin ellos, él se empeñaba además en decirlo, y en los actuales el catolicismo ni se les supone. A lo más un respeto educado.  Con innegables Cifuentes. En mi opinión penosas. Y en cuyas fuentes jamás beberé. Prefiero al enemigo declarado que al disimulado aunque no lo disimule casi nada.
Del cardenal Rouco no voy a decir nada porque ya he dicho muchas veces todo. Tuve en él un extraordinario arzobispo de Madrid. Que dejó tras su paso una archidiócesis de dulce. Y no hablo de un amigo como lo he hecho de otras personas mencionadas. Mientras era arzobispo media docena de saludos ocasionales que no llegarían al minuto cada uno de ellos. Aunque todos ellos cordiales. Después un par de ellos, más largos, aunque también ocasionales. En  ninguno hubo solicitud de audiencia previa. Los obispos que me conocen, que son algunos, saben que jamás les he pedido una entrevista salvo al mencionado de Mondoñedo y para aclarar divergencias que ya estaban aclaradas.
Pensaba en un breve comentario para contestar a un cantamañanas que me ponía como desconocedor de la diócesis de Mondoñedo.-Ferrol. Pero ya se sabe que yo me pierdo enseguida, Puedo hablarle de la residencia episcopal de verano de Masma, hoy abandonada, del convento de los Picos, la Virgen de los Ingleses, preciosa, del obispo santo enterrado en la iglesia del Carmen, de los poetas de Mondoñedo y hasta del bonito del Norte. O del Rey de las Tartas. Y para concluir con otra Virgen, la de Lourdes de la gruta de Vivero.
Pero yo tengo de Mondoñedo una ignorancia supina. El que sabe de Mondoñedo es usted. Pues que le aproveche. No pienso rogarle que me haga de cicerone. Igual era yo quien le enseñara a usted la diócesis de Mondoñedo. Y su historia.

 

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Comentarios
27 comentarios en “Algo sé de Mondoñedo
  1. Las cosas que dice Antonio Lamela son sensatas y son verdaderas. Lástima que la de Mondoñedo no sea una excepción. La diócesis de Segovia, donde vivo, no está mejor. El post-concilio ha arrasado con todo: con las vocaciones, con el culto y con la vida cristiana. Esto es un páramo donde sólo queda ya un cristianismo residual adherido, como una costra, al folckore popular y a determinados hitos del calendario.

  2. Desde el mismo momento en que deje de ser atacada nuestra diócesis con motivo de esta entrada que vuelvo a agradecer a Paco Pepe, me retiro, al menos temporalmente. Pero ante lo ocurrido esta mañana con “Lamela”, me voy avergonzado y contrito por la bajeza con que traté, antes de acabar de reconocerle, aunque fuese respondiéndole o defendiendo lo que fue su y mi razón de vivir, a un compañero y amigo mayor que yo que en su momento me prestó su ayuda desinteresada. No comparto todos sus puntos de vista ni todo su análisis de las causas de la situación religiosa actual a nivel no sólo de nuestra diócesis, sino de España y de Europa. Es una cuestión muy compleja para despacharla en un comentario o en cien. Pero prometo y juro que no volverá a ocurrir, con la ayuda de Dios. Nada ni nadie lo justifica llegar al borde de matar una amistad de años y una caridad, por mi parte, predicada, pero no vivida. “No nos dejes caer en la tentación”.

  3. Antonio Lama, respetando tu pseudónimo y fiel a mi palabra de no discutir, un abrazo comprensivo y cordial hasta que podamos hablar un día, con dificultades físicas, por mi parte, pero en paz.

  4. No te metas con nadie ante la falta de argumentos para negar la verdad; es decir, la desastrosa situación de la Diócesis de Mondoñedo. En fin Carballo, no nos abandones nunca.

  5. Falso Antonio Lamela, entiéndeme, no pretendo llamarte falso, sino aclarar que, como sospechaba, usas un nombre faso. Por respeto no voy a publicar el verdadero. Tus últimas intervenciones disipan todas mis dudas y te prometo no volver a discutir contigo en este medio ni en otro y olvidarme de denunciar tus insultos y calumnias, en atención a cuando nos tratamos como compañeros y amigos, y sobre todo, a tu dolorosa soledad de la que no creo ser culpable. Sé que eres emotivo y si no olvidaste todo lo de no hace muchos años, puedes creerme que te deseo lo mejor. Para ello te recomendaría muy cordialmente que no regales tus últimos años, Dios quiera que sean muchos, al resentimiento que puede envenenarte.

  6. De aquella época algunos quedamos y usted no es el máximo destructor. Fueron muchos y si no le contaron, que le cuenten o lea usted. Si se ordenó en los 60 solo vivió el postconcilio y sus teorías y por consiguiente está totalmente influido por ellas. No podrá entender nada porque de esas fuentes nada se puede sacar. Tiene usted que ir antes y no tocar el marxismo ni sus inmediaciones. Ya sabe que la Iglesia se fue contaminando mucho antes del Concilio. No creo que merezca la pena que a su edad se ponga usted a estudiar seriamente Filosofía, Historia e Historia de la Iglesia para intentar averiguar de donde ha salido todo esto. Sólo le diré una cosa, el Materialismo y el Antropocentrismo que a ustedes tanto les gustan son incompatibles, no sólo con el Cristianismo, sino con cualquier Religión.
    En cuanto a su Plan de Pastoral es ya inútil. Ni hay sacerdotes ni gente que se preste a ello. Hay que reevangelizar de nuevo y para eso ustedes ya no valen. Otros tendrán que realizar esta tarea con una mentalidad totalmente nueva. Esto se ha ya acabado. Saludos cordiales.

  7. Don ¿Antonio Lamela?, dice usted que no le conoce ni por el forro la Cigüeña de la torre. Yo creo que algo le conoce, porque en su reposado vuelo por nuestra diócesis conociendo y documentándose sobre lugares, personas y tendencias, pudo observar allá abajo una especie de pajarraco exótico. ¿Era usted disrazado, verdad? Yo, modestia aparte, también le conozco bastante bien. Repase, repase y verá como desde el principio le dije que nuestra diócesis no lo queda lejos, ahora ya habla usted de que nadie quería venir en sede vacante. No dice “ir” como diría si estuviese fuera, sino “venir” y remacha con que su conocimiento es desde dentro. Por su proximidad sabía que los juzgados de Lugo le quedan a mano, Señor ¿Lamela de lama y lameirón?. Pero hoy me resulta usted desconocido, ya que hasta esta noche difícilmente escribía usted más de cuatro frases seguidas e inconexas; y sin embargo hoy nos sorprende con largas y abundantes parrafadas admirablemente bien construidas sintácticamente y literariamente y con un rico léxico. Hasta anteayer me expulsaba usted con abundancia de insultos de un blog que no es suyo y entonaba en latín un loado sea Jesucristo cuando dije muy en serio que me iba. Hoy dice que no le importa que me quede y hasta me piropea reconociendo que no soy como usted, sino el contrapunto del blog. Créame que me sorprende muchísimo Don ¿Antonio Lamela? No encuentro explicación a tan súbita lucidez en un hombre que ya allá por los años 50, (hace 64 ), tenía capacidad para hacer un análisis pormenorizado de lo que era su diócesis de Mondoñedo, un vergel. Créame Don ¿Antonio?, creo conocer bastante bien a mi diócesis hoy, (no me atrevo a decir la suya) y forzosamente deberé de conocerla si, como usted dijo, soy su máximo destructor y portavoz de destructores de la misma. Desde ese conocimiento hice un repaso de posibles analistas diocesanos de aquellos tiempos del vergel y sólo hallo una respuesta a mi intriga: Necesariamente usted tiene que ser un fantasma. No me cabe duda de que lo es y eso también explica que usted no esté solo, sino que cuente con el indeseable e incondicional apoyo del visionario e iluminado rapsoda, Carlos Riera, que después de dedicar varios de sus originales, exclusivos y excluyentes poemas a Mondoñedo, se pregunta si existe Mondoñedo. Y se atreve a llamar “ratón de biblioteca” a D, Enrique Cal Pardo. Sr, ¿Lamela? Si usted tuviese un mínimo de dignidad le haría tragarse sus palabras a su ayudante. Si hablásemos de personas normales parecería mentira que un guía espiritual de España y hasta del orbe entero, como se cree en sus delirios de grandeza Carlos Riera Ramblas y lo que le cuelga, sufra esas amnesias, muy normales por otra parte en quienes sufren de síndrome disociativo de la identidad. Aprovece, no obstante, Don ¿Antonio? La ayuda de Don Carlos, hombre tan altruista que abandona su blog de cuervo desplumado para cobijarse en el de la Cigüeña. Pueden complementarse muy bien, dado que usted olvidó donde está la llave para encender las pocas luces no fundidas que le quedan, y él puede asumir esa función si no está por Sevilla con un viaje del Inserso. Ah! y cuando me dejen, de verdad me voy, pero no me gusta dejar a nadie refunfuñando detrás de mí. Recuerde que de usted don ¿Lamela? no me despido y ya que su información es tan exaustiva, podría prestar una gran ayuda a su queridísima diócesis de la que finge conocer las entretelas de todas y cada una de sus delegaciones y organismos. Simplemente ir redactando el nuevo plan pastoral en el que andamos. Sería una buena prueba de que no es un fantasma ni un fantoche y un medio de regenerar el vergel de hace 64 años. Uf!, a poco más escribo de unas sentada tanto como Joel.

  8. Juan Manuel,mijo.
    Si es que no os enteráis!
    No sabes que el procer cuyos 500 años celebramos estos dias,para cuyo homenaje no han dolido prendas en gastarse miles de eurillos sustraídos a los pobres,viajando a la lejana Suecia,…. , finiquitó el sacerdocio ministerial,tildandolo de creación de la ramera babilónica que es la Iglesia Católica?
    Por favor,por favor…

  9. Hay un edificio en El Ferrol que se llama la «Domus Ecclesiae». Ahí están las Oficinas del Obispado, una Residencia de Sacerdotes y la Residencia y Despacho del Obispo. Siempre hubo la tradición de rezar el Santo Rosario por las tardes. Hace años que se perdió esa sana costumbre. Qué más quieren que les diga sobre esta Diócesis que el Señor parece haber abandonado hace décadas, dejándonos en soledad.

  10. Comunico a don Francisco José, con pesar, que, en sólo unos días, han muerto dos curas barceloneses de 84 y 91 años respectivamente, y uno vallisoletano de 85.Sé que esto guarda poca o ninguna relación con Mondoñedo, pero es obvio que, sin sacerdotes, la Iglesia desaparece, y supongo que en la diócesis lucense tampoco andarán muy sobrados de ellos.

  11. Que no te empeñes,Antonio,que todo está guay.
    El púlpito,el albariñito y hasta el «petisus»principito.
    Seminaristas?
    Qué sociedad hodierna,aggiornata y luteranizante necesita tal cosa?
    Lo que se necesita es comer,beber,danzar,triscar y…tardar en diñarla…
    Eso si:Te doy fe de que Paco Pepe odia todo eso mucho más que tú y yo juntos.
    Pero,…los canones son los canones y él,como buen abogado,tiene que ser Canonista…

  12. En la Curia siempre están los mismos. Los que mandan desde finales de los 60. reparten los cargos a sus amigos. Se intercambian entre ellos los puestos. Y al que discrepa lo mandan a Galeras.

  13. Seminario Mayor cerrado hace muchos años. Todos los seminaristas gallegos se forman en Santiago. Pero como Mondoñedo no suele tener, da igual. El Seminario Menor, bajo mínimos hace años se cerró y traslado hace un par de años a la Diócesis de Lugo. Sacerdotes desmotivados y desilusionados que no transmiten espiritualidad. En ese clima no hay vocaciones.

  14. Más datos. Vida espiritual inexistente. Pastoral errática. Catequesis cambiante. Varias parroquias atendidas por un sacerdote. Creciente número de las llamadas misas secas dirigidas muchas veces por mujeres (el sostén de la Diócesis). Cada vez mayor número de parroquias cerradas. Opción preferencial por los pobres (nula evangelización y concentración en temas de solidaridad, que no caridad) Cáritas es la joya de la Corona; eso sí profesionalizada y con ayudas de la Diputación.

  15. Mi conocimiento de la Diócesis es entre bastante y mucho, pero le dejo que usted rompa el fuego, porque ya veo que ha hecho muchas entrevistas. Mi conocimiento es desde dentro. Vayan tres datos: La peor de Galicia según todos los indicadores, fue difícilísimo cubrir la última sede vacante (nadie quería venir y los sugeridos no eran bienvenidos por los que mandan), no hay sacerdotes y no hay vocaciones. Los fallecimientos anuales son muy altos. Y disculpe si le he ofendido.

  16. No Lamela, por ahí no. Usted dijo que mi ignorancia sobre Mondoñedo era supina. Y a eso le respondí. Conozco muy bien mi Galicia y la amo mucho. Y en eso no admito sus lecciones. Discrepancias, las que quiera. Es capcioso lo de la diócesis en los años 50 y el hoy. ¿Es que se parecen algo Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Pamplona, Barcelona… y podrían seguir todas las diócesis de España ahora con las de entonces?
    Hay un libro maravilloso, que espero comentar en breve, Testigos del a Fe en la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, hasta eso me conozco, que dice muchísimo de lo que fue ese obispado. De lectura recomendadísima. El catolicismo patrio, tanto en mi patria chica como en la grande, ha decaído muchísimo. Soy el primero en lamentarlo. Hasta con lágrimas. Pero no se trata de eso. No sé lo que usted sabe de la diócesis de Mondoñedo, hoy Mondoñedo-Ferrol. No sé si es mucho, `poco o casi nada. Pero lo que sea no le autoriza a decir que mi ignorancia es supina. Porque no lo es. Conozco muy bien la diócesis y he hablado mucho sobre ella con bastantes amigos, sacerdotes y seglares, sobre la misma. Y sobre las otras diócesis gallegas. Y sólo he respondido a su impertinencia que además es falsa.

  17. No estás solo,Lamela.
    Yo te he entendido a la primera.
    Y efectivamente,aqui debieran importarnos un pito reyes de tartas(que,hasta en el paladar uno es antimonarquico),ratones de biblioteca o cervezas con solideo.
    Colijo que te quejas de la desertización espiritual de la Diócesis,agonizante entre el terrible indiferentismo de los más,y el priscilianismo de nuevo cuño de los menos…
    Nada distinto de la mayoría de diócesis españolas por otro lado.
    Pero es lo que se lleva,junto con matar al mensajero.
    Tranquilo,que toda esta basura pasará….

  18. Mira Carballo, a mí no me importa que te quedes. Eres el contrapunto del blog, alguien tiene que haber. No recuerdo hablar de Lutero; es posible que lo hiciese. Naturalmente de la Reforma, el lío del protestantismo y de la figura de Lutero no tengo buen concepto. En cuanto al Papa hay algunas cosas que no me gustan, otras sí y es mi Papa. Yo si lo veo me arrodillaré y le besaré la mano y si me deja lo abrazo. Lo único que creo es que funciona con impulsos y está mal aconsejado. Al final habrá hecho cosas buenas y malas. Naturalmente todos tenemos nuestro Papa favorito y este no lo es. Pero te repito que es mi Papa.

  19. Mire don Francisco se equivoca de cabo a rabo. Usted no me conoce. Yo soy la antítesis de un cantamañanas. Por ese lado se ha equivocado. Su artículo me parece un precioso texto para un folleto de turismo patrocinado por la Xunta de Galicia. Pero aquí no nos dedicamos a glosar las bellezas naturales y artísticas o culinarias de ese territorio. Este es un Foro de Iglesia y tendrá usted que exponer, si lo desea, un pormenorizado análisis de lo que era la Diócesis de Mondoñedo allá por los años 50 (un vergel de catolicidad) y lo que es hoy (un territorio yermo donde lo único que queda son un puñado de curas marxistas y posconciliares en edad de pedir ya casi la jubilación). Lo que resulta contradictorio es que tenga que defender yo estos principios nada más y nada menos que en la Cigüeña de la Torre y en aclaración a su blogger y fundador. Y espero que en esta defensa de la permanencia de los valores que se defienden en este blog no me quede yo solo.

  20. Sería una falta de elemental educación no dar las gracias por esta entrada dedicada a Mondoñedo, siendo la causa que dió lugar ella por una defortunada intervención del tal Antonio Lamela en la que, tratando de atacarme a mí, apuntaba más alto.
    Gracias pues, Francisco José. Muy agradecido. Pero veo un problemita. Le dedicas parte de tus conocimientos al tal autodenominado Antonio Lamela sin darte cuenta de que no tiene capacidad de digerir tanto. Se empacha con poco el pobre hombre. Menos mal que cuenta con la despreciable ayuda de la enciclopedia andante, el gran Carlos Núñez y compañía. Según esta enciclopedia, cuanto dices de sacerdotes y laicos sabios y santos nada tiene que ver con la vida eclesial. Quién realmente sabe de vida eclesial es este portento que se autoexcomulga y pone a parir a Lutero, al Papa y a todo ser viviente, triunfante o purgante que se le ponga por delante. Efectivamente Mondoñedo-Ferrol es todo lo dicho y mucho más, pero hay que darlo dosificado para estómagos tan estrechos.
    Ya verás como los porteros automáticos vuelven a decir que no acabo de irme.

  21. Paco Pepe,mijo
    Me temo que,en tan largo proemio,desmontas poco de lo que se te había dicho;pues,de todo lo que detallas,casi nada tiene que ver con la vida eclesial mindonense,incluidas las birras episcopalesy los manuscritos del medioevo…
    Por ponerte un ejemplo,un tanto al revés,yo sé lo que no está escrito de Dolorosas Sevillanas,pero nada de la nuit hispalense o de sus mejores sitios de tapeo,pues,aun cuando voy mucho,sobrevivo picando galletas de Iglesia en Iglesia,y churgando bebidas de cola…
    Por esa vía,nunca lograrás desdecir a Lamela.

  22. Muy interesante la descripción que hace de Mondoñedo y su diócesis; muchos de los lugares se su lista los conozco; he trabajado mucho por las tierras gallegas, y allá moran dos de mis hijas. Pero lo conozco desde mucho antes que mis hijas se asentaran en las galleguiñas terras. Tengo un curioso recuerdo de «o rey das tartas». Buena tierra Galicia; toda, en sus cuatro puntos cardinales. Y ahora por el grelo y aledaños. Aconsejo perderse por ella. juanestella.

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