Es un caso sobre el que yo tenía mis perplejidades. Por un lado lo peor de la Iglesia y la antiIglesia rechazaban al nuevo obispo. Motivo sin duda para estar con él. Por otro lado estaban sus innegables vinculaciones con el impresentable sacerdote Karadima. Pero impresentable desde que recientemente se descubrió que lo era. Antes pasaba por sacerdote ejemplar. Es un caso análogo al de los Legionarios de Cristo con un fundador que era basura pura y dura. Pero, pese a eso, indiscutible, muchos sacerdotes de su congregación eran ejemplares. Y desconocían totalmente la aberrante conducta de quien les fundó. ¿Estaba al tanto el nuevo obispo de Osorno de la reprobable conducta de su director espiritual? Ahí radica todo el problema. Porque si la desconocía, que es lo que en principio personalmente creo, por supuesto que a expensas de pruebas posteriores, no tiene la menor tacha para ser obispo de Osorno. Y además ya era obispo pues fue trasladado a esa ciudad desde el obispado castrense. En el que se desempeñó sin la menor crítica. No hay la menor prueba, de momento, de que encubriera la oculta degeneración de Karadima y menos de que la facilitara. Hay muchísimos chilenos, algunos obispos, bastantes sacerdotes y numerosos laicos que se dirigieron espiritualmente con él, acudían a sus misas, escucharon sus homilía, con notable aprovechamiento espiritual. Y desconociendo sus miserables pecados. ¿Vamos a reprobarles por ello? El Papa, que no es precisamente indulgente con casos análogos, conoce perfectamente la situación. El hasta anteayer administrador apostólico de Osorno acaba de tener una amplia audiencia con Francisco exponiéndole la situación. Y el Papa se ha mantenido firme en lo acordado: Juan Barros obispo de Osorno. Es un nombramiento hecho y mantenido a conciencia. Nadie le ha engañado con un candidato de quien desconocía hasta el nombre. Pues, tras todo eso, yo, salvo que aparezcan hechos desconocidos hoy, con Juan de la Cruz Barros. Si me revientan los Podemos políticos no digo ya los eclesiales. Lo peor está contra él. Pues algo bueno, o bastante, tendrá. Va a pasar un Calvario. Como en España le ocurrió a Munilla o a Casanova en San Sebastián o en Vich. Pues benditos los obispos que suben el monte mirando la Cruz. En lo que muy modestamente pueda, y mientras no se demuestre otra cosa, que de haberla seguramente ya se habría demostrado, quien ya es obispo de Osorno tendrá en mí a un pobre Cireneo que le ayude a soportar tan dura cruz. https://www.aciprensa.com/noticias/que-pasa-en-chile-cinco-claves-para-entender-el-caso-osorno-45362/
Al obispo de Osorno lo quiere el Papa
| 24 marzo, 2015
A propósito de lo comentado en este artículo del blog La Cgiüeña de la Torre, vale la pena leer la sabia columna del Prof. Joaquín García-Huidobro, “Un avispero en la sacristía”, publicada el 22/3 en el diario El Mercurio, el principal de la prensa chilena: http://www.elmercurio.com/blogs/2015/03/22/30357/Un-avispero-en-la-sacristia.aspx
El venerable Pio XII la tiene mas cruda, ya que ayudo a escapar a cientos de miles de judios y hasta el rabino de Roma se convirtio al Catolicismo. De nada le valio . Hoy se publican infundios , peliculas y libros contra el, en una vendetta global sin motivo. Solo por odio a la fe.
Capeto: dado que consideras las memeces de Williamson poco menos que revelación divina, y a ese memo e impresentable como alguien cuasi santo, me resulta imposible tomarte en serio.
Y si fuera prometeico autorreferencial, emisario del pasado , cuenta rosarios , integrista, amante de la liturgia, no lo querría el papa.
Una de las víctimas salió a declarar que Barros presenciaba los abusos a menores y se besaba en la boca con Kadima. Y los militares cancelaron una misa que iban a celebrar por la elevación de monseñor Barros. O Lodos. Como quieran llamarle.