No le perdona que haya arruinado a su familia.
Evidentemente es un caso menor y muy personal pero no es un buen enemigo el que le ha salido al cardenal pues además de contar, y dolerse, su mala experiencia con él, tira de la manta y deja con todas sus vergüenzas al aire a alguien que tiene el techo de cristal como el cardenal hondureño.
Las acusaciones de las que protesta el salesiano son muy graves y entran de lleno en lo que el arzobispo Viganò reprocha al Papa mudo. Que no es el caso del salesiano que habla mucho e insulta más aunque sin demostrar nada. Y él es trofeo medalla de oro en la cacería que estamos presenciando por ser uno de los grandes favoritos del Papa, coordinador de ese fracaso que ha sido el C9, verdadero lastre de la credibilidad del Papa que su silencio debilita más.
Maradiaga además de su notable mediocridad personal, cualidad necesaria al parecer para gozar del favor de Francisco, de tener su seminario en muchas bocas y no precisamente favorables, de ser acusado de turbios manejos económicos y no sólo los denunciados por esta viuda, entra de lleno en los encubridores de actos intolerables e impresentables en base a la actuación de su declarado protector. Asu obispo auxiliar, Pineda, a quien se achacaba una conducta sexual improcedente el Papa Francisco le aceptó la renuncia anticipada dando aparentemente la razón a quienes acusaban a Pineda de conducta sexual desordenada y a su arzobispo de encubridor de la misma.
Y la viuda del embajador, según ella estafada por el cardenal, no se recata de denunciarlo una y otra vez:
https://infovaticana.com/2018/09/03/maradiaga-no-es-victima-es-victimario/
Et Franciscus tacebat. Unos dicen que imitando a Cristo y otros que acogiéndose a la quinta enmienda. O sea del infinito al cero, de la santidad a la delincuencia… En mi opinión el Papa debería estar o aproximarse a los primeros términos y no a los segundos. O no dar ocasión a que no falten los que con razón o sin ella piensan que el cuerpo le pide lo segundo.
El arzobispo Gómez de Los Ángeles ha removido de su Parroquia y ha suspendido a un sacerdote por haber predicado en una homilía contra abusos y abusadores.
¿No se supone que Msr Gómez es de los buenos?
Monseñor Gomez prohibió las homilías de un sacerdote venezolado, el padre Luis Toro, apologista que está recobrando
muchos católicos captados por las sectas herejes protestantes. Y Gomez es del opus Dei. Con quien está?
Orando en medio del escándalo
Fray Joseph Martin Hagan OP
05 de septiembre de 2018
¿Cómo rezar en medio de los escándalos de la Iglesia? Una forma útil es retornar a lo básico: El Padre Nuestro. Para esta meditación, veremos las diversas partes de la oración en orden inverso.
Líbranos del mal. Padre, Tú sólo eres Santo. Tú sólo eres puro. El mal dentro de Tu Iglesia me abruma. Es demasiado para mi comprensión, y en mucho me supera. Por favor purifica a tu amada Esposa, comenzando por mi propio corazón.
No nos dejes caer en la tentación. Hay muchos que se verán tentados no sólo de abandonar el clero, sino también a Tí. Mantén a Tu rebaño cerca de Tí. Ahuyenta los lobos de la división, el odio, la incredulidad y la desesperación.
Perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Padre, Tú nos ofreces el verdadero perdón. No encubras ni perdones nuestros defectos.
Elimina el veneno de nuestro pecado y cura las heridas que causamos a Tu Cuerpo Místico que es la Iglesia, uniendo la perfecta misericordia con la justicia perfecta.
Por favor, perdona mis pecados, pero también a aquéllos a quienes siento la tentación de condenar como imperdonables.
Tal vez aún no estoy dispuesto a perdonarlos por completo. Enséñame a ser misericordioso, ya Tú eres misericordioso.
Danos hoy nuestro pan de cada día. No hay una solución rápida para este escándalo. Me temo que perdurará y se extenderá, aunque sólo sea de vez en cuando. Por favor, Padre, sostennos todos los días. Alimenta nuestra alma, no sea que este itinerario de curación y corrección sea demasiado difícil para nosotros.
Hágase Tu voluntad en la tierra como en el cielo. En medio de los escándalos, no estoy seguro de cuál será el siguiente paso. Escucho los gritos de aquéllos que querrían que todo ardiese. Guíame en Tu camino. Guía a la Iglesia en Tu camino.
Venga tu Reino. Renueva a Tu Iglesia. Mantenla fiel a sí misma, para que sea Tu Reino en la tierra. Mantenla lejos de cualquier deseo de poder o prestigio terrenal: Eso es una miseria en comparación con Tu poder y Tu gloria.
Santificado sea Tu Nombre. Que busquemos ante todo que Tu Nombre sea santificado por todos los pueblos. Que no busquemos ante todo proteger nuestro propio nombre, incluso si eso significa ser y aparecer honestos y transparentes respecto a los pecados del clero o ser calumniados por aquéllos que se burlarán y detestarán a todo el clero, incluso a todos los católicos.
Padre Nuestro, Que estás en los Cielos: Renuncio a mi frustración respecto a los líderes terrenales, incluso a los que guían a la Iglesia. Tú eres nuestro Guía celestial. Tú tienes el poder de hacer lo que quieras. Pongo mi confianza en Tí. Incluso confío en que demostrarás Tu poder a través de los Pastores de la Iglesia.
Padre Nuestro: en medio de la vergüenza y la ira de estos escándalos, todavía nos amas al igual que un padre quiere a sus hijos. Por favor, mantenme siempre atento a Tu amor, y que este amor mantenga unida a Tu Iglesia, para que podamos verdaderamente llamarte: «Padre Nuestro.»
Abracémonos a la Cruz
Fray Stephen Ruhl OP
04 de Septiembre de 2018 |
Estas últimas semanas nos han llenado de sufrimiento. La revelación de ciertos escándalos ha causado un inmenso dolor entre los miembros del Cuerpo de Cristo, tanto en las víctimas como todos los que aman a la Iglesia.
Se plantea una cantidad de preguntas difíciles. Entre las muchas cuestiones planteadas, una de las más difíciles de responder es: «¿Porqué?» Desafortunadamente para nosotros, la respuesta a esta pregunta no vendrá de este lado del cielo, al menos no del todo.
Sin embargo, en medio de este dolor y sufrimiento, podemos comenzar a hacer algún propósito. Estas últimas semanas nos han llevado directamente al pie de la Cruz. Estamos en el Calvario, mirando a Nuestro Señor crucificado. Estamos en la cima de ese monte, viendo la agonía de Nuestro Señor mientras cuelga de la Cruz por nuestra salvación. Aguantó el sufrimiento que no merecía para que pudiéramos vivir con Él para siempre.
Esta misma Cruz es nuestro camino de salvación, porque Cristo nos ha mostrado el Camino. Por doloroso que sea, éste es el camino que Cristo nos ha propuesto. Al acercarnos al madero de la Cruz, al aferrarnos a la Cruz, se nos abre el camino del Cielo.
Este mal y el sufrimiento que padecemos ahora tiene el poder paradójico de acercarnos al cielo. Si seguimos amando a Dios en medio de este sufrimiento y permanecemos fieles a Cristo, esta Cruz puede llevarnos al cielo, porque Cristo nos ha precedido.
Como dijo Santa Rosa de Lima: «Fuera de la Cruz, no hay otra escalera por la cual podamos llegar al cielo.»
Además, al aferrarnos a la Cruz, nos conformamos con este leño santo y con Aquél que pendió del mismo. Estamos crucificados con Él, cargando con nuestro sufrimiento cuando Él dio a luz el suyo, para que podamos compartir Su gloria celestial.
«He sido crucificado con Cristo,» dice San Pablo, «vivo yo, pero no yo: Es Cristo Quien vive en mí.» (Gal 2, 19-20).
Ser conformado a la Cruz, a Cristo crucificado, con todo nuestro dolor y sufrimiento, es el camino para la vida eterna que se nos ha prometido.
En estos tiempos de agonía, debemos llevar nuestro sufrimiento al pie de la Cruz. Debemos estar preparados para abrir los brazos en actitud de oración y penitencia, mientras ponemos años de dolor al pie de la Cruz de Nuestro Señor.
Podemos proclamar con angustia las palabras del Salmo 21: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás lejos de salvarme, tan lejos de mis palabras de angustia?» Y a la vez recordamos su alegre conclusión: «Mi alma vivirá para Él, mi descendencia le servirá.» Hablarán del Señor en las generaciones venideras, proclamarán Su justicia salvadora a los pueblos aún no nacidos.»
Hemos sido llevados al pie de la Cruz, y ante este dolor es fácil desanimarse. El mal nos trajo aquí, pero el mal no ha ganado. La victoria pertenece a Cristo, quien la obtuvo mientras colgaba de la Cruz.
Compartimos Su victoria compartiendo Su sufrimiento. Al abrazarnos a la Cruz y conformarnos a ella, sobrellevando nuestro sufrimiento y permaneciendo fieles al Señor, ganamos la parte de la victoria que se nos ha prometido: La vida con Dios, para siempre.
En Estados Unidos se están dando por parte de la gente reacciones destempladas poniendo a todos en el mismo saco. Ciertamente Wuerl tiene mucho que explicar, pero lo que no es de recibo es que el Domingo reapareciese en Washington y cuando decía Misa en una Parroquia se levantase alguien gritando: «Sois una vergüenza!»
Igualmente ayer un Sacerdote fue al médico y estando en la sala de espera, habiendo comprobado la enfermera que era un Sacerdote Católico, le invitase a marcharse. Todo eso es muy triste y es la consecuencia de las historias de MacCarrick, apoyado por Bergoglio, Cupich, Farrel, Tobin y la nueva ola de algunos clérigos desnortados a la que esa lamentable desorientación Pontificia ha dado lugar. Se avecinan tiempos de persecución. Y mal hacen los Obispos españoles con ese apoyo incondicional a un Papa que está en entredicho sin importarles el esclarecimiento de la verdad.
https://twitter.com/GemmeSgemme
El próximo Papa deberia ser como San Pio V, cuya austeridad se impuso a los Cardenales. No deberían pasar de 30 y de ellos 20 vivir en la Curia en algún Convento como en su dia pensó el Papa Nicolás IV. En la mayoría de las diocesis, salvo Nápoles, Venecia, Milán, París, Berlín, Viena, Budapest, Praga, Varsovia y Nueva York, para evitar agravios comparativos, los grandes prelados deberían ser arzobispos sin más pudiendo sus naciones estar representadas en el sacro Colegio por Cardenales de Curia. Sin suprimir la visita ad limina debería instuirse una visita canonica trienal a todas las diocesis y Ordenes religiosas realizada por Cardenales Curiales delegados, como en su dia el Cardenal Pacelli visito y solventó muchos temas de Estados Unidos
La austeridad y espiritualidad de la Curia debería extenderse a toda la Iglesia. Nicolás IV, Eugenio IV, San Pío V pueden ser buenos referentes. Igualmente durante 30 años los sinodos de Obispos deberían ser exclusivamente para revisar la vida de los Prelados y sacerdotes y alentarles en la vida espiritual y el apostolado. Seria también interesante que los sacerdotes que se vayan ordenando vivan en convictorios y formen sociedades de vida apostólica sin votos bajo la dirección de superiores respectivos.
La primera meditación matutina papal después de las vacaciones, anteayer día 3, versó precisamente sobre «tacere». No parece casualidad.
http://w2.vatican.va/content/francesco/it/cotidie/2018/documents/papa-francesco-cotidie_20180903_verita-silenziosa.html
maradiaga, bocazas, mentiroso, indigente intelectual y moral, y ahora estafador. vaya impresentable este tipejo!